El periodista Carlos Dávila ha sido el primer ponente de este ciclo, organizado por la Delegación de Alumnos y el Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala

El rector José Alberto Parejo, junto a Gotzone Mora y Carlos Dávila en la primera sesión de las IV Jornadas de Terrorismo.

Dar cabida y voz a las víctimas del terrorismo. Este es el objetivo subrayado por el rector de la Universidad CEU Cardenal Herrera, José Alberto Parejo, para inaugurar las IV Jornadas sobre Terrorismo, organizadas por la Delegación de Alumnos de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas y el Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala. Según manifestó el rector, con esta actividad se demuestra “el compromiso de nuestros alumnos con el problema del terrorismo y con los sentimientos de las víctimas; ellas son lo mejor de nuestra sociedad, por su capacidad de entrega y sacrificio y por su renuncia al odio”.
Junto al rector, la catedrática de Sociología de la Universidad del País Vasco y actual secretaria autonómica de Inmigración y Ciudadanía de la Generalitat Valenciana, Gotzone Mora, quiso estar presente también en la inauguración de estas Jornadas, en las que participa como ponente. En sus palabras expresó el sentimiento de olvido por parte de la sociedad española que las víctimas del terrorismo experimentan en los últimos tiempos: “Aunque no haya muertos hay sufrimiento. El Gobierno y los medios han minimizado la acción de ETA porque ya no mata, pero cientos de miles de personas siguen sufriendo y viviendo con miedo. Mi compromiso es hacerles visibles y espero que los jóvenes que asistan a estas Jornadas decidan también trabajar por este msmo compromiso”.

La responsabilidad del periodista
En la primera ponencia de las Jornadas, el periodista Carlos Dávila se dirigió como “colegas” a los estudiantes que abarrotaban el Aula Magna de la Facultad para recordarles que en la información sobre terrorismo “no se puede ser objetivo, hay que ser honrado y hay que estar en contra, porque no hay idea política que justifique el asesinato, la extorsión o el miedo”. Para Dávila, “la responsabilidad social del periodista es no subvertir la verdad, no mentir nunca, ni siquiera en la difusión de las ideas propias y escuchar y respetar a las fuentes. Hoy en los medios se miente con impudicia”.
El periodista también se refirió a la subversión de los términos utilizados para referirse al terrorismo, igualándolos a los de cualquier conflicto bélico: “La tergiversación del lenguaje nos conduce a la metamorfosis del problema: en el País Vasco no hay un conflicto, hay un grupo terrorista que cree que puede retar al Estado español”.
Con respecto a la negociación con ETA, Dávila señaló que es necesario denunciar la gran mentira de que “por la paz vale todo”: “En una negociación de igual a igual, el Gobierno pierde su legitimidad, su honor y su vergüenza. Negociar las exigencias de los delincuentes es ser cómplice de los delincuentes”.

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