La ponencia se enmarca dentro del Máster en Violencia Social organizado por la Universidad CEU Cardenal Herrera y patrocinado por la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas
José Sanmartín, rector de la Universitat Internacional Valenciana (VIU), ha afirmado que al contrario de la percepción social, España es un país que está muy por debajo de la media europea en lo que respecta a tasas de violencia en general y de violencia de género en particular pero que “la muerte de una sola mujer, ya es demasiado”.
El rector de la VIU ha realizado estas declaraciones en el transcurso de una conferencia sobre el perfil psicológico del agresor de mujeres ante a los alumnos del Máster en Violencia Social de la Universidad CEU Cardenal Herrera, cuya presentación ha sido realizada por el profesor CEU-UCH de Derecho Penal, Javier García González.
Sanmartín, basándose en estudios del Centro Reina Sofía para el que ha realizado numerosos informes sobre violencia y del que es director, ha asegurado que en España la delincuencia en general es “muy joven” y que la franja de edad donde hay más víctimas de violencia de género es de 14 a 24 años mientras los agresores suelen tener “alrededor de 5 años más”.
Asimismo ha manifestado que la violencia “es consecuencia de un proceso de socialización en el que el agresor se considera una víctima” y ha hecho hincapié en la importancia de acercarse al problema examinando “cómo se forma un agresor” a través de los factores de riesgo (modelo educativo familiar autoritario, permisivo, hiperprotector o democrático) y de los factores de protección (residiencia, definida como la capacidad de respuesta de un individuo ante una adversidad sacando ventaja de ella).
Para Sanmartín, las características comunes a todos los agresores de mujeres son: un punto dicotómico basado en que el mundo está dividido en dos bandos formados por “él por una parte, y por la otra, ella junto a todo su entorno familiar y de amistades”, la interiorización de que la culpa “siempre es del otro” y por último el convencimiento de que por tanto “si le ataco es porque me estoy defendiendo”, que el agresor manifiesta habitualmente con la afirmación “ella me ha provocado”.
Del mismo modo ha añadido que existen factores precipitantes que suponen un riesgo para actuar de forma violenta como es el consumo de alcohol y de sustancias tóxicas que junto con una mala socialización y una distorsión cognitiva puede desembocar en actuaciones violentas hacia las mujeres.
Sanmartín ha concluido la intervención subrayando que la violencia de género no está conectada con la pobreza puesto que en las conclusiones de todos los estudios del Centro Reina Sofía las víctimas “son de todas las clases sociales”.
