- Tres alumni de Comunicación Audiovisual del CEU han sido galardonados en la tercera edición de estos premios de referencia
El Grado en Comunicación Audiovisual de la Universidad CEU Cardenal Herrera está de enhorabuena. La gran noche del audiovisual valenciano se ha saldado con premio para tres alumni de esta titulación, que recogieron el sábado sus galardones durante una gala extraordinaria, por su importancia para el sector y por las dificultades que conlleva esta pandemia para sus profesionales.
Cristian Guijarro, Leticia Argudo y Celia Riera han ganado, respectivamente, el galardón a la mejor Dirección de Producción por “La boda de Rosa”, el de mejor Sonido por “The Mistery of the Pink Flamingo” y el de mejor Dirección de Fotografía por “La receta del equilibrio” en la tercera edición de los Premios del Audiovisual Valenciano otorgados por la Acadèmia Valenciana de l’Audiovisual y el Institut Valencià de Cultura.
Los tres alumni, que atesoran una trayectoria plagada de éxitos profesionales, se muestran muy satisfechos por este reconocimiento del sector a su trabajo.
“Para mí este premio es muy importante, porque te lo entregan en casa compañeros y compañeras de profesión a los que tanto admiro”, asegura Cristian Guijarro, para quien este galardón “es un regalo del sector, de la gran familia del cine valenciano”.
En similares términos se expresa Leticia Argudo: “Ganar este premio no solo supone un reconocimiento profesional, sino que implica un esfuerzo común en la creación de nuevos referentes y el trabajo diario en busca de la creación de una industria audiovisual más fuerte”, asegura la alumni del CEU, que ha afrontado este reto profesional desde su empresa de sonido, The Last Monkey, fundada junto a otro antiguo alumno de esta universidad, Jorge Flor.
En suma, un premio que supone un respaldo muy importante para los creadores audiovisuales, tal y como corrobora Celia Riera: «Cuando acabé de estudiar, aposté por quedarme en Valencia a pesar de que el panorama audiovisual era desolador. Recibir este premio, por parte de compañeros del sector, es para mí un apretón de manos por el esfuerzo realizado, una puesta en valor de proyectos más pequeños, con equipo reducido, y una oportunidad para dar más visibilidad a las mujeres directoras de fotografía. Sin duda, un empujón para seguir creando industria».
