Especialistas de referencia han reflexionado en este foro, abierto a la sociedad, en torno a la adicción de los menores a las pantallas y a la pornografía, la huella digital, la educación cívica, la innovación o la inclusión, entre otras cuestiones

Álbum fotográfico del congreso

El director del CEU del Castellón, el decano de la Facultad de Humanidades, el director de EducaLIKE y el vicedecano del campus y organizador del congreso, antes de la inauguración

Numerosos maestros, familias y estudiantes y profesores de Magisterio se han dado cita este fin de semana en el congreso “La educación, una puerta a la esperanza” que ha organizado el CEU de Castellón en el Real Casino Antiguo. Un foro en el que especialistas de referencia han reflexionado sobre algunos de los principales desafíos educativos que afronta hoy la comunidad educativa.

El encuentro arrancó con la conferencia de Guillermo Cánovas, director del Observatorio para la Promoción del Uso Saludable de la Tecnología–EducaLIKE.

El profesor y experto en temática adolescente subrayó el peso de la reputación digital en el futuro de los jóvenes. “La información que ofrecen en Internet es visualizada por personas que decidirán sobre su acceso a empresas y entidades que otorgan becas”, señaló este especialista, que recibió el Premio UNICEF 2013 por su labor en favor de la infancia.

“La huella y reputación digital de un joven no se crea solo con lo que él publica, sino también con lo que otros publican sobre él, más su ecosistema digital. Es decir: la información que deja en sus interacciones en la red. Además, advirtió el ponente: «Ahora la Inteligencia Artificial permite trazar un perfil psicológico de un joven a partir de la información que él y otras personas facilitan. Desde los pronombres que utilizamos hasta las ideas que manifestamos permiten trazar dicho perfil”.

Adicciones comportamentales

La relación de los jóvenes con el entorno digital centró también gran parte de la intervención del Dr. Juan Gil Nogués. El psicólogo y representante en Valencia de DaleUnaVuelta.org abordó las adicciones comportamentales a las que están expuestas las nuevas generaciones: desde videojuegos a redes sociales pasando por pornografía y apuestas.

“Las redes dan acceso a contenido sexual explícito, y saltar de ahí al consumo de pornografía es relativamente fácil”, advirtió el especialista. «Los padres tienen que estar muy bien formados y buscar medios de formación, personas que sepan, incluso, sobre temas tecnológicos, aplicaciones y cómo introducir y hacer uso del teléfono o las pantallas en casa. Son cosas muy básicas, pero que muchos padres no son capaces de ver o no le dan la importancia que tiene porque, ‘como todos lo hacen’, les parece que está bien», explicó. «Y yo creo que ahí está el error. Mi hijo es mío y lo educo yo, no lo educan las pantallas» subrayó.

El Dr. Nogués también aconsejó a los padres elegir centros educativos que sean una continuación de lo que desean para sus hijos, practicar una comunicación de confianza y temprana sobre sexualidad, así como estar pendientes de ellos. “No tenemos ni idea de lo que sufren, de lo que ven, de lo que oyen, de la cantidad de inputs constantes y continuos que tienen. Y hay que estar atentos”, recordó.

Ciudadanos del futuro

Por su parte, la catedrática y directora del Grupo de Investigación Educación, Ciudadanía y Carácter (GIECC) de la Universidad de Navarra, Concepción Naval, abordó las claves de la educación cívica, vital para alcanzar “una sociedad equitativa e inclusiva, donde la participación activa en los procesos democráticos es un pilar fundamental para la cohesión social”.

«Las tendencias recientes en los países de la OCDE muestran un descenso en la participación cívica, marcado por la disminución de la participación electoral, el aumento de las disparidades socioeconómicas en la participación política y una creciente desconfianza en las instituciones públicas», recordó la Dra. Naval, que también subrayó que aprender a ser un buen ciudadano «es una tarea que dura toda la vida, un conocimiento práctico que implica no sólo inteligencia para comprender qué rasgos mejorarán nuestra vida en sociedad sino también la intención de ponerlos en práctica. Es decir: un carácter cívico que conoce los límites morales que la realidad humana posee”.

Con la comunidad educativa 

Además de las conferencias magistrales, el congreso incluyó mesas redondas para debatir sobre otros temas de interés en el ámbito educativo.

El primero de estos encuentros estuvo protagonizado por investigadores y docentes del CEU de Castellón, que compartieron con los asistentes algunas experiencias exitosas de investigación e innovación en torno al estrés familiar en menores con TEA, las adicciones a pantallas, la metodología de Aprendizaje Servicio, las dificultades de lectoescritura, así como el proyecto InnoVamécum.

El sábado por la tarde fue el turno de los expertos de los centros escolares. En la primera mesa, que contó con la intervención de representantes de los centros educativos San Cristóbal, Bisbe Pont, Mater Dei y CEIP Boqueres, puso el foco en el desafío de educar en comunidad.

El segundo coloquio, en torno a la innovación educativa, contó con la participación de expertos del IES Miralcamp, el colegio Nuestra Señora de la Consolación y el International English School of Castellón.

Escalera y alianza

Este primer foro de reflexión en torno a los desafíos de la educación fue inaugurado por el decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad CEU Cardenal Herrera, José Manuel Amiguet. «En este congreso profundizaremos en lo que significa esa frase hecha que asocia la educación al futuro de la sociedad y que, en una de sus dimensiones, suele expresarse con la metáfora de un ascensor social”, afirmó. “En el CEU, sin embargo, entendemos la educación como una escalera, que incorpora una diferencia: el esfuerzo y la autonomía de la persona. El maestro guía al estudiante, pero debe ser este el que sube por sus propios medios y capacidades”, señaló el responsable académico.

Por su parte, durante la clausura del evento, el profesor Emilio García, Adjunto al Vicerrector de Investigación, corroboró la oportunidad del título del congreso. «La educación, efectivamente, es una puerta abierta a la esperanza. Y, juntos, podremos afrontar los retos de una sociedad donde, como en La Odisea de Ulises, las adicciones y otros cantos de sirena ponen a prueba la fortaleza del carácter», aseguró.

“Cuando lo ideamos, no solo queríamos continuar reflexionando junto a los colegios sobre los desafíos de la educación, sino abrir el diálogo a las familias, con las que todos los docentes compartimos el objetivo de educar a las nuevas generaciones”, subraya Francisco Pardo, vicedecano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación del CEU de Castellón, que ha impulsado este primer congreso de educación.

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