Profesora e investigadora del Grado en Farmacia de la Universidad CEU Cardenal Herrera, farmacéutica y primera seglar que asume la responsabilidad de la Delegación de Infancia y Juventud del Arzobispado de Valencia. María Sebastián nos habla del reto que acaba de asumir para acompañar a los jóvenes a vivir su Fe. Un camino de compromiso que ella misma inició desde Juniors MD, y que hoy quiere compartir desde la responsabilidad de esta Delegación, en la que trabajará, codo con codo, con el sacerdote Sergio Pelarda.

«Seamos evangelizadores en lo que hacemos, con nuestros gestos, con nuestra forma de actuar, con todo lo que somos«

María, ¿cómo has recibido la noticia?

  • Cuando me llamó el Arzobispo para proponerme este cargo, fue una sorpresa muy grande. Yo formaba parte del equipo del anterior delegado y cuando regresamos de la JMJ de Lisboa sabíamos que era necesario un cambio. Ha sido un cargo ocupado tradicionalmente por un sacerdote y esto me generaba dudas. Pero D. Enrique me dijo que estuviera tranquila. Es inevitable, en estas ocasiones, sentir el síndrome del impostor, sentir que no te ves capacitado. No era el plan que yo tenía pensado, pero muchas veces los planes de Dios no son los planes de uno mismo. Así que, vamos a escucharle a él.

Es la primera ocasión que un laico, una laica, va a ocupar este puesto, ¿nuevos tiempos?

  • Como dice el Papa Francisco: es momento de cambios. Y los laicos tienen que tener más peso en el seno de la Iglesia. Uno de mis carismas es el compromiso, la capacidad organizativa, y a lo mejor es eso lo que necesitan que aporte desde la Delegación. Que los jóvenes vean que hay otros jóvenes, quizás un poco más mayores, que son capaces de comprometerse y de dedicar su tiempo por ellos.

“Los laicos tienen que tener más peso en el seno de la Iglesia”

¿Cuál es la labor fundamental de esta Delegación?

  • La web nos define muy bien “Red Joven”. Y ese es nuestro objetivo ser una red de sustento a todas las actividades juveniles y de infancia que tenemos en la Diócesis. Colaborar siempre con el resto de delegaciones que forman parte de la vicaría de Evangelización, así como con lo que la diócesis pueda necesitar.

Tener el encargo de animar a los jóvenes a vivir su fe y a compartirla, es un gran reto en la sociedad actual

  • Sergio Pelarda siempre me dice que tenemos que hacer una pastoral de “estar”. Porque los jóvenes no necesitan que les empujemos, solo que sepan que cuando nos necesiten, nos van a encontrar. Nosotros proponemos actividades, ofrecemos todo lo que la Diócesis puede dar. Al final, cada uno vive la Fe dentro de su carisma. No todos vivimos nuestra Fe de la misma forma, ni nos llegan igual todas las actividades. El objetivo es ofrecer el máximo, para que los jóvenes encuentren su espacio.

Motivar, acompañar, ilusionar… claves idénticas a las que tienes como profesora para acompañar a los futuros farmacéuticos en su formación?

  • Sí, estar con ellos, escucharles, conocer qué necesitan y saber también orientarles para que puedan encontrar lo que están buscando. Últimamente lo que más estamos viendo en muchos jóvenes que tienen Fe, que están cerca de la iglesia, es que encuentran esos lugares donde vivir su Fe y se quedan. Como en Mateo 17, 1-9, cuando Pedro le propone a Jesús “…Señor ¡Qué bien se está aquí! Si quieres, haré 3 tiendas”… Muchos jóvenes están ahí, pero se olvidan de que la Iglesia es “una iglesia en salida”, una iglesia que tiene que salir a evangelizar. Evidentemente, tienen que aprender, vivir su Fe con toda la intensidad. Pero todo esto sirve para que cuando salimos de ese momento de Fe dentro de nuestra parroquia, seamos evangelizadores y evangelicemos en lo que hacemos, con nuestros gestos, con nuestra forma de actuar, con todo lo que somos. Una forma de entender la Fe muy cercana al carisma propio de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), fundadora del CEU, y de la Iglesia en general, como dice el Papa Francisco: “somos Iglesia en salida”.

En este reto de animar a los jóvenes a compartir el mensaje, a ser Iglesia en salida, ¿cuánto aporta un fenómeno como el de Hakuna?

