“Es un trabajo de recopilación y conservación de objetos relacionados con el conjunto de nuestra historia industrial, con la historia de la industrialización de la provincia de Alicante y sus sectores emblemáticos, como el textil de Alcoy, el mármol de Novelda, los zapatos de Elche, Elda y Villena, las alfombras de Crevillente, el juguete de Onil e Ibi, el chocolate de la Vila, la tonelería de las zonas vitivinícolas, el cáñamo de Callosa de Segura, la cerámica de Agost o las pasas de Denia, entre otros”, asegura Miguel Ors.
Según David Beltrán, se trata de empresas y sociedades “cuyo denominador común es haberse constituido en la provincia de Alicante y corresponde a compañías mineras, ferrocarriles y compañías mercantiles, pero también con sociedades recreativas, culturales o incluso con derechos de uso de agua o títulos de propiedad de cementerios. Una colección que se inicia con reales de vellón, continúa con pesetas y termina con los actuales euros”. Esa trayectoria histórica, le confiere además, según los autores, un valor artístico añadido que, en algunos casos, “alcanzan la consideración de pequeñas obras de arte”.