¿Cómo me puede ayudar la ciencia a comprender qué pasa en nuestro planeta?, ¿cómo influyen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en mi vida cotidiana?

Francisco Pardo. Coordinador de los Grados en Educación Infantil y Educación Primaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Castellón. Vocal del Consejo Rector de la Asociación Española de Científicos, AEC.

La ciencia es la herramienta que el ser humano ha creado tanto para comprender el mundo que le rodea como para aplicar esos conocimientos en su beneficio para la evolución.  

Los avances científicos nos permiten hallar soluciones a los nuevos desafíos económicos, sociales y medioambientales con los que construir un futuro sostenible.  

Además, la ciencia ofrece soluciones para los retos de la vida cotidiana y nos ayuda a responder a los diferentes fenómenos de la naturaleza, como la más reciente pandemia, o la erupción del volcán de La Palma, por ejemplo.  

Por todas estas razones, la ciencia requiere ser transmitida como parte de la educación del ser humano, de tal forma que se produzca lo que llamamos “alfabetización científica”. Del mismo modo que aprende a leer, el ser humano necesita comprender qué es la ciencia y qué papel juega en su día a día. La alfabetización científica se entiende, entonces, como la adquisición y desarrollo de competencias relacionadas con la ciencia y tecnología útiles para desenvolvernos en el medio. 

Así, podría decirse que una persona alfabetizada científicamente es aquella capaz de comprender la relación que la ciencia y la tecnología mantienen con el desarrollo de la vida para actuar en consecuencia.  

Compromiso con el entorno

En línea con lo anterior, hace falta una educación en valores que acompañe el proceso de alfabetización. Tanto es así, que la ONU propone, a través de los ODS, el avance científico para concienciar al ser humano de la necesidad de un cambio encabezado por el compromiso y respeto con el entorno.  

Para afrontar los desafíos del desarrollo sostenible, gobiernos y ciudadanos tienen que entender el lenguaje de la ciencia y adquirir una cultura científica. A su vez, los científicos han de comprender los problemas a los que se enfrentan los gobernantes y esforzarse en buscar soluciones pertinentes y comprensibles para los gobiernos y la sociedad en general.  

Muestra de ello es la alfabetización científica que ha tenido lugar durante el comienzo de la pandemia para entender su dimensión e impacto en nuestras vidas, así como la aplicación de medidas y procedimientos eficientes para mitigar los efectos de la COVID-19. Una alfabetización que ha permitido que los ciudadanos seamos capaces de entender qué papel juegan las mascarillas o el lavado de manos en la higiene y prevención de la transmisión de los virus.  

En definitiva, el conocimiento científico ha ayudado una vez más al ser humano a afrontar una realidad propia de la naturaleza y a solucionar los retos que de ella se han derivado.  

Artículo anteriorMás de 250 participantes en la carrera solidaria del CEU de Elche
Artículo siguienteEl diagnóstico precoz del cáncer de mama: nuestro mejor aliado