• Aníbal Cardona, asesor fiscal y profesor en el Máster de la Abogacía del CEU en Elche aboga por que la iniciativa del Gobierno no incremente la presión fiscal
  • La fiscalidad de la economía digital, replantearse la baja recaudación de terminados impuestos y armonizar las deducciones autonómicas, algunos de los retos

¿Servirá la futura reforma fiscal para estimular la economía? ¿Aparecerá nuevos impuestos? ¿Se llegará a un consenso con las Comunidades Autónomas en materia fiscal? Estas y otras dudas flotan sobre la iniciativa del Gobierno para la elaboración de un Libro Blanco sobre la Reforma Tributaria. Aníbal Cardona, abogado y asesor fiscal, profesor en el Máster de la Abogacía del CEU en Elche, ofrece algunas sugerencias. Por un lado, considera esta iniciativa necesaria para estimular la economía. También es partidario de congelar a medio plazo cualquier reforma que limite la renta de los ciudadanos, para no afectar al consumo y la inversión. Para este experto más que crear nuevos impuestos habría que modular los ya existentes para incentivar una economía circular, competitiva y más sostenible.

Aníbal Cardona, asesor fiscal y profesor del Máster de la Baogacía en el CEU de Elche

– ¿Qué opinión le merece esta iniciativa que impulsa en estos momentos el Gobierno de España?

La reforma fiscal que pretende abordar el Gobierno se enmarca dentro del amplio paquete de medidas estructurales contenidas en Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Sobre las propuestas para la modernización del sistema fiscal, el Gobierno ha anunciado la creación inmediata de un grupo de expertos para esta tarea. Por tanto, habrá que seguir con atención el trabajo de dicho grupo de expertos.

– A su juicio, ¿es necesario u oportunista? Sobre todo, teniendo en cuenta que España es uno de los países de la Unión Europea con menor presión fiscal.

En mi opinión, la reforma fiscal es necesaria y debe ser abordada desde múltiples vertientes. Sin embargo, creo que el objetivo estratégico no debe ser incrementar la presión fiscal, que podría impactar negativamente en el consumo y la inversión. Más bien debería estimular la economía desde los poderes públicos, favoreciendo la creación de riqueza y empleo. Y, así, incrementar las bases imponibles de los principales impuestos (IRPF, Impuesto sobre Sociedades, IVA e IIEE). Soy escéptico cuando el Plan de Recuperación se define a sí mismo como un «proyecto de país». Una reforma fiscal que aborde los verdaderos retos de futuro de nuestra sociedad requiere un amplio consenso político, ahora inexistente. Ocurre lo mismo con la educación, la sanidad, etc.

Nuevos retos impositivos

– ¿Qué aspectos cree que se deben priorizar en esta posible reforma tributaria?

Son varios los retos que deben abordarse desde la fiscalidad. La tributación de los negocios digitales es uno de ellos. La economía digital se ha desarrollado a un ritmo vertiginoso y, sin embargo, su fiscalidad sigue, en esencia, anclada en el siglo XX. En realidad, no es un reto exclusivo de España. Es un desafío global. Volvemos de nuevo al problema del consenso político o, más bien, diplomacia fiscal (a nivel europeo e internacional). Recientemente entró en vigor en España la Tasa Google y la Administración Biden ya ha respondido con una subida de aranceles a productos como el calzado.

Por otro lado, creo que deben replantearse determinadas figuras impositivas como el Impuesto sobre Patrimonio y el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. La capacidad recaudatoria de estos tributos es escasa. En determinados casos pueden generar situaciones de sobreimposición (que las renuncias a las herencias se hayan disparado en los últimos tiempos es un claro indicador). Amén de ser un foco de enorme tensión política entre CCAA. Aunque sea una cuestión menor y casi anecdótica, en clave de humor, siempre me ha llamado la atención que cada CCAA desarrollara su propia herramienta de gestión de tributos y autoliquidaciones, bautizándola con nombres que bien podrían atribuirse a tormentas tropicales (en la Comunidad Valenciana «SARA», en la Región de Murcia «PACO», en Madrid «GOTA»). En cualquier caso, tratándose de impuestos cedidos a las CCAA, las posibles reformas deben ser abordadas en marco de la reforma de la financiación autonómica.

