- La nueva campaña de Manos Unidas quiere promover en la sociedad actitudes y estilos de vida coherentes con una prosperidad compartida, donde el bienestar individual está ligado al de la comunidad y al cuidado del medio ambiente

“Compartir una sonrisa arranca otra, sin perder la primera. Compartir el tiempo, compartir la vida, compartir el pan, beneficia a todos”. Con esta reflexión, presentó el padre José Doménech, consiliario de Manos Unidas Valencia, la nueva campaña de la ONG para 2025. Una campaña con el lema “Compartir es nuestra mayor riqueza”, que quiere promover en la sociedad actitudes y estilos de vida coherentes con una verdadera prosperidad compartida, que tenga en cuenta a las personas y comunidades más vulnerables.
El Palacio de Colomina, sede cultural y social de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Valencia, acogió recientemente la presentación de la nueva campaña. En un coloquio que contó con la participación de María Gómez-Lechón, misionera de las Hijas de la Caridad en Mozambique; Vicente Bellver, de la Comisión Gestora de Manos Unidas Valencia; el padre Doménech, consiliario de Manos Unidas Valencia, y Carmen Puerto, coordinadora responsable de Colomina.
La campaña de la ONG quiere poner en evidencia que la falta de oportunidades para los más vulnerables sigue aumentando en un contexto de gran crecimiento económico. “Nuestro mundo se hace cada vez más desigual y esa prosperidad que medimos con parámetros que van más allá de lo meramente económico, no se distribuye de manera justa”, señaló Bellver.
“Las 26 personas más ricas del mundo poseen tanta riqueza como la mitad de la población mundial”, según datos de las Naciones Unidas
Frente a esta situación, Manos Unidas propone apoyar iniciativas de economía social y solidaria que contribuyan al trabajo decente, a la economía inclusiva y sostenible y a la justicia social.
“Es fundamental que las crisis económicas y los conflictos bélicos no supongan una regresión en los fondos destinados a la cooperación internacional para el desarrollo”, defendieron en la presentación de la campaña.

El valor de la Educación
María Gómez-Lechón, misionera de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, ofreció su testimonio de la difícil situación que sufren los pueblos de Mozambique donde lleva trabajando desde 2003.
Primero desde el Centro de Acogida para los Huérfanos de Sida y, actualmente, en el Hospital Carmelo, la labor de la misionera se ha desarrollado en su mayor parte en educación: “Sin formación no hay futuro”.
En su intervención reflejó la necesidad de situar al prójimo en el centro para superar las desigualdades y caminar hacia una sociedad más justa y solidaria.
