• La estudiante ha compartido con los nuevos alumnos la experiencia que vivió el pasado curso: durante la instalación lumínica impulsada desde el CEU para concienciar sobre el excesivo uso del plástico y cuando aplicó esta herramienta pedagógica en un aula real

Sin duda, uno de los proyectos de innovación más vistosos de Magisterio del pasado curso fue el de la instalación lumínica artística, impulsado por María José Rodríguez en la asignatura Desarrollo de la Educación Visual y Plástica y su Didáctica de 4º de Infantil. Un proyecto que nació con el objetivo de enseñar a los futuros maestros a concienciar a los niños sobre el uso diario y excesivo de plásticos, así como sus efectos negativos para el medio ambiente al tiempo que desarrollan su creatividad.

Como no podía ser de otro modo, los buenos resultados de esta iniciativa formativa han animado a la docente a repetir experiencia este curso… pero dando un paso más: promoviendo que sea una de las antiguas alumnas de la asignatura, que participó activamente en esta instalación, quien narrara su experiencia a los estudiantes neófitos en la materia.

Además, esta alumna, María García (que actualmente está cursando el Grado de Primaria y realizando el TFG del Grado de Infantil), tuvo también la oportunidad de realizar su propia versión de la instalación en un aula de Infantil del colegio donde realizó sus prácticas el pasado curso, lo cual la convertía en la persona idónea para trasladar a sus compañeros de carrera la utilidad real, experimentada en primera persona, de esta herramienta pedagógica.

Ella aceptó encantada, y la charla, celebrada el pasado viernes, tuvo una estupenda aceptación por parte de los estudiantes.

La instalación lumínica realizada por los estudiantes de Magisterio del CEU el pasado curso académico

A lo largo de su intervención, la estudiante calificó su experiencia con la instalación lumínica del CEU como “increíble”. “Lo fue tanto para nosotros, los alumnos como para los docentes, ya que hoy en día no es común enseñar a los estudiantes mediante este tipo de herramientas educativas, como son las instalaciones en los centros”, subrayó. “Además, añadió María, fueron a verla muchos alumnos, desde 1º de Infantil hasta 2º de Primaria, y todos quedaron impactados con la mezcla de la luz, el color, las formas y los objetos cotidianos, que tenían un esplendor digno de ver y a la vez educativo”.

‘Me parece muy interesante que los alumnos más veteranos contemos nuestras propias experiencias’

Sin embargo, el aprendizaje que le proporcionó esta original iniciativa formativa de su universidad no se quedó ahí, tal y como explicó: “Cuando conocí esta herramienta educativa, me pareció interesante realizarla en el aula de Infantil. Y, como en ese mismo momento me encontraba realizando las prácticas del Grado, vi la oportunidad perfecta”. “La idea me pareció tan interesante y enriquecedora que me animé y moví cielo y tierra para poder realizarla en mi centro de prácticas”, contó a los estudiantes.

“Una vez me dieron el consentimiento, lo pude llevar a cabo dentro del aula de referencia. Gracias a los conocimientos previos que tenía sobre la instalación y la ayuda de mi tutora, y con los materiales que teníamos por casa (todo reutilizado), elaboramos los diferentes objetos que componían la instalación. Por ejemplo, una lámpara con tiras de bolsas de plástico de diferentes colores, una tira de pequeñas ‘campanas’’ con vasos de plástico pequeños, un cilindro de plástico en su interior con muchos envoltorios de caramelos y con dibujos de animales simulando el océano, y muchos más”, detalló la futura maestra mientras mostraba a sus compañeros el resultado de su instalación.

María García está muy satisfecha por haber colaborado a difundir entre los futuros docentes “una herramienta educativa diferente, donde el alumnado, mediante la metodología activa, aprenda de manera directa, y por medio de la exploración e investigación del entorno, aquel tema que nos resulte relevante, y de este modo educar en valores a los niños y niñas y hacerles protagonistas de su aprendizaje”.

El objetivo: profundizar en las posibilidades educativas de las manifestaciones artísticas contemporáneas comprometidas con las personas y el entorno

“Me parece muy interesante que los alumnos más veteranos contemos nuestras propias experiencias, ya que yo he estado en la misma situación que estos estudiantes y me hubiera gustado tener un referente que hubiera pasado por nuestra misma situación, aunque nosotros contábamos con el gran apoyo de nuestra profesora María José”, concluye la futura docente.

Por su parte, María José Rodríguez también está encantada con la colaboración de esta estudiante en la primera clase destinada a los artífices de la próxima instalación lumínica. “Gracias a la experiencia creadora personal y cercana de María (como persona, alumna y maestra), los estudiantes han podido reconocer y valorar las posibilidades educativas de las manifestaciones artísticas contemporáneas comprometidas con las personas y su entorno”, ha destacado la profesora del CEU.

El éxito de la primera instalación ha animado a María José Rodríguez a consolidar este proyecto
Artículo anteriorLa urgencia de los cuidados paliativos en la sociedad actual, en el ciclo Dies Academicus de la Universidad
Artículo siguiente“Martínez — March también es de Sandra, Pepe y Chari”