Yolanda Noguera, profesora en la CEU-UCH de Elche y experta en fisioterapia pediátrica, reivindica la importancia de esta figura en el cuidado de la salud de los más pequeños

Fisioterapia pediátrica clave en el crecimiento de los niños

“Tratamos niños que tiene problemas a la hora de ponerse de pie, o les cuesta sentarse. Aquellos que no van adquiriendo los ítems motores en su forma y en su tiempo. Les estimulamos y les ayudamos a quitar esas limitaciones que pueden afectar, por ejemplo, al equilibrio o la posición de los pies a la hora de apoyarse”. Aunque es amplia, pero también desconocida, la fisioterapia pediátrica es clave en el crecimiento de los niños. Así lo reivindica Yolanda Noguera, profesora en el grado de Fisioterapia del CEU de Elche y experta en la atención a bebes recién nacidos y niños en etapas tempranas de crecimiento.

Alteraciones digestivas, intestinales, el famoso cólico del lactante, las alteraciones craneales de los bebés o el tratamiento de niños con patologías severas, como parálisis cerebrales, espinas bífidas. El trabajo del fisioterapeuta pediátrico alcanza preferente estos tratamientos que, en muchos casos, también mejoran la vida de los padres. “Por ejemplo, el cólico del lactante, que provoca llantos en el niño, que los padres no descansen. Desde una visión del fisioterapia y osteópata pediátrico conseguimos aliviar los cólicos en una o dos sesiones”, asegura Noguera.

Pero también las alteraciones craneales de los bebés, quitándoles un poco de tensión del cuello y pequeñas molestias que les impiden descansar correctamente. Y aconsejando a los padres. “Mejoramos no sólo la forma de la cabeza, para que el nene pueda moverse con libertad, sino que muchas veces solucionamos problemas de lactancia. Cuando tenemos un bebé que sólo gira hacia un lado provoca que sólo haga tomas de un pecho y no de los dos”.

La importancia de la prevención temprana

Existen, a su vez, momentos en los que el papel del fisioterapeuta pediátrico se revela esencial en el desarrollo futuro de los bebés. “El parto es un momento muy complicado, muy complejo. Es un momento de pasar por un canal muy estrecho. A veces los niños son muy grandotes, y todo ese tránsito, todo ese camino hacia fuera del útero deja pequeñas alteraciones, de movilidad o musculares. Por eso es importante que los bebés pasen una revisión a los pocos días de nacer para comprobar si les ha quedado alguna pequeña tensión del embarazo, del parto. Es fundamental que vayamos instaurando esa revisión para evitar problemas posteriores”, apunta esta experta.

Asimismo, la fisioterapia pediátrica tiene un apartado importante de tratamiento de niños con patologías severas, como parálisis cerebrales, espinas bífidas, que va a marcar la vida de ese niño o niña. “Trabajar con bebés implica disfrutar mucho, pero tratar con niños con problemas neurológicos afecta mucho emocionalmente al fisioterapeuta. Y hay que saber no llevarte a casa esas preocupaciones por un bebé que observas que le cuesta evolucionar”.

“Lo que hacemos al final es intentar mejorar la calidad de vida tanto de los bebés como de los niños, y también de los padres. Con la fisioterapia pediátrica evitamos la colocación de un sistema ortopédico, tipo casco o corsé, durante su crecimiento”.

Cuando acudir a un fisioterapeuta pediátrico

  • Alteraciones de los pies. El hecho de tratar a un bebé desde el primer momento, cuando nos encontramos por ejemplo con una alteración de los pies. Muchas veces se dice: “no hay que preocuparse, esto es del embarazo, luego se corrige”. Sin embargo, puede dificultar a la larga que el niño camine bien, que se ponga de pie correctamente, que tenga que utilizar posteriormente un tipo de zapatos o plantillas ortopédicas. O que no consigan nadar, o que corra y se caiga muchas veces.
  • Cólico del lactante. He visto niños con 8 meses, que se alimentan con fruta y cereales, y que siguen teniendo cólicos del lactante, con problemas intestinales. Niños que no duermen bien, les cuesta hacer deposiciones. Una de las grandes consecuencias de no tratar a los niños desde bien pequeñitos es el descanso. El descanso es fundamental. Si tienes un niño que tiene molestias a nivel muscular o estomacal es un niño que no va a descansar bien. Y un niño que no descansa bien es un niño inquieto, es un niño irritable, que va a llorar mucho.
  • Deformidades craneales. Muchas veces vemos, en los primeros días de vida, que tiene una tendencia muy marcada y lo que hacemos es evitar que en un futuro ese niño tenga que llevar un casco ortopédico que le corrija a medida que crece la cabeza. Evitamos también, con niños más mayores, las escoliosis, las deformidades. Porque los huesos de los niños crecen muy rápido. Crecen, como dicen una mama, por fascículos. El hueso crece muy rápido, pero lo que es el tejido blando no crece tan rápido, necesita un tiempo de mayor ajuste y eso va a generar tensiones que va a hacer que el niño coja su posición cómoda. Muchas veces esas escoliosis si se tratara desde pequeñitos estiraríamos el músculo y no generarían esas tensiones y los huesos no crecería doblados.
  • Lesiones deportivas. También tenemos problemas con niños que hacen deporte, que entrenan 3 ó 4 días a la semana, juegan el fin de semana. Y entrenan casi como profesionales y estamos viendo lesiones muy graves de adultos en niños pequeños. Esto se produce porque no estiran lo suficiente o no se les trata cuando tienen lesiones por la creencia de que son de goma, de que no lo necesitan.  Hay que estirar muy bien y hacer una recuperación de esa musculatura que están utilizando muchos días a la semana en los entrenamientos y en los partidos.
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