En el mercado disponemos de preparados elaborados con plantas medicinales útiles para afrontar los desórdenes del sueño y prácticamente desprovistos de efectos secundarios, como explica en este artículo la doctora Encarna Castillo, profesora de Farmacología en los Grados de Ciencias de la Salud de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Castellón
El sueño es un fenómeno fisiológico durante el cual se suspende la interrelación con el medio externo. Se alterna cíclicamente con un estado de vigilia, constituyendo los ciclos de sueño-vigilia que se sincronizan con los ciclos de luz y oscuridad. Para mantener las funciones y supervivencia del organismo hay que dormir un mínimo de 4 o 5 horas cada 24. El resto de horas que dormimos contribuyen a mejorar nuestro bienestar y calidad de vida, pero tanto las necesidades básicas como las opcionales de sueño dependen de cada persona.
El insomnio puede estar causado por una disminución en el número de horas que dormimos o en la calidad del sueño (despertares frecuentes). Para su tratamiento, además de los fármacos con actividad ansiolítica y/o inductora del sueño, que suelen ir acompañados con frecuencia de efectos no deseados, se dispone en el mercado de preparados elaborados con plantas medicinales útiles en el tratamiento de los desórdenes del sueño y prácticamente desprovistos de efectos secundarios. Tres de las plantas medicinales de mayor interés en el tratamiento del insomnio son la amapola de California, la pasiflora, y la valeriana.
‘Tres de las plantas medicinales de mayor interés en el tratamiento del insomnio son la amapola de California, la pasiflora y la valeriana’
Dra. Encarna Castillo, profesora de Farmacología en los Grados de Ciencias de la Salud de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Castellón
La amapola de California es una planta originaria de California y norte de México. Se utiliza tradicionalmente como sedante, ansiolítica y antiespasmódica en el tratamiento sintomático de estados de ansiedad en niños y adultos. Con frecuencia se asocia a otras especies vegetales con propiedades sedantes de uso tradicional como valeriana, hipérico, pasiflora, espino blanco o melisa. Se puede usar en forma de infusión: 2 g/150 ml 3 veces al día; en forma de polvo de planta de 1 a 1,5 g al día repartido en 3 tomas, y como extracto fluido (1:1), 1-2 ml, 1-3 veces al día. Debería evitarse su uso en pacientes con glaucoma, ya que, por su capacidad de inhibir la degradación de catecolaminas, podría aumentar la presión intraocular.
La pasiflora o flor de la pasión (recibe este nombre por la forma en cruz de los estambres que ha sido motivo de asociación con la simbología de la Pasión de Jesús) es una planta trepadora originaria de Sudamérica, donde era utilizada por los indígenas americanos con fines sedantes. Además, el extracto metanólico ha mostrado actividad antibacteriana (inhibe el crecimiento de Helicobacter pylori) y actividad antifúngica. La dosis recomendada es de 1 a 2,5 g en 150 ml de agua en forma de infusión tres a cuatro veces al día.
La valeriana, también conocida como hierba de los gatos (por el olor que desprenden sus raíces atrae a estos animales), crece en países de clima templado. Sus raíces contienen compuestos con actividad sedante e inductora del sueño. La OMS la indica como sedante suave en casos de irritabilidad y excitabilidad nerviosa, acompañadas de alteraciones del sueño. Puede utilizarse como alternativa o posible sustituto de fármacos como las benzodiacepinas. Se recomienda una dosis diaria para adultos de 1,5 a 2 g de polvo de planta o bien de 1 a 3 g como infusión. Para aliviar la tensión nerviosa, inquietud e irritabilidad, la pauta posológica es de tres tomas/día y para mejorar el sueño se tomaría una sola dosis dos horas antes de acostarse. Si se toma inmediatamente antes de acostarse, puede provocar sueño intranquilo.
Ante la falta de datos del empleo de estas plantas medicinales durante el embarazo y lactancia, se recomienda evitar su uso sin control facultativo. Igualmente, debido a la carencia de estudios científicos, no se recomienda la utilización en niños.
Por último, cabe señalar que, como con todas las plantas medicinales, la eficacia y seguridad dependen de su calidad. Por ello deben emplearse preparados normalizados que hayan pasado los controles de calidad indicados por la legislación.
Así mismo, estas plantas medicinales, a pesar de tener una incidencia muy baja de efectos adversos, pueden presentar interacciones con otros medicamentos, por lo que es muy importante consultar con un profesional sanitario antes de iniciar el tratamiento.