Este mes se celebra su día internacional. Como explica la profesora de Magisterio de la Universidad CEU Cardenal Herrera María José Rodríguez Lázaro, los museos proporcionan oportunidades únicas para educar la mirada y el pensamiento de los más pequeños. Además de conservar el patrimonio artístico, ofrecen experiencias estéticas, educativas y emocionales con las que el visitante disfruta, piensa, aprende y valora su herencia cultural.

Las imágenes visuales invaden nuestro día a día, el de jóvenes y niños que empiezan cada vez más pronto a consumir tiempo de pantalla convirtiéndose en espectadores pasivos o viviendo realidades virtuales y aumentadas. El contexto digital en el que se desenvuelven va modelando su forma de actuar y pensar, por lo que cada vez es más necesaria una alfabetización visual que eduque la mirada, que les enseñe a analizar las imágenes y a ser críticos en un mundo que requiere más inteligencia visual que artificial para comprender los retos sociales y proponer soluciones innovadoras.
El Día Internacional de los Museos, que celebramos cada mes de mayo desde 1977, nos recuerda que hay una forma amena y dinámica de educar la mirada y el pensamiento. Porque los museos, además de conservar el patrimonio artístico, ofrecen experiencias estéticas, educativas y emocionales con las que el visitante disfruta, piensa, aprende y valora su herencia cultural.

María José Rodríguez Lázaro. Profesora del Área de Didáctica de la Expresión Plástica los Grados de Educación de la CEU UCH. Licenciada en Bellas Artes. Artista y educadora visual y plástica.
‘Los centros educativos integran las visitas a los museos como alternativa de aprendizaje más participativo, en el que los niños se sienten libres y motivados al interactuar con el espacio expositivo y los objetos’
Los museos son espacios de encuentro, aprendizaje y creatividad que invitan a la contemplación y la inspiración. En tiempos en los que parece que no podemos ralentizar y mucho menos pausar el ritmo de vida diario, es necesario detener la mirada, buscar momentos de contemplación y ofrecer a nuestros jóvenes y niños oportunidades de esparcimiento y aprendizaje que enriquezca sus experiencias. En el museo, las obras de arte son detonantes del conocimiento de la historia y la cultura, que favorecen el pensamiento crítico, creativo y estético.

Una aventura cultural de aprendizaje y creatividad
Los centros educativos reconocen el papel pedagógico de los museos y centros culturales e integran las visitas a sus programaciones como alternativa de aprendizaje menos convencional, más participativo, en el que los niños se sienten libres y motivados al interactuar con el espacio expositivo y los objetos.
A través del juego, la sorpresa y el descubrimiento entrenan la mirada atenta, la memoria visual y la percepción multisensorial, juegan a buscar semejanzas y diferencias, a descubrir texturas, colores, sonidos, olores. Imágenes y objetos cobran vida, cuentan historias que los niños relacionan con sus propias experiencias, lo que les lleva a expresar emociones e ideas a las que dan forma en los talleres con diferentes materiales y técnicas. Y con el arte contemporáneo cuestionan modos de vida, reflexionan e imaginan otras realidades posibles.
‘La educación museística también es una alternativa de ocio familiar en la que los padres socializan y comparten tiempo de calidad con sus hijos’
Pero la educación museística también es una alternativa de ocio familiar en la que los padres socializan y comparten tiempo de calidad con sus hijos. Los museos y centros culturales organizan visitas dinamizadas, actividades didácticas y talleres para toda la familia, como el viaje sonoro que el Museu de Belles Arts de Castelló propone a las familias con bebés de 0-3 años para acercarlos a las obras a través de la música; y las escenografías de juego y experimentación en el interior de cubos gigantes en los que interaccionan con materiales sensoriales; o como las prácticas artísticas multisensoriales del Espai d´Art Contemporani de Castelló, diseñadas para acercar a los más pequeños a sus exposiciones temporales desde el descubrimiento, la experimentación, la música y las emociones; y las propuestas de creación literaria para imaginar y crear historias con las imágenes expuestas.
