La CEU UCH en Elche organiza un encuentro que pretende ser un espacio para el conocimiento mutuo y el respeto al “otro”
La jornada se realizó en colaboración con Elche Acoge y dentro del convenio con la Dirección General de la Diversidad de la Generalitat Valenciana
En un mundo cada vez más interconectado, la diversidad cultural es una realidad ineludible en todos los espacios de la sociedad, especialmente en los ámbitos educativos. Ante este panorama, la Universidad CEU Cardenal Herrera de Elche se posiciona como un agente activo en la promoción del respeto y la inclusión a través de sus Jornadas sobre «El Valor de la Diversidad Cultural«, que se celebraron el pasado jueves 14 de noviembre, al la que asistieron más de 150 personas, entre alumnado del Grado de educación, Infantil y primaria y Doble grado, y numerosos representantes de la entidad Elche Acoge, fundamentalmente técnicos y miembros del equipo directivo.
La iniciativa surge en un contexto donde la universidad no solo ha visto aumentar la cantidad de alumnos internacionales, sino también la necesidad de crear un ambiente que refleje y respete esa pluralidad cultural. «En nuestras aulas conviven diariamente estudiantes de diversas nacionalidades, lo que enriquece el aprendizaje, pero también presenta desafíos de integración y convivencia que debemos abordar», explica Juana María Sánchez, una de las organizadoras del evento y miembro del Servicio de Orientación Universitaria (SOU). María Ángeles Jaén, también organizadora, agrega: «Estas jornadas son una respuesta a esa diversidad, ofreciendo un espacio para que tanto estudiantes como profesorado profundicen en el conocimiento mutuo y en el respeto que la convivencia requiere.»
Tanto Juana como María Angeles destacaron el éxito de esta primera iniciativa y las felicitaciones que recibieron por parte de Elche Acoge. “Nos trasmitieron en todo momento el enorme valor y la importancia de crear estos espacios de reflexión y de formación en valores, dirigidos a los estudiantes universitarios como futuros agentes de cambio social y de protección ante situaciones de discriminación”, aseguran. Para estas expertas, “es fundamental seguir promoviendo espacios dentro de la universidad destinados a la reflexión y al intercambio de experiencias. Sensibilizar a nuestros estudiantes en el respeto a la diferencia, fomentar la convivencia y valorar la diversidad cultural como una riqueza para construir juntos una sociedad más justa y equitativa”.
Un itinerario de aprendizaje y reflexión
La jornada arrancó con la sesión de bienvenida con Juana María Sánchez y María Pascual, vicedecana de Educación, seguida de la presentación de las jornadas, donde se establecieron los objetivos y se contextualizó la importancia del evento. Posteriormente tuvo lugar a conferencia inaugural, a cargo de Ángeles Rodes Lafuente y Natividad Aliaga Ribes, quienes hablaron sobre la discriminación normalizada y la importancia de la sensibilidad cultural en el tratamiento de la información.
El programa incluyó también una mesa redonda en la que participaron expertos discutiendo sobre los retos actuales en la integración y el respeto a la diversidad en diferentes esferas de la sociedad. Posteriormente, los asistentes participaron en varios talleres interactivos, incluyendo la «Biblioteca Humana», donde personas de diversos orígenes compartieron sus experiencias personales en un formato que promueve la empatía y el entendimiento directo.
La Biblioteca Humana: un encuentro con historias reales
La «Biblioteca Humana» es una innovadora actividad en la que los ‘libros’ son personas reales que cuentan sus historias, desafiando prejuicios y fomentando el diálogo. «Esta actividad permite a los estudiantes no solo escuchar sobre la diversidad sino experimentarla de forma directa, a través del relato vivo de quienes han atravesado por situaciones de migración, discriminación o integración«, comenta Sánchez. La interacción personal es una herramienta poderosa para transformar la percepción y fomentar un ambiente más inclusivo.
Además de las actividades interactivas, la jornada se centró en ofrecer a los participantes estrategias prácticas para manejar la diversidad en sus futuros entornos profesionales y personales. Los talleres y discusiones están diseñados para equipar a los estudiantes con habilidades prácticas en mediación intercultural, comunicación inclusiva y liderazgo en entornos diversos. Este enfoque práctico es esencial para preparar a los futuros profesionales para un mundo laboral que valora y requiere competencias interculturales.
Un compromiso con la formación integral
El evento está enmarcado en un convenio con la Dirección General de la Diversidad de la Generalitat Valenciana y cuenta con el apoyo de la Fundación Elche Acoge, una entidad que lleva 30 años trabajando por la inclusión de personas migrantes y refugiadas. La colaboración con Elche Acoge no solo refuerza el contenido del programa, sino que también proporciona un testimonio de la importancia de la labor continua en pro de la inclusión.
Y es que esta asociación destaca como mediador intercultural, “un papel de suma importancia ya que propicia espacios de encuentro entre culturas, realiza acciones de sensibilización entre la población autóctona con el fin de acercar la realidad migratoria, trabaja con la población migrante para que también conozcan la cultura de aquí y puedan participar de forma activa en la nueva sociedad de acogida, y paralelamente y de forma constante, la organización lleva a cabo tareas de incidencia política y mediática con el objetivo de visibilizar la realidad migratoria y eliminar así estereotipos y discursos de odio, generando un clima de tolerancia, solidaridad y justo”.
En esa línea, Juana María Sánchez destaca que la diversidad cultural, lejos de ser un desafío, “es vista aquí como una oportunidad para enriquecer la educación y fomentar un entendimiento más profundo y compasivo entre las personas, independientemente de su origen”. Según María Ángeles Jaén, «las jornadas son solo el inicio de un compromiso más amplio con nuestros estudiantes y la sociedad para valorar y celebrar lo que cada cultura aporta al tejido de nuestra comunidad universitaria«.
