Es tiempo de arreglar y organizar, de poner a punto todo el material antes de la llegada de la primavera. Un momento clave para los apicultores. Estos días, César Cortés compagina la atención a sus colmenas con el inicio de las clases del segundo cuatrimestre en la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera.

César ha inaugurado el 2021 con una buena noticia: la consecución de una beca de la Federación Europea de Veterinaria y MSD Animal Health. Una beca que piensa dedicar a sus dos pasiones: la Apicultura y la Veterinaria.

“Es una cosa que no te la esperas. Estar seleccionado entre tanta gente. 36 becas para estudiantes de 39 países. En España 5 becas, 2 para el CEU. La verdad, estoy muy contento!!”

  • César, ¿qué día decides ponerte el traje y empezar en el oficio de apicultor?
  • Creo que tenía nueve años cuando empecé a acompañar más a mi padre al campo. A los 11, ya hacía trashumancia hasta Burgos. La apicultura me viene de familia. Todo empezó en la familia de mi abuelo, cuando vivía en la aldea El Collado, en el interior de Valencia. Tenían sus colmenas para obtener la miel, como edulcorante natural. Mi abuelo empezó como aficionado, mi padre también, pero al llegar yo y gustarme…
  • ¿Cómo es el trabajo con las colmenas?
  • Ahora ha comenzado la temporada y las abejas requieren mayor dedicación para estar fuertes. Entre los cambios de temperatura, el adelanto del calor, luego el frío. Los robos. Cada día es un pequeño reto. Antiguamente, dejabas las colmenas y las abejas hacían miel. Ahora, tienes que estar muy pendiente, porque no hacen miel y además se mueren. Es complejo. Las abejas están al aire libre, es algo que no puedes controlar. Todo, en un radio de 5 kilómetros, les puede influir.
  • ¿Cuántas colmenas tenéis en tu familia?
  • En este momento, sobre las 300 colmenas. Hemos llegado a tener 600, pero este ha sido un año muy malo, ha habido mucha mortandad. Ha sido muy duro, llegar y ver 40 o 50 colmenas muertas en un día…muy duro.
  • ¿Sabéis por qué?
  • Es multifactorial. Nos ha pasado a todos los apicultores, nos hemos quedado con el 50%, otros más. Se habla mucho de la varroa (un parásito) pero no solo. La varroa empieza debilitando, vehiculiza otros patógenos, luego el uso de pesticidas…empiezan las enfermedades en la cría y es difícil de controlar. Y, por supuesto, el cambio climático, ahora hace calor, mañana frío, está lloviendo y luego pasamos a 40 grados. Esto hace que no puedan nutrirse adecuadamente. Luego están las tecnologías. Hay pocos estudios en este sentido, tal vez no interesan. Pero sí es cierto que si sacas un móvil cerca de la colmena, las abejas atacan al móvil. Es lo que veo.
  • ¿Qué tipo de miel producen las abejas de tus colmenas?
  • La miel que más producimos es naranjo, tomillo, brezo, girasol y milflores.
  • ¿Y cómo llega esa miel al consumidor?
  • A través de la cooperativa Melazahar, de Montroi. Somos 30 socios y no se produce mucha cantidad de miel, pero la miel que tenemos es de mucha calidad.

 

  • “Si no salvamos a las abejas, pasaremos hambre” fue el mensaje de Naciones Unidas en el Día Mundial de las Abejas
  • Desde luego, las abejas son un bioindicador.

«Si faltan las abejas es porque no hay un buen estado ambiental, y eso evidentemente pasa factura»

  • También hablaron del papel fundamental de la apicultura, ¿Se traducen estos reconocimientos en el apoyo al sector?
  • En este momento, no. Hay países donde pagan a los apicultores si llevan sus colmenas. Aquí, tenemos que pagar nosotros. Pero, en un mal año, es más lo que tenemos que pagar que lo que podemos ganar. Llama la atención, que en otras comunidades se haya apoyado mucho más al sector apícola. Y eso que la Comunidad Valenciana es la cuna de la apicultura, prueba de ello son las pinturas rupestres de la Cueva de Bicorp.
  • Es indudable el papel de las abejas en la biodiversidad del territorio, y no son pocas las voces que apuestan por la promoción de la apicultura urbana. Precisamente, sobre este tema hablabas en el trabajo que presentaste a las becas europeas.
  • Sí. Un trabajo para conocer los contaminantes ambientales a través del estudio de los zánganos que pueblan las colmenas urbanas. Mi idea es desarrollar este tema en mi Trabajo Fin de Grado.
  • ¿Cómo se puede apoyar la apicultura urbana?
  • Tiene que haber un control por parte de los veterinarios. En Valencia, se puso en marcha un proyecto que ha permitido disponer de colmenas y obtener miel que se ofrece mediante muestras gratuitas. Es muy interesante!
  • César, ¿cuáles dirías que son los retos del sector apícola cara a los próximos años?
  • Para mí hay tres retos fundamentales. Tenemos que aprender a convivir con las abejas, hay que perderles el miedo porque aunque pueden picarte, es más fácil que no te piquen. Segundo, tomar medidas para evitar los robos de colmenas. Y, por último, mejorar el bienestar de las abejas destinando mayores recursos a la investigación de sus patologías.

  • Apicultor y estudiante de tercero de Veterinaria, ¿cómo llevas compaginar trabajo y estudios?
  • No es fácil, pero la Veterinaria es muy vocacional.

«Los veterinarios llevamos en el ADN la solidaridad, y el respeto a la naturaleza. Aunque a veces cueste, estamos haciendo lo que nos gusta»

  • Antes me contabas que participas hasta en 3 clubes de estudiantes, Medicina Zoológica, Ganadería Extensiva y Acuicultura, ¿para cuándo un club dedicado a la Apicultura?
  • De momento, he presentado al decano un proyecto para poner en marcha un colmenar experimental en la Granja de la Universidad. Se trataría de ubicar allí un par de colmenas. Esto nos permitiría acercarnos más al mundo de la apicultura, estudiar la mejora genética, la alimentación….Pienso que sería un buen inicio!!

Seguro que sí!

Enhorabuena César y mucha suerte!!

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