A pesar del título, la escritora opina que el olvido «no sirve de nada, las cosas hay que dejarlas bien cerradas»
Murad Odeh / 1º Periodismo
El éxito de El tiempo entre costuras no supuso más que un estímulo para continuar ampliando su recién estrenada trayectoria como escritora de novelas. María Dueñas vuelve de promoción a Valencia, pero esta vez con Misión olvido, su segundo libro, que promete seguir el mismo camino que el primero, un rápido ascenso hacia el best-seller.
Calificada muchas veces de «literatura para mujeres», esta historia aparece de nuevo protagonizada por una voz femenina. Blanca Pereira es una española a través de la cual Dueñas traslada su forma de ver el mundo y de posicionarse ante la vida. No obstante, de la mano de Blanca van dos co-protagonistas masculinos que tienen mucha importancia dentro de la trama y cuya creación, según la autora, «ha sido muy estimulante».
El viaje emprendido por Blanca da nombre a la novela al tratarse de una huida precipitada de los problemas que acontecen en su vida de forma súbita. Es una misión de olvido que busca una segunda oportunidad fuera de España. Sin embargo, Dueñas matiza que el olvido por el olvido no lleva «a ningún sitio»: «Las cosas hay que dejarlas convenientemente cerradas y bien cosidas para evitar que aparezcan los fantasmas del pasado».
Exiliado y enamorado
Uno de los personajes de la obra de Dueñas es Ramón J. Sender, escritor español exiliado, como tantos otros, durante la Guerra Civil española. Tres características del escritor fueron las que atrajeron su interés por encima de los demás literatos. Su «prolífica y versátil» narrativa, su «actitud de protesta contra el partido comunista durante la Guerra Civil española», y su «independencia del resto de escritores exiliados», aclara la autora. A través de su correspondencia con la ilustre barcelonesa Carmen Laforet, Dueñas conoció al Sender más humano, enamorado platónicamente y trabajando de forma exhausta con el entusiasmo de un veinteañero.
La novela, ambientada en los años cincuenta de España, requiere una gran documentación para conseguir una recreación casi testimonial de lo que suponía en su momento entrar en una casa española. ‘’He tenido que utilizar todo tipo de herramientas y recursos; libros de historia, trabajos académicos, prensa de la época, memoria visual, memoria acústica, canciones…’’, explica Dueñas.
Su particular misión olvido
El interrogante que el conjunto de lectores más curiosos se hacen una vez finalizada la lectura es si la novela tiene algún trazo autobiográfico. Tras garantizar que en ningún momento Misión olvido formó parte de su vida personal, Dueñas declara: «Me encuentro en otro tipo de misión; misión futuro, esta es una etapa muy bonita donde acompaño a mi libro y escucho la opinión de los lectores. Prefiero no olvidar, al revés, vivir la promoción con toda su intensidad».
Con la experiencia adquirida durante veinte años dedicada a la docencia, «está claro que son tiempos muy complicados y la educación no se salva, pero hay que velar por ciertas esferas de la vida que deben ser respetadas», explica la escritora, que añade que es «necesario un ejercicio de voluntad por superar esta transición de la forma menos lesiva para la educación».