El CEU rinde homenaje al publicitario Toni Segarra por su gran carrera
María González / 4º Periodismo
Toni Segarra es uno de los creativos más laureados del país, aunque a él le parezca que su trabajo “no tiene la menor importancia”, ya que todo en este mundo requeire creatividad. Lo cierto es que la tiene, y se ha hecho merecedor de reconocimiento gracias a grandes campañas como “La república independiente de mi casa”, para Ikea, o “Te gusta conducir”, de BMW.
El publicitario ve la creatividad como un instinto básico que está en todas las personas. “Cualquier oficio del mundo” requiere esta capacidad, defiende Segarra, que la admira en otros ámbitos: “No hay nada más creativo que ser ama de casa y llegar a fin de mes”. Con todo, este instinto es en unas personas más “brillante” que en otras, y su aplicación “a un objetivo final, que es vender marcas y producto” es lo que diferencia el trabajo del creativo y lo que lo convierte en ello, explica Segarra.
Aunque es consciente de que es bueno en su labor, para él “no tiene una importancia mundial”. “Al fin y al cabo se trata de hacer anuncios, no he inventado la penicilina”, bromea el creativo. El Observatorio Beyond the Line de la Universidad CEU Cardenal Herrera eligió a Toni Segarra como Observador Admirado, figura con la que quieren homenajear a este profesional al que reconocen por su buen hacer y el talento en el campo de la Publicidad.
Segarra confiesa que todo este tipo de reconocimientos le “abruman” y se define como “un tío muy tímido”. Los profesores y alumnos que asistieron al homenaje le recibieron formando un pasillo y cientos de aplausos, unas iniciativas que agradece “enormemente” pero que le parecen “desmesuradas”. “Me siento poco merecedor de tanto cariño, aunque me encanta”, revela el creativo.
Con todo, reconoce que la publicidad, más allá de vender, “otorga el privilegio” de lanzar mensajes optimistas, interesantes, rupturistas, “crear momentos que alegran a alguien la vida, lo cual hace a esta profesión alucinante”. Por otra parte, intenta no admitirle relevancia: “Prefiero no pensar en que lo que hago es trascendente, igual me bloquearía”.
Profesión exigente
A los estudiantes y futuros profesionales de la Publicidad les advierte: “Es un oficio duro, como estar de exámenes toda la vida”. En su opinión, es algo vocacional, como muchas otras carreras, que tiene que gustar mucho ya que “te contamina la vida”. “Estás implicado continuamente con ello. Vas al cine y se te puede ocurrir en ese momento la idea para una campaña”, afirma Segarra.
A primera vista, este creativo llama la atención por su optimismo. Aunque ve “horrible” el panorama actual, no deja de entender que es “una oportunidad maravillosa para reinventar las cosas, uno de esos momentos claves en la historia”. Lo que para la profesión se convierte en un reto, el cambio, a él no le parece “una novedad”: “La vida siempre ha sido cambio”.
Llegado a este punto de su carrera, recuerda con humor aquellos tiempos en los que deseaba ser escritor y lamenta “haber sufrido con una vocación falsa antes”.
