Los investigadores José Ignacio Redondo, de la CEU-UCH, y Laura Gil, de la UCV, han recibido en Viena el premio Wiley-Blackwell, que otorga la asociación mundial de anestesistas veterinarios a una de las tres mejores investigaciones del año 2013
Su estudio sobre mortalidad anestésica canina en España, realizado en la CEU-UCH, se ha publicado en la revista científica de mayor impacto internacional en este campo: la Veterinary Anaesthesia and Analgesia
La Association of Veterinary Anaesthetists (AVA) ha otorgado en su congreso celebrado en Viena los premios a las tres mejores investigaciones del mundo en el ámbito de la anestesia veterinaria. En esta edición, el premio Wiley-Blackwell se ha otorgado al trabajo de investigación titulado Canine anaesthetic death in Spain: a multicentre prospective cohort study of 2012 cases, realizado en el Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, por los investigadores José Ignacio Redondo, profesor de esta Universidad, y Laura Gil, profesora de la Universidad Católica de Valencia (UCV).
Ambos son autores del primer estudio sobre mortalidad anestésica en perros en España, que ha sido publicado por la revista científica de mayor impacto internacional en este campo: la Veterinary Anaesthesia and Analgesia. Además de premiar esta investigación española, la Association of Veterinary Anaesthetists, que celebra estos días en Viena su 50 aniversario, ha otorgado el primer premio a un equipo de investigadores de la universidad norteamericana de Wisconsin y el tercero, a la Universidad de Sao Paulo. Los premios han sido entregados por uno de los anestesistas veterinarios de mayor prestigio internacional, Ron Jones, Professor Emeritus de la Universidad de Liverpool y Honorary Fellow de la AVA.
Alta mortalidad anestésica canina
La investigación de los profesores Redondo y Gil, se ha realizado en la CEU-UCH sobre un total de 2.012 casos procedentes de 39 clínicas y hospitales veterinarios de toda España, la gran mayoría miembros de la Sociedad Española de Anestesia y Analgesia Veterinaria (SEAAV), que ha colaborado en el estudio. Los resultados obtenidos revelan que el índice de mortalidad canina desde la administración de anestesia en una intervención hasta 24 horas después de la extubación es elevado en España, alcanzando el 1,29% de los casos. En países como Reino Unido, Estados Unidos o Canadá, la media de mortalidad por anestesia en pequeños animales está entre el 0,1 y el 0,2%.
El profesor Redondo, de la CEU-UCH, matiza estos datos, ya que “no todos los estudios realizados en distintos países contemplan el mismo concepto de mortalidad vinculada a la anestesia, por lo que es arriesgado hacer comparaciones directas solo de las cifras resultantes”. Por su parte, la profesora Gil, de la UCV, añade: “En nuestro estudio para España, los pacientes de alto riesgo antes de la intervención eran el 25% del total de la muestra, mientras que en estudios realizados en otros países estos porcentajes varían entre el 4 y el 7 por ciento”.
El 77% de las muertes recogidas en el estudio español realizado en la CEU-UCH se produjeron en el postoperatorio y no durante la administración de la anestesia en la intervención. Y la mitad de las muertes sucedieron en las primeras tres horas tras la anestesia. Por ello, el profesor Redondo destaca la importancia de monitorizar a los perros intervenidos con anestesia al menos durante las 24 horas posteriores a la intervención. “Erróneamente, tendemos a pensar que el efecto de la anestesia finaliza cuando el animal despierta y es extubado, momento en el que se retira la monitorización en muchos casos, de forma no justificada”, señala el profesor Redondo.
Efecto protector de los analgésicos
El estudio, que constituye la tesis doctoral de la profesora Laura Gil, ha servido para confirmar por primera vez que el uso de algunos analgésicos (opiáceos y AINEs), antes y después de las intervenciones que requieren anestesia, puede reducir el índice de mortalidad de los perros, teniendo un efecto protector, que no había sido aún demostrado. “Además de su uso terapéutico para reducir el dolor, hemos confirmado que los analgésicos pueden contribuir a reducir la mortalidad por anestesia en perros”, según apunta la profesora Gil. Lo mismo sucede con la estabilización previa de las constantes vitales del animal antes de la administración de la anestesia, una práctica que ha demostrado también contribuir a reducir el riesgo de muerte.
El estudio se ha realizado mayoritariamente en perros mestizos y de las razas Yorkshire terrier, pastor alemán, Cocker spaniel y caniche. Las intervenciones a las que fueron sometidos consistieron en cirugías menores, cirugía abdominal, ortopédica o torácica y pruebas diagnósticas que requieren la anestesia de los animales para su adecuado manejo por parte del equipo veterinario.
Además de ser el único equipo investigador en España que estudia la mortalidad relacionada con la anestesia en pequeños animales, el grupo que lidera el doctor Redondo desde la CEU-UCH tiene una destacada trayectoria en el estudio de las complicaciones anestésicas en pequeños animales. Este Grupo de Investigación en “Avances en anestesia, analgesia y monitorización” de la Facultad de Veterinaria de la CEU-UCH forma parte del Instituto de Ciencias Biomédicas de esta Universidad.