- Ainhoa Uribe, profesora de Ciencia Política del CEU San Pablo, ha urgido a ayudar a los países fronterizos receptores de refugiados y a los refugiados atrapados en Europa
- La experta advierte de que la sociedad siria «está herida de muerte por el odio, el sufrimiento, la calamidad y la dispersión de sus ciudadanos»
«Si se consigue un alto el fuego generalizado en el territorio sirio (algo muy difícil), quedarían aún dos grandes escollos por salvar: de un lado, llegar a un acuerdo de gobierno (imposible a día de hoy); de otro, reconstruir un país absolutamente desolado por la guerra. Lamentablemente ninguno de estos escenarios parece previsible a corto y medio plazo, por lo que, al menos, urge cumplir, por parte de la comunidad internacional, con los compromisos humanitarios y derechos humanos».
Así se ha expresado Ainhoa Uribe, profesora titular de Ciencia Política de la Universidad CEU San Pablo, durante su charla «La dimensión geoestratégica del conflicto en Siria», enmarcada en el ciclo «Los retos de la crisis migratoria: una perspectiva multidisciplinar«, con el que la Universidad CEU Cardenal Herrera pretende aportar un análisis riguroso del fenómeno migratorio actual, abordado desde diferentes puntos de vista.
La profesora Uribe ha afirmado que la recepción de ayuda humanitaria sostenida en el tiempo en Siria es urgente, «como lo es la ayuda a los países fronterizos receptores de refugiados y la ayuda a los refugiados atrapados en Europa«, ha añadido.
En relación al papel de la comunidad internacional, «y muy especialmente la europea», la ponente ha denunciado que no ha estado a la altura de las circunstancias. «La conferencia internacional de donantes de Londres ha recaudado mucho menos de lo que pedía la ONU para la reconstrucción del país, al tiempo que la UE no ha cumplido con el reparto de refugiados acordado y no está dando una respuesta adecuada al drama del exilio sirio«, ha subrayado.
La experta, que ha analizado la compleja historia de Siria desde su existencia como Estado, ha asegurado que, si bien antes la sociedad siria estaba dividida étnica y religiosamente, «hoy está herida de muerte por el odio, el sufrimiento, la calamidad y la dispersión de sus ciudadanos».
Ainhoa Uribe se ha referido a la memoria de la comunidad internacional, «que olvida un caso histórico similar: tras la victoria comunista en Vietnam, cientos de personas huyeron del país en 1975; al principio estuvieron en campos de refugiados en Hong Kong y otras partes de Asia, hasta que consiguieron asilo en Estados Unidos, Europa y Australia. Llegaron sin nada y se adaptaron rápidamente a los países receptores, representando en la actualidad comunidades que han aportado mucho a sus economías nacionales. Lo mismo podría suceder con la población siria».
«La UE no ha cumplido con el reparto de refugiados acordado y no está dando una respuesta adecuada al drama del exilio sirio»
En su opinión la comunidad internacional debe aceptar parte de esos refugiados y exigir a Turquía, Líbano o Jordania que permitan trabajar a los sirios en dichos países destinando parte de la ayuda internacional a terceros países. «Turquía está comenzando a levantar la prohibición, pero queda mucho camino por recorrer», ha afirmado. «Y urge, ha concluido Ainhoa Uribe, una solución de consenso«.
Más información sobre el ciclo Los retos de la crisis migratoria de la CEU-UCH.
