La catedrática de Microbiología del Grado en Farmacia de la CEU UCH Teresa Pérez Gracia explica las características de este fármaco y sus aplicaciones en pacientes graves por COVID-19

Un nuevo estudio a partir del ensayo clínico RECOVERY, en el que participan más de 11.500 pacientes de 175 hospitales del Servicio Nacional de Salud británico, ha revelado la eficacia del tratamiento con dexametasona en pacientes graves por COVID-19. ¿Qué debemos saber sobre este fármaco? ¿Cuáles son sus propiedades y cómo actúa contra la enfermedad? La catedrática de Microbiología de la CEU UCH Teresa Pérez Gracia explica cinco claves esenciales sobre la eficacia de la dexametasona.

1. ¿Qué es la dexametasona?

Es un corticoesteroide sintético que tiene efectos antiinflamatorio e inmunosupresor, sobre todo, pero también es analgésico y antialérgico.

2. ¿Para qué sirve la dexametasona?

La dexametasona es ampliamente utilizada. Por ejemplo, se usa para aliviar procesos inflamatorios (hinchazón, calor, enrojecimiento y dolor) y para tratar enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide. También trastornos de la piel, sangre, riñón, ojos, tiroides e intestinos (como colitis), así como alergias severas y asma. La dexametasona también se administra a pacientes con cáncer que están sometidos a quimioterapia, para contrarrestar ciertos efectos secundarios de su tratamiento antitumoral.

3. ¿Es un medicamento caro?

No, es barato y bastante asequible y, además, es abundante.

No es un antivírico, es decir, no elimina el virus, pero actúa frente a la “tormenta de citoquinas” que daña gravemente los pulmones

4. ¿Se está utilizando ya dexametasona en hospitales para tratar la COVID-19?

Desde un principio de la pandemia, los corticoesteroides, grupo al que pertenece la dexametasona, han sido uno de los fármacos utilizados en las Unidades de Cuidados Intensivos para tratar pacientes muy graves por COVID-19.

5. ¿Por qué está resultando eficaz en casos graves de COVID-19?

Uno de los principales daños que causa el coronavirus SARS-CoV-2 es una respuesta desmesurada del sistema inmunológico: provoca lo que llamamos una “tormenta de citoquinas” que daña gravemente los pulmones, causando insuficiencia respiratoria y puede afectar a otros órganos, lo que lleva a un fallo multiorgánico. Lo que hace este fármaco es reducir esa respuesta inflamatoria, porque suprime la respuesta del sistema inmunológico y por eso alivia los procesos graves de esta enfermedad. Pero es importante resaltar que la dexametasona no es un antivírico, es decir no ataca ni elimina el virus. Y además, hay que tener cuidado con estos medicamentos porque el uso generalizado de corticoesteroides tiene efectos secundarios, por ejemplo, la dexametasona no está indicada ante hipertensión severa.

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Teresa Pérez Gracia, catedrática de Microbiología de la CEU UCH.
Teresa Pérez Gracia, catedrática de Microbiología de la CEU UCH.
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