Alfredo Dagnino: “Las posibilidades del CEU son inmensas, siendo fieles a nuestra vocación y a nuestras raíces”
El acto de apertura del curso 2008-2009 en la Universidad CEU Cardenal Herrera ha estado presidido por el Gran Canciller de la Universidad, Alfredo Dagnino. Ante los retos que plantea la nueva ordenación europea de las enseñanzas universitarias, el presidente de la Fundación CEU San Pablo ha señalado en su discurso: “Nuestras posibilidades son inmensas sin perder de vista nuestra auténtica vocación, siendo fieles a nuestras raíces y tradiciones”, tal y como han hecho las Universidades más prestigiosas del mundo, como Harvard, Yale, Oxford o Cambrige.
“Debemos estar a la altura de nuestra historia y de nuestra tradición en la finalidad de formar a sucesivas generaciones en la excelencia, el liderazgo y los valores del humanismo cristiano”, ha señalado Dagnino en el contexto del 75 aniversario que la institución celebra este año.
En sus palabras, el presidente ha agradecido a los alumnos que en toda España se incorporan al proyecto del CEU su opción por “una formación integral, que armoniza ciencia, técnica y humanidad para formar buenos profesionales y hombres libres e íntegros, que desde la firmeza de sus principios y creencias no sucumban al nihilismo, al relativismo, ni al positivismo de esta sociedad”.
El eje del proyecto educativo del CEU, ha recordado Alfredo Dagnino, es “la dignidad de la persona humana”, y su objetivo, “formar jóvenes consistentes, como “roca” en la que edificar una sociedad más justa y verdadera, digna de la condición humana”.
Servicio a la Iglesia
El presidente ha destacado que en esta misión de formación de hombres para la vida pública, de líderes al servicio del bien común, el CEU ha cumplido 75 años, como obra de la Iglesia, de una asociación apostólica casi centenaria de fieles laicos, la ACdP, “que ha estado y estará siempre al servicio de la Iglesia por encima de cualquier asunto de carácter temporal”.
Entre las obras educativas de esta Asociación, la Cardenal Herrera, “como universidad católica y no simplemente de inspiración cristiana, persigue la sintonía entre fe y cultura de acuerdo con su doble identidad, de Universidad y de católica”. Una misión que asume “con honor”, según ha señalado su Gran Canciller, “puesto que el destino de la Iglesia y del mundo está en el diálogo fe-cultura y la Iglesia investiga los misterios del hombre y del mundo a través de sus universidades católicas”.
La misión del maestro
En esta labor, Alfredo Dagnino ha afirmado que el papel de los profesores no se limita sólo a su competencia científica, sino que implica también su compromiso y ejemplo de vida para los alumnos: “No hay tarea más trascendente y honda que la formación de los jóvenes en tiempos de “emergencia educativa”, en palabras de Benedicto XVI; en momentos de honda preocupación social por la educación”. Por ello, el Gran Canciller de la Universidad ha pedido a los profesores de la CEU Cardenal Herrera: “No os canséis de perfeccionar vuestros conocimientos día a día, no seáis sólo docentes, sino también maestros; que vuestra enseñanza se prolongue en vuestro trato personal con los alumnos”.
