Las propuestas del alumnado de BAT de los diferentes colegios públicos, privados y concertados serán evaluadas por expertos en biomedicina de la CEU UCH

La Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) ha dado a conocer los finalistas de la II Olimpiada de Biología, en la que han participado alumnos de dieciséis centros educativos de la provincia de Alicante, representando a colegios e institutos públicos, privados y concertados. Los proyectos, desarrollados por estudiantes de bachillerato, abordan áreas como la biomedicina, la neurociencia, la genética y la salud pública, con enfoques innovadores que han sido seleccionados para la fase final de la competición.

El certamen busca fomentar el interés por la ciencia desde edades tempranas y proporcionar a los jóvenes una experiencia de acercamiento a la investigación universitaria. Un jurado de profesores e investigadores especializados en biomedicina y ciencias de la salud de la CEU UCH será el encargado de evaluar los trabajos y seleccionar los ganadores.

Según José Miguel Soria, profesor e investigador de la CEU UCH, «los proyectos reflejan el interés de los jóvenes por abordar problemas científicos desde una perspectiva rigurosa y creativa«. En su opinión, “es fundamental que los estudiantes tengan espacios donde puedan aplicar sus conocimientos y desarrollar habilidades de investigación desde bachillerato”.

Una aproximación a la investigación científica desde el aula

Los proyectos finalistas abarcan temáticas de gran relevancia científica y social. Desde el estudio de enfermedades raras y neurociencia hasta el impacto de los hábitos en la salud mental, los trabajos seleccionados reflejan el esfuerzo y la curiosidad científica de los participantes.

Entre los centros que han llegado a la final, algunos han presentado más de un proyecto. Estos son los trabajos finalistas:

  • Santa Teresa de Alicante: «Raras pero reales».
  • Agustinos: «El envejecimiento prematuro».
  • Alberto Magno International: «La miocardiopatía dilatada».
  • Altozano: «Neurobiología del amor» y «Un psicópata, ¿se hace o nace?».
  • Newton: «Insensibilidad congénita al dolor».
  • Santa María Jesuitinas: «¿Pueden nuestros hábitos afectar a nuestra ansiedad?».
  • Sagrada Familia-Elda: «El sueño, clave en el rendimiento deportivo y académico».
  • Padre Dehón: «El gen asesino» y «Más allá del ciclo».
  • IES La Asunción de Nuestra Señora: «Transexualidad» y «Progeria».
  • C.E.B.A.T.: «Manos que guían en el olvido».
  • Aitana: «Cuando el cuerpo pierde su armonía».
  • CEU Jesús María: «El misterio de la Pica» y «Trasplante de órganos».
  • El Valle: «El microbioma intestinal y su relación con la salud mental» y «La atrofia multisistémica y la necesidad de aportar visibilidad a las enfermedades raras».
  • La Devesa: «La epigenética».
  • Ángel de la Guarda: «El futuro de la medicina regenerativa está aquí: de los biomateriales a la biotecnología tisular».

Evaluación por un jurado universitario

Los trabajos serán valorados por un tribunal de profesores e investigadores de la CEU UCH, quienes analizarán aspectos como la originalidad del enfoque, el rigor metodológico, la claridad en la exposición y la aplicabilidad de los resultados.

Soria destaca que «el contacto con el mundo universitario y la investigación supone una gran oportunidad para los alumnos, ya que les permite conocer el proceso científico desde dentro y recibir asesoramiento de expertos en la materia». Además, la evaluación incluirá sesiones de orientación para que los participantes puedan recibir retroalimentación sobre sus proyectos y mejorar su aproximación al trabajo científico.

Un estímulo para las vocaciones científicas

La Olimpiada de Biología del CEU UCH se ha convertido en un referente para la promoción de la ciencia en las aulas, permitiendo a los estudiantes explorar áreas de interés y experimentar la metodología propia del ámbito universitario. “El objetivo de esta iniciativa es acercar la biomedicina a los jóvenes y despertar vocaciones científicas que puedan desarrollarse en el futuro”, explica Soria.

Desde la CEU UCH, se destaca la implicación de los centros educativos en la iniciativa, subrayando el papel clave de los docentes en el desarrollo del pensamiento crítico y la curiosidad científica. Según Soria, “los profesores tienen una función fundamental en este proceso, ya que son quienes impulsan el interés de los estudiantes por la ciencia y los motivan a investigar”.

Para Soria, el nivel de los proyectos finalistas “pone de manifiesto la capacidad de los estudiantes para abordar cuestiones científicas con seriedad y metodología. Además, la evaluación por parte de un jurado universitario supone una oportunidad para que los participantes reciban asesoramiento experto y puedan fortalecer su vocación investigadora”.

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