  • Tuve la suerte de poder ir al último concierto que hicieron en el WiZink- Center, y sí, es increíble. Lo llenaron, pero luego tenemos las parroquias vacías, ¿dónde están? Creo que los jóvenes de hoy viven mucho la Fe con la música. Es un primer anuncio precioso el que los jóvenes puedan encontrarse con Dios de esa forma. Quizás lo que nos falta es establecer todos esos caminos que necesita la Iglesia para pasar de ese primer anuncio o de ese re-anuncio a jóvenes que ya tenían una Fe previa y se han alejado. Por eso, el acompañamiento es uno de los grandes objetivos de la Conferencia Episcopal Española en cuanto a juventud. Acompañarles en su crecimiento en la Fe, que no se quede en ese gran momento del concierto, en esa adoración que me ha impactado. Queremos las herramientas para acompañarles y que puedan integrarse en una comunidad de Fe.

«Creo que los jóvenes de hoy viven mucho la Fe con la música. Es un primer anuncio precioso«

Con esa idea, con la necesidad del acompañamiento para descubrir o redescubrir la Fe, volvemos al inicio porque esa es la labor la de Delegación de Infancia y Juventud

  • Sí, nuestra labor es intentar generar todas esas herramientas de acompañamiento, formar a la gente de las parroquias para que sepa acompañar a los que llegan nuevos o a los que vuelven a venir cuando se habían alejado. Es una labor que no solo debe de hacer el sacerdote, todos estamos llamados a acompañar a otros.

¿Habéis empezado ya a diseñar una “hoja de ruta” para la Delegación?

  • Nuestro objetivo inicial es intentar visitar toda la territorialidad de la Diócesis. Nos gustaría descentralizar las actividades para llegar a la realidad de toda la Diócesis. Este verano vamos a realizar una peregrinación a la colina de Taizé. Para mí tiene un significado muy especial porque es uno de los inicios de mi Fe. Fue un antes y un después conocer las oraciones de Taizé. Allí viene gente de todo el mundo y es la unión de todos los cristianos, por eso creo que es un buen inicio. El próximo curso, en noviembre, llevaremos a cabo la JMJ Diocesana y en verano, la peregrinación de jóvenes al Jubileo en Roma.

«Este verano vamos a realizar una peregrinación a la colina de Taizé»

  • María, ¿en qué momento decides comprometerte con la Iglesia desde un papel más presente?
  • Vengo de una familia de tradición cristina. Estudiaba en un colegio fuera de mi pueblo, y por eso mis padres me apuntaron a los Juniors de la Parroquia de Sant Bertomeu en Almussafes para que hiciese amigos. Y, de paso, podía crecer un poco en mi Fe. Empecé de niña, y más tarde, como educadora, acompañaba a grupos de chavales. Surgió la necesidad de que fuera jefa del Centro Juniors en Almussafes y acepté el reto. En esos cuatro años, me formé como monitora de tiempo libre, el mismo tiempo que estuve estudiando la carrera de Farmacia en la Universidad CEU Cardenal Herrera. Me pidieron que fuera Delegada de zona en Juniors y decidí seguir. Sumaba, porque me gustaba lo que hacía y trabajaba por los chavales, porque ellos son siempre el objetivo. Fui seis años Delegada de la Ribera y, mientras, terminé mi tesis doctoral. El Delegado Diocesano de Infancia y Juventud, Don Virgilio, me propuso que me sumara al proyecto y hasta aquí.
  • Delegada Diocesana, profesora, investigadora…y farmacéutica, ¿cuántas horas tiene un día para ti?
  • He tenido que dejar otras actividades de voluntariado que realizaba y la media jornada que dedicaba a la farmacia de mi familia, que ahora dedicaré al Arzobispado. Aunque seguiré ayudando en la farmacia de mis padres, en vacaciones o fines de semana, porque es también un tiempo con mi familia.
  • Mirando al futuro, ¿qué retos te has puesto a nivel personal?
  • Hacer todo lo que se necesite, estar en todos los sitios que se necesite, pero dejando un hueco para seguir creciendo. Porque si no nos alimentamos y no bebemos, es muy difícil que podamos dar. Por eso, me he propuesto también estudiar Ciencias Religiosas, una asignatura o dos al año, para intentar seguir creciendo. Porque caemos muchas veces en el error de dar y llega un momento en el que no tenemos más que dar, porque no nos estamos llenando nosotros. Entonces, quiero encontrar ese equilibrio.

¡Enhorabuena María y mucha suerte!

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