Sofisticación, frescura y color en la nueva propuesta de Dolores Cortés en CLEC Fashion Festival de Valencia

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Información: Carolina Sobieski / Imágenes: Paula Hernández

Dolores Cortés volvió a sorprender a los asistentes del CLEC Fashion Festival con una nueva colección que transportó a los asistentes, directamente, a un paraíso tropical. La nueva colección de su marca juvenil, LOLA, irradió sofisticación y frescura, presentando piezas llenas de color, texturas y detalles reinventados por la diseñadora alicantina. Su amor por lo artesanal y natural fue llevado a un nuevo nivel, con una clara fusión entre modernidad y tradición.

La colección destacó por el predominio de los tonos rosa y verde pistacho, una paleta que evoca la frescura y la naturaleza. El color, combinado con estampados florales, creó conjuntos que parecieron auténticos jardines en movimiento gracias a los materiales, como la gasa y el encaje, que ayudaron a aportar la ligereza y la fluidez, tan características de la diseñadora.

Uno de los grandes protagonistas del desfile de Dolores Cortés fueron los tocados dorados que coronaban a las modelos evocando un halo de realeza y lujo. Estos accesorios, meticulosamente elaborados, no solo adornaban, sino que aportaban un brillo mágico a cada look, complementando a la perfección con los zapatos metalizados, creando un look cohesivo y de impacto.

El desfile no solo fue un viaje tropical, sino también cultural. Los tocados con abanicos de inspiración asiática fueron un elemento recurrente, trayendo un toque de exotismo refinado. Estos accesorios, que recordaban las antiguas tradiciones orientales, ofrecieron una mezcla cautivadora entre lo delicado y lo poderoso, sumando una dimensión artística a la propuesta general de la colección. Los sombreros de paja de gran tamaño, perfectos para un día bajo el sol, se combinaron con llamativos pendientes de banano dorados, aportando un aire lúdico y desenfadado, pero sin perder un ápice de elegancia.

El croché y el macramé en tonos oliva añadieron un toque artesanal que conectó la colección con las raíces del trabajo manual, así como los bordados coloridos y las aplicaciones de lentejuelas plateadas. Estos detalles convirtieron las prendas de la diseñadora en obras de arte.

La gasa fue el tejido estrella en el desfile de los emergentes y de Dolores Cortés, aportando movimiento y ligereza a las prendas. La diseñadora la utilizó en capas etéreas que envolvían los cuerpos de las modelos, generando una sensación de flotabilidad y libertad. La transparencia sutil de la gasa, combinada con detalles brillantes, añadió un toque sensual que realzó la feminidad de cada look.