Aprovechando el inicio de la Campaña Renta 2020, quizás convendría revisar y armonizar la maraña de deducciones autonómicas existentes. La CCAA de residencia del contribuyente determinará la posibilidad de aplicar unas deducciones u otras (o ninguna). Por poner un ejemplo. Un contribuyente de la Comunidad Valenciana podría aplicar una deducción por conciliación de trabajo con vida familiar, inexistente para un contribuyente de Castilla-La Mancha.

Economía circular, competitiva y más sostenible

– ¿Considera que se deben crear nuevos impuestos, vinculados, por ejemplo, a la economía verde, o se deben incrementar los ya existentes?

Ciertamente la fiscalidad medioambiental tiene todavía mucho recorrido. Es un gran debate abierto. En España los impuestos que denominamos «medioambientales» creo que tienen una finalidad puramente recaudatoria y están resultando poco efectivos. Abordar problemas globales con recetas locales creo que no es el camino adecuado. Por ello, más allá de crear nuevas figuras impositivas tal vez sea más acertado modular los tributos ya existentes para incentivar una economía circular, competitiva y más sostenible.

Algo similar sucede con la denominada «fiscalidad saludable» (por ejemplo, el impuesto que grava las bebidas azucaradas). Detrás del reto demográfico al que se refiere al Plan de Recuperación no solo encontramos el problema de sostenibilidad de las pensiones. Este reto demográfico también requiere aplicar enormes recursos a la dependencia, a los cuidados y a la salud de nuestros mayores. De nuevo, la receta no creo que sea crear impuestos ad hoc para financiar estos gastos. Mejor, ensanchar las bases imponibles de los tributos ya existentes, que permitan al Estado obtener los recursos para financiar el gasto público en esta materia.

– ¿Cree que se debe valorar también en ese documento cómo luchar contra el fraude fiscal? Creo que la Agencia Tributaria tiene bien identificadas las bolsas de fraude fiscal y bien planificadas sus actuaciones de prevención e investigación. Todo ello viene recogido en el Plan Anual de Control Tributario. El desarrollo de tecnología para la asistencia al contribuyente y obtención de información de relevancia tributaria, el análisis big data, la firma de acuerdos de cooperación internacional, etc. Se trata de herramientas muy potentes para llevar a cabo dicha función. En definitiva, no se puede decir que en esta materia se parta de cero. El camino recorrido hasta el día de hoy es, francamente, significativo.

Cómo afectará a empresas y ciudadanos

– Se habla de empezar por la reforma del impuesto de sociedades. ¿Cómo afectará a las empresas la posible reforma fiscal?

El Impuesto sobre Sociedades es un tributo que ha sufrido numerosas reformas a lo largo de estos años. Teniendo en cuenta que la ley que regula el impuesto entró en vigor en 2015, desde entonces su texto ha sido modificado, con mayor o menor intensidad, en 23 ocasiones. La reforma más reciente, con efectos ya en 2021, ha consistido en la reducción de la exención por doble imposición en un 5%. El Plan de Recuperación se hace eco del informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIRef) sobre evaluación de cumplimiento de los objetivos de los beneficios fiscales en vigor (spending reviews), que pone el foco de atención en la aplicación de tipo reducidos para sicavs y socimis, así como en la deducción por donativos.

– ¿Y a los ciudadanos?

En IRPF aún está caliente la última reforma fiscal, con entrada en vigor en 2021. Entre otras medidas, elevó el tipo de gravamen del ahorro y limitó las reducciones por aportaciones y contribuciones a sistemas de previsión social. Es difícil aventurar el calado de una futura reforma fiscal. La contracción de la economía durante la pandemia ha provocado una disminución de ingresos fiscales en todos los niveles. Los procedentes de trabajo (especialmente, salarios del sector privado), de las rentas de empresarios autónomos. Incluso, las rentas del capital de los hogares han disminuido un 15,5% según el Informe Mensual de Recaudación Tributaria. En este contexto, quizás lo prudente sería congelar a medio plazo cualquier reforma que suponga un limitar la renta disponible de los ciudadanos, de tal forma que el consumo privado y la inversión no resulten comprometidos.

– ¿Cómo cree que se debería incluir en esta reforma la financiación autonómica?

Sí, parece lógico que en esta reforma se deba abordar la financiación autonómica. El Plan de Recuperación contempla como uno de sus ejes estratégicos la cohesión social y territorial de España. Siendo la sanidad y la educación competencias transferidas a las comunidades autónomas éstas deben estar dotadas de una financiación justa y equilibrada para su gestión.

Artículo anteriorMaestros para el futuro: educar en sostenibilidad 
Artículo siguienteEl libro: abriendo la puerta del conocimiento