Loli Botía, profesora de Magisterio y con una dilatada experiencia en la integración educativa, advierte de cambios en la enseñanza, auspiciados por los ODS de Naciones Unidas

Loli Botía asegura que es el momento de la educación inclusiva

Enseñar el mismo contenido, al mismo tiempo, con la misma metodología a todo el alumnado parece que va a llegar a su fin. En realidad, esta recomendación de la UNESCO para alcanzar una educación de calidad para todos se convierte en un desafío para la comunidad educativa. Para Loli Botía, profesora de Magisterio en la CEU-UCH, es el momento de la Educación Inclusiva, de poner en valor la diversidad de las aulas. Desde su experiencia, asegura que es necesario superar el modelo educativo de integración y centrarse en la inclusión. Además, reconoce que ha llegado el momento de que los profesores dejen de ser protagonistas y que su papel sea el de “guías”, de orientadores. “Estamos en ese tiempo fascinante de cambio dónde se transita del educare al educere”.

¿Cuáles son las necesidades de los niños y niñas que precisan de educación inclusiva?

Podemos decir que se ocupa de proporcionar respuestas adecuadas en todo el abanico de necesidades educativas, tanto en contextos pedagógicos escolares y extraescolares. Y es que hablar de inclusión es entender que todos somos diversos. Y eso nos enriquece. Por ello, identificar inclusión con discapacidad o Educación especial, es un error. El concepto inclusión se fundamenta en la diferencia entre los seres humanos, los ritmos de aprendizaje distintos, sus diferentes motivaciones, capacidades, condiciones personales particulares. Por lo tanto, deben ser los sistemas educativos los que estén diseñados teniendo en cuenta la amplia diversidad.

¿Qué pueden y/o deben hacer los maestros que atienden a estos niños y niñas?

En mi humilde opinión creo que debemos estar más preparados que nunca porque estamos delante de un cambio universal en la educación. El objetivo 4 de los ODS de la ONU ya lo advierte: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Debido a ello hay un compromiso de muchos países, entre ellos España, para tener como horizonte el año 2030, como se acordó en el Foro Mundial de la Educación. Por lo tanto, es fundamental que el cuerpo docente asuma que acabó la etapa dónde entendíamos que había que enseñar el mismo contenido, al mismo tiempo, con la misma metodología a todo el alumnado.

¿Por ejemplo?

A partir de ese cambio metodológico, es el momento de estar al corriente en el diseño de unidades didácticas accesibles desde su inicio. También de implementar distintos accesos al contenido, de usar diferentes metodologías más activas. Como consecuencia de ello, hemos dejado de ser los protagonistas, los “poseedores del saber”. Ahora nos toca ser guías de cada proceso, orientadores que indican cuál es el acceso, que promuevan la participación y el aprendizaje a cada niño y a cada niña. Estamos en ese tiempo fascinante de cambio dónde se transita del educare al educere.

Con sus alumnas de Magisterio donde trabajan para impulsar la Educación Inclusiva

¿Por qué es el momento de la Educación Inclusiva?

¿Qué es lo que aprenden y cómo lo pueden poner en práctica los futuros maestros sobre Educación Inclusiva?

Desde los Grados de Educación Infantil y Primaria del CEU, los diferentes docentes somos conscientes de la importancia de este cambio de paradigma de modelo educativo. Y, como consecuencia de ello, vamos introduciendo en nuestras asignaturas la reflexión sobre lo que significa la inclusión de todo el alumnado. Aspecto fundamental, a mi juicio, para entender y asumir lo que significa atender a la diversidad. Del mismo modo, implementamos en las distintas asignaturas metodologías activas centradas en el alumnado con el fin de afianzar las competencias de los estudiantes en cada materia: el Aprendizaje cooperativo, el Diseño Universal de Aprendizaje, el Aprendizaje basado en Proyectos, Flipped Classroom o aula invertida, Aprendizaje servicio, etc. Por consiguiente, cuando los estudiantes han egresado, tienen las suficientes competencias para hacer de la inclusión la realidad de su futuro centro escolar.

¿Se le otorga la suficiente importancia desde las administraciones a este momento de la Educación Inclusiva?

Como decía anteriormente, España tiene un compromiso adquirido con el Foro Mundial de la Educación en el 2015, objetivo que se revisará en el 2030. A mi entender, se están dando pasos en esa dirección. De hecho, existe legislación en nuestro país para que esto pueda darse. Pero considero que no se forma suficientemente al cuerpo docente en activo para que este proceso sea asumido por todos. Continuamos instalados en el modelo de  integración, con lo que eso supone en el ámbito de las necesidades educativas y de las dificultades de aprendizaje. Para admitir el cambio hay que sentir que se puede. Y no creo que estemos en ese punto todavía, ya que nos hace falta más formación y más recursos. Junto a todo ello, creo que es importante reorganizarnos para poder asumir este cambio.

¿Qué se les pueden ofrecer a los padres de niños y niñas con necesidades educativas especiales para que puedan complementar la formación en casa?

En primer lugar, les hablaría de inclusión, les explicaría que incluir significa dar la bienvenida, acoger, sea cual sea la realidad que tengamos. Haría especial hincapié en los entornos discapacitantes y el necesario análisis de las barreras y fortalezas que cada centro debe hacer para poder atender a sus hijos. Asimismo, les expresaría de forma contundente mi apuesta por la Educación como derecho para todos y no un privilegio para aquellos que pertenecen a una mayoría. Diría que descubrir lo importante en sus hijos y en los demás, junto con la necesidad de aceptar la realidad de su familia, diferente a cualquier otra, son los dos ejes fundamentales sobre los que gravita la educación inclusiva. Considero que cuando somos capaces de asumir quienes somos, nuestros límites, nuestras fortalezas, qué queremos, cuáles son nuestros valores…todo empieza a fluir en la dirección correcta.

Puntos clave para trabajar la educación inclusiva

  • Diseño de unidades didácticas accesibles desde su inicio
  • Implementar distintos accesos al contenido
  • Usar diferentes metodologías más activas centradas en el alumnado con el fin de afianzar las competencias de los estudiantes en cada materia: el Aprendizaje cooperativo, el Diseño Universal de Aprendizaje, el Aprendizaje basado en Proyectos, Flipped Classroom o aula invertida, Aprendizaje servicio, etc.
  • Los profesores: dejar de ser los protagonistas, los “poseedores del saber”. Ahora toca ser guías de cada proceso, orientadores que indican cuál es el acceso
  • Promover la participación y el aprendizaje a cada niño y a cada niña.
  • Estamos en el tránsito del educare al educere
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