- Por segundo año consecutivo, Milagros Benito será la única española en el equipo veterinario encargado de la salud y seguridad de los más de 600 perros que participan en esta prueba deportiva en los Alpes.
Milagros Benito, doctora en Veterinaria, profesora y responsable del Servicio de Medicina Deportiva del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad CEU Cardenal Herrera, participa estos días en Lekkarod 2017, un evento deportivo que reúne a los mejores mushers de Europa y a 600 atletas caninos. Una competición oficial de la Federación Francesa de Deportes de Trineo que será puntuable para la Copa del Mundo.
La profesora de Veterinaria del CEU es, por segundo año consecutivo, la única española en el equipo internacional de veterinarios de Lekkarod. Su labor, junto a los otros miembros del equipo veterinario, será velar por la seguridad y salud de los más de 600 perros que van a participar en las diferentes etapas de esta prueba en los Alpes. Mila Benito formó parte del equipo veterinario internacional de Lekkarod en la pasada edición, y también fue la única española en el equipo de veterinarios de La Grande Odyssée, en 2015.
El profesor Dominique Grandjean, doctor veterinario y Coronel de la Brigada de Zapadores Bomberos de París, es el director de Lekkarod, prueba heredera de la primera carrera de trineos de larga distancia que se organizó en Europa: la Alpirod- Royal Canin, en 1988.
La labor de los veterinarios en Lekkarod es fundamental, ya que se trata de una prueba que destaca su compromiso con el bienestar y la seguridad de los animales y que además colabora con el proyecto Kdog, impulsado por el instituto Curie. Kdog es un proyecto desarrollado por médicos, investigadores y adiestradores caninos, y que busca utilizar la extraordinaria capacidad olfativa de los perros, y ponerla al servicio de la detección temprana del cáncer.
El lema de Lekkarod es el “respeto”: respeto a los perros para los que existe un seguimiento veterinario constante, respeto a competidores y ayudantes que comparten con sus perros el mismo esfuerzo, y respeto por la naturaleza.
“Una competición de estas características, donde convivimos día y noche con los mushers y sus perros durante dos semanas, lo que nos aporta principalmente son valores. Se trata de cuidar a los perros durante la carrera, pero va más allá de una mera cuestión de conocimientos o práctica clínica. Al final, lo que te llevas es una vuelta al entorno natural que tanto echamos de menos y a la pasión por los perros. Esa unión sólo se puede obtener conviviendo en circunstancias que para nosotros pueden ser duras, por el frío, pero que nos trasladan a lo que de verdad importa, la pasión por la naturaleza”, ha señalado la profesora de Veterinaria del CEU.