Estudiantes de Odontología y Dentistry de la Universidad CEU Cardenal Herrera han podido conocer más en torno a la cirugía oral pediátrica de la mano del Dr. Suraj Vatish, antiguo alumno de la Facultad.
Desde su experiencia en España y Reino Unido, el Dr. Vatish ha hablado a los futuros odontólogos de la importancia de abordar los problemas de frenillo lingual desde temprana edad, poniendo al paciente en el centro de toda intervención.
“Mi enfoque consiste en investigar antes de intervenir, y conocer al paciente para ofrecer un tratamiento personal y holístico”
¿Cómo ha sido la experiencia de regresar a la Universidad?
Me he sentido como si estuviera volviendo a casa. Tengo muy buenos recuerdos de mi época como alumno aquí y siempre he mantenido contacto con muchos profesores. Los alumnos me han recibido con los brazos abiertos.
¿Te gusta la docencia?
Es la primera vez que doy clase a los futuros odontólogos. Normalmente, doy clases a otros profesionales de la Salud como matronas, asesoras de lactancia, algunos osteópatas y fisioterapeutas.
¿Cómo recuerdas tu paso por las aulas?
Llegué al CEU por recomendación, en 2010. En ese momento, no hablaba ni una palabra de español, pero pensé: «Voy a dejar Londres porque aquí tengo mucho más sol”, y, además, me enamoré de Valencia desde el principio. Fue la mejor decisión que pude tomar. Aprendí otro idioma y una forma diferente de trabajar y aprender. Siempre estoy atento para evaluar cómo puedo ayudar a los pacientes.
El paciente, siempre en el centro
Has trabajado en Madrid y actualmente en Reino Unido, ¿es diferente la forma de abordar esta especialidad?
En Inglaterra, matronas y asesoras de lactancia abordan el problema del frenillo sin tener una formación especializada. En España, la situación es muy diferente. Aquí, los profesionales enfrentan más desafíos, se encuentran con problemas de niños con mala pronunciación, dificultades de concentración y patologías del sueño.
La gente ante este problema no tiene claro a dónde acudir, lo que resulta en diagnósticos incorrectos. Como odontólogos debemos evaluar la cavidad oral y todas sus funciones, incluida la respiratoria, priorizando siempre al paciente, es decir, situándolo en el centro y evaluándolo en conjunto. Por eso, mi enfoque consiste en investigar antes de intervenir y conocer al paciente dando un tratamiento personal y holístico.
Tratamos de mejorar la tonificación de la lengua, fomentamos cambios en la calidad del sueño y promovemos la respiración nasal como primera opción. Luego, evaluamos si estos cambios están surtiendo efecto o no.
Entonces, ¿hay una necesidad de formar especialistas?
Sí. Hace mucha falta un seguimiento adecuado, ya que, por falta de profesionales, tras la intervención, no se lleva a cabo un seguimiento continuo lo que ocasiona que los niños continúen teniendo problemas.
¿Qué implicaciones puede presentar esta patología?
Cuando el bebé presenta esta patología, experimenta frustración durante la lactancia, lo que dificulta mantenerlo en el pecho. Además, tiende a quedarse dormido mientras mama, lo que puede provocar reflujo y cólicos.
Posteriormente, los niños afectados por este problema de frenillo tienen la lengua posicionada hacia abajo en la boca, lo que desencadena problemas respiratorios. Esto, a su vez, conduce a dificultades para conciliar el sueño, ya que se activa el sistema nervioso, segregando adrenalina durante el descanso. De este modo, el cuerpo del niño no descansa adecuadamente.
Físicamente, estos niños están sometidos a más esfuerzo que otros, ya que la lengua restringida afecta al diafragma, la mandíbula, el cuello y la fascia conectada al cuerpo, generando una tensión significativa. Esta tensión se propaga por todo el cuerpo, y por esta razón, a menudo remitimos a los pacientes a osteópatas y otros profesionales que nos ayudan a abordar este problema de un modo multidisciplinar.
¿Cuál es el mejor tratamiento?
Cuando se trata de bebés, el enfoque inicial es la cirugía que se complementa con otro tipo de tratamientos para obtener un buen resultado. Por este motivo, es esencial seguir más pasos después de la cirugía para abordar todos los problemas. Se debe prestar atención a la cicatriz y, además de consultar a un osteópata y a un asesor de lactancia para aprender cómo lactar adecuadamente.
En el caso de pacientes mayores, se realiza una terapia previa conocida como terapia funcional, que se enfoca en condicionar la lengua para que se mueva eficientemente en toda la boca. Luego, se evalúa la necesidad de cirugía si la lengua no se posiciona correctamente.
Dedicación constante al estudio y mejora continua
Los estudiantes que deseen seguir tus pasos y ser odontólogos especialistas en cirugía, ¿qué pasos deberían seguir?
Deben tener una comprensión clara de sus metas, ya que dentro del ámbito odontológico existen diversas fases. Lo que siempre aconsejo a aquellos que aspiran a ser cirujanos es que se acostumbren a la posibilidad de que, a pesar de haber estudiado y preparado un caso minuciosamente, las cosas no siempre saldrán como se espera. En mi experiencia, he visto cirujanos que no saben cómo reaccionar ante contratiempos, y es esencial estar preparado para ese escenario.
Siempre enfatizo la importancia de aprender de otras personas y de casos previos. Realizar la mayor cantidad de cursos de formación especializada posible.
«Además, la dedicación constante al estudio y la mejora continua son aspectos fundamentales para alcanzar el éxito»