El amor a los demás como compromiso ético

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Lucía Gómez / 4º Periodismo

El pasado 23 de noviembre tuvo lugar en el Palacio de Colomina de Valencia la presentación del libro Despertar la compasión, del especialista en Bioética y profesor de la CEU-UCH, Emilio García-Sánchez.
La obra trata la necesidad de atender a los enfermos graves, y el compromiso ético y social que esa actitud aporta a la población. En este sentido, el autor destacó su punto de vista: “La vida de los enfermos siempre es digna porque siempre es vida. La dignidad se sitúa en el hecho de ser y no en el tener”.

Victoria Espinar, Alicia López, el catedrático Vicente Bellver y el profesor Emilio García. / Foto: CEU

Durante su intervención, el profesor habló de los motivos que le inspiraron para escribir el libro. El primero de ellos fue la pregunta de una mujer sobre el porqué de continuar adelante con un embarazo si el feto estaba enfermo. Más tarde, la segunda “provocación” vino de la mano de otra señora cuyo padre había muerto en un hospital y le hicieron sospechar que el motivo no fue su enfermedad, sino por haber sido tratado sin compasión. A partir de ese momento, el experto relató que se planteó escribir un libro sobre los amores que “matan”, que respondiera a la pregunta: “¿Se debe matar por compasión al que sufre?”.

La respuesta a esta cuestión la abordó también durante la presentación del libro. Según García-Sánchez, nadie debería morir a manos de otro porque este decida “no querer recorrer la vida del amor compasivo y abandonar al enfermo”. En esta línea recordó a los asistentes que el amor solo es compasivo “si sigue la lógica de la no lógica”, sin límite, medida ni condiciones, “solo un amor que tienda al éxtasis”.
En relación a la controversia sobre la eutanasia, Vicente Bellver, miembro del Comité de Bioética de España, mostró su indignación ante un contexto con una población envejecida y en una sociedad que calificó de hedonista. “El debate de la eutanasia lo vamos a vivir en nuestras carnes. Nuestros hijos no van a tener la paciencia que han tenido las generaciones anteriores”, afirmó. Bajo su punto de vista, la modernidad actual es una opción que arroja un cociente negativo, donde algunas vidas no son dignas de ser vividas, están “carentes de valor”. Por ello, animó a los asistentes a luchar contra “el futuro tenebroso” y construir un futuro “lleno de humanidad”.

En palabras de Alicia López Castellano, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, el aporte de Despertar la compasión es “significativo”. Más allá de este trabajo, Castellano también agradeció durante la conferencia la labor “diaria y constante” de García-Sánchez con los alumnos. “Gracias por sembrar ese germen en las clases”, apuntó.
En este sentido, la responsable subrayó la importancia del compromiso ético fundamental, en especial para las personas que dedican su carrera a las Ciencias de la Salud, desde donde afirmó que intentan fomentar esa actitud. “Es importante dar algo más que técnicas y teorías, y eso es lo que hace Emilio en sus clases”, sentenció.

Por otra parte, Victoria Espinar, médico especialista en Medicina Interna del Hospital Doctor Moliner, abordó la necesidad de formarnos como sociedad “en muchos ámbitos”. De este modo, señaló que la asistencia debe ser de calidad y los cuidadores han de estar convencidos de su trabajo, ya que en su opinión, atender es “una característica humana, hacer a los otros lo que nos gustaría que nos hicieran”. La experta definió la asistencia como el “reconocimiento de otro ser humano como un igual”, donde se debe crear un clima de confianza y comunicación mutua con el paciente y su familia. “Se puede hacer mucho por el enfermo, hay que hablarle como una persona y tratarlo como tal”, proclamó.
Asimismo, según Espinar, el libro del profesor trata las reflexiones que a ella misma también la acompañaron a lo largo de su vida y la enriquecieron como persona y profesional. “Muchas veces no nos paramos a pensar en esas reflexiones y cuando uno las lee se da cuenta”, destacó.

En relación al respeto hacia los enfermos, la médico manifestó su convencimiento de que la vida de “cualquier” paciente es “digna de ser vivida hasta el final” y se debe cuidar de él “hasta el último día de vida” a través de la comprensión. Esta opinión la respaldó García-Sánchez, que trató la polémica sobre el suicidio asistido. Bajo su punto de vista, “cuando un enfermo quiere morir quizá sea porque se está haciendo algo mal y hay que animarlo, cuidarlo y mantenerlo con la familia”.

“No curamos cuerpos, nos ocupamos de personas que no pierden su identidad, son alguien a quién cuidar y atender”. Así explicó Espinar lo que supone para los especialistas en cuidados paliativos ocuparse de los enfermos, un trabajo que define como “una de las experiencias más intensas y gratificantes”. De hecho, para la responsable, la vida humana vivida en el sufrimiento “ofrece espacios de crecimiento personal”. En esta línea se expresó también el autor del libro, quien garantizó que la vida tiene el sentido que las personas encuentran en la dedicación. De hecho, recordó que uno de sus capítulos lo tituló ‘Win Win’ (‘Ganar Ganar’), porque en su opinión, se benefician tanto el enfermo, que recupera su dignidad, como el cuidador, que ya “no pone el centro en sus propias preocupaciones”.

El autor firma el libro a unos asistentes a la presentación. / Foto: CEU

Despertar la compasión también fue alabada por Bellver, que aseguró que el libro tiene mucho de la experiencia vivida de García-Sánchez, ya que “todo lo que escribe una persona es una pretensión de justificar lo que es”. Por ello, resaltó que no se habría escrito “sin el corazón” de su autor.
Bellver subrayó la calidad de la narración de la obra, que combina el relato cuasi literario con el rigor científico. En este punto, el experto citó una de las frases del libro que lo marcaron como lector y profesional: “Sin lágrimas no hay compasión, aunque no es necesario que salgan de los ojos, es suficiente que broten del corazón”.