Chema Madoz reflexiona sobre el «El objeto y la mirada»

0
1090

Aitana Picazo / 2º Publicidad

El fotógrafo Chema Madoz, protagonizó el pasado viernes, la segunda sesión de la XX edición de los ‘Coloquios de Cultura Visual Contemporánea’ celebrados en la fundación Mainel en Valencia. El artista madrileño, ganador del Premio Nacional de Fotografía hace 15 años, explicó que su obra siempre ha girado en torno a la lógica.

Madoz remarcó que al principio de su trayectoria artística trabajó la figura de manera inconexa, pero que gracias al apoyo que encontró en los trabajos de otros artistas, consiguió descubrir «una manera propia». El artista confesó que a lo largo de su vida no había tenido una pasión especial por la fotografía. «Me compré una cámara para unas vacaciones y 30 años después sigo de vacaciones». «Era complicado ver qué podía crear con lo que tenía a mí alrededor», señaló. Madoz relató que progresivamente fue encontrando potencial en su entorno y comenzó a hacer fotografías con presencia de personas. No obstante, “en un intento de ir quitando de la fotografía aquello que no tenía una importancia decisiva,  eliminé casi por completo la figura humana y comencé a trabajar con los objetos pese a no tener muchas referencias», sentenció el Premio Nacional de Fotografía.

Punto de atención

El artista afirmó que no podía depender de los demás y que «algunas de las mejores fotografías son imágenes con una manipulación más simple». Centrándose cada vez más en el objeto, comenzó a cuestionarse y a reconsiderar su percepción respecto a éste. Chema Madoz afirmó que todavía sigue con la idea de estar descubriendo constantemente posibilidades que no había considerado previamente. «Es importante prestar atención a aquellas cosas que damos por sabidas».

«Lo que me gustaría conseguir con mi trabajo es emocionarme a mí mismo como me emocionan las obras de otros artistas», reveló el fotógrafo. Ciertamente sus obras sí suelen causar sentimientos positivos en el público. Pese a que Mádoz nunca ha percibido de una forma consciente hacer imágenes que se basen en el humor, cree que la sonrisa del espectador se debe a cierta complicidad que pone en evidencia algo que está latente y que aparece en primer plano.

El ponente prefirió no encasillarse comentando que siempre ha sido un poco reacio a la etiqueta del surrealismo. «Me parece que hay una parte de surrealismo pero también hay una parte de muchas otras ideas de otros géneros».  Comentó que siempre se había sentido fascinado por René Magritte y por el arte Japonés. Éste último se ha centrado en la sencillez y el artista expresó haberse sentido identificado debido a esta afinidad espiritual.

Chema Mádoz es uno de los fotógrafos resistentes que pese a vivir en la era digital sigue trabajando en analógico. No sólo eso, también evidenció que prácticamente ninguna de sus fotografías han sido retocadas digitalmente. Este es un terreno en el que todo puede suceder, pero en contraposición, el artista dice ser un apasionado de la idea del límite. «La realidad a veces puede ser magia», sentenció.