Periodistas de tribunales y sucesos y juristas debaten en la CEU UCH en torno al Estatuto de la Víctima del Delito

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Informa: Gonzalo Escrig / Imágenes: ZhanZhi Chen

La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad CEU Cardenal Herrera celebró este miércoles una jornada universitaria en la que se reflexionó en torno a las “Claves del Estatuto de la Víctima del Delito para la Información Periodística”. El evento, patrocinado por la Consellería de Justicia e Interior, reunió a juristas y periodistas especializados en tribunales y sucesos para analizar los derechos de las víctimas, la cobertura mediática de delitos y los desafíos legales que enfrentan los profesionales de la información en una sesión en la que se ofreció una mirada profunda sobre el impacto del Estatuto de la Víctima. Una normativa que se introdujo en 2015 para garantizar una mayor protección y participación de las víctimas en los procesos penales con el establecimiento de medidas para evitar una victimización secundaria como la prohibición de divulgar información que pueda revelar la identidad de la víctima, especialmente cuando se trata de menores de edad.

Durante la jornada, el profesor titular de Derecho Penal de la Universitat de València, José León, inauguró la jornada con una ponencia titulada “La protección jurídica de la víctima ante los medios de comunicación” en la que afirmó tajantemente que los derechos de las víctimas, “se vulneran constantemente” y advirtió que en este conflicto entre el derecho a informar y la protección de la víctima, “ni una ni otra parte tiene un papel preponderante”.

León destacó que el derecho a la información, “es un pilar de un estado democrático”, pero puntualizó que no toda información sobre un crimen es de interés público. “Esta es la clave: fijar los límites de lo que es o no noticiable”, explicó. Además, subrayó que los tribunales llevan años mediando en este choque de intereses para evitar que ciertos datos sobre las víctimas trasciendan. “El Tribunal Constitucional desde los años 80 asegura que se debe comprobar que la información sea necesaria y relevante, además de veraz”, señaló.

Uno de los puntos más controvertidos abordados por León fue el secreto de sumario. Según el profesor, “el secreto de sumario no se respeta nunca y la revelación de dicho secreto es un delito”, aun así, añadió, “hay pocas o ninguna condena por revelación del secreto”, lo que pone en evidencia la dificultad de sancionar estas filtraciones.

Por su parte, Alberto Rallo, periodista de Las Provincias y antiguo alumno del CEU, ofreció una visión práctica desde el punto de vista de los medios. Rallo fue rotundo al afirmar que “se nos ha presentado unos medios de comunicación poco menos que terroríficos”, pero según afirmó, “en la realidad los medios son muy cautelosos”. “El secreto de sumario se respeta en un 95% de los casos porque entendemos la responsabilidad que tenemos”, aseguró. También abordó el fenómeno de la retroalimentación morbosa, enfatizando que los periodistas, “somos especialmente cautelosos a la hora de dar datos que consideramos innecesarios, sobre todo en casos de agresiones sexuales o crímenes”.

Rallo reflexionó sobre el papel de los medios en la visibilización de las víctimas. “Hemos caído en una invisibilización de la víctima”, apuntó y señaló que, a veces, en las redacciones y debido a la falta de recursos, optan por abordar los delitos de forma estadística en lugar de profundizar en historias individuales. “El periodista muchas veces se pone en el lugar de las víctimas”, añadió, y cuestionó: “¿Hasta qué punto la relevancia pública de un personaje hace que las explicaciones de la víctima sean más detalladas que las de una persona anónima?”.

El periodista de Las Provincias, Javier Martínez, continuó la reflexión sobre las vulneraciones a los derechos de las víctimas e ilustró su intervención con casos recientes como el de Mónica Oltra. “En este caso, se vulneraron los derechos de la víctima al ser trasladada esposada al juicio, lo que supuso una doble victimización”, explicó. Además, destacó ejemplos en los que los medios han decidido no publicar información para proteger la integridad de la víctima, como en algunos secuestros. “Los medios hemos actuado con sentido común, evitando poner en peligro a las víctimas”, afirmó Martínez.

Cerraba el panel de expertos la periodista de Levante, Laura Ballester, con una intervención basada en su experiencia en sucesos. Recordó el accidente del metro de Valencia en 2006 donde fallecieron 43 personas y 47 resultaron heridas. “A las víctimas se les quedaron muchas preguntas sin respuesta”, afirmó Ballester, quien relató cómo los medios dejaron de lado la cobertura tras las primeras semanas, mientras las víctimas luchaban durante 15 años por justicia. “Los periodistas no solo tenemos que buscar el morbo o el lloriqueo tenemos que acompañar los detalles que rodean al evento”, insistió.

Ballester destacó también la importancia de la empatía en la cobertura de estos hechos: “La clave, en todas estas historias, siempre es la empatía. Ponerse en el lugar del otro”, concluyó. Añadió que hoy en día los medios han evolucionado en su trato hacia las víctimas, evitando pedir información que pueda resultar innecesaria o invasiva.