Bailarinas y militares se encuentran en la pasarela de Bibencia de CLEC Valencia

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Información: Diego González / Imágenes: Paula Hernández

El desfile de Bibencia abre con una escena poética y cautivadora: una modelo aparece danzando ballet en un vaporoso vestido de gasa rosa rematado por un imponente cuello de plumas. Este arranque etéreo establece el tono de un espectáculo que oscila, entre lo delicado y lo audaz, creando un juego de contrastes que empuja los límites de la moda contemporánea.

La sorpresa llega cuando la marca combina tops provocadores con pantalones de camuflaje y stilettos, una mezcla que equilibra la fuerza con la feminidad de manera fluida. La propuesta continúa con una camisa blanca de popelina, anudada a la cintura en forma de vestido, rompiendo con las convenciones sobre lo cotidiano. Los vestidos de malla verde, decorados con brillantes y pompones de plumas, transforman la clásica camisa blanca en una silueta nueva, donde brillo y volumen se fusionan en una propuesta que deslumbra.

Bibencia también explora la sensualidad desde una perspectiva innovadora. Los vestidos con aberturas que van del brazo a la cintura y las espaldas descubiertas, que revelan sutilmente la lencería, redefinen la desnudez, que aquí se muestra de forma sofisticada, lejos de cualquier vulgaridad. Un corsé nude evoca el famoso vestido que Bella Hadid lució en Cannes, rindiendo homenaje a lo retro, mientras que una chaqueta de pelo verde oliva añade dramatismo, en un guiño al estilo mob wife que marcó tendencia el invierno pasado.

Los corsés con transparencias estratégicas, claramente influenciados por Mugler, confirman que Bibencia no solo busca provocar, sino también incitar una reflexión sobre la moda y el cuerpo. Las modelos interactúan con las prendas, llevando bolsos que parecen ramos de rosas, conectando la moda con la naturaleza de manera encantadora y simbólica.

En la moda masculina, la fluidez de género cobra protagonismo. Tops sin mangas, anudados con lazos, se combinan con faldas vaqueras largas, mientras pantalones ajustados y shorts proponen una nueva y audaz sensualidad masculina. La desnudez, una vez más, juega un papel importante con camisas abiertas hasta el ombligo y mantos transparentes en tonos vino, que realzan la figura masculina sin ocultarla. Guantes de piel negra que suben hasta el hombro completan esta estética de equilibrio entre vulnerabilidad y poder. Con este desfile, Bibencia confirma que el futuro de la moda está en la libertad creativa, donde sensualidad, arte y provocación se cruzan sin concesiones. Un espectáculo que no solo se observa, sino que se vive, elevando la moda a un nuevo nivel de expresión sin compromisos.