El responsable de Ayuda a la Necesitada en la zona de Levante analiza la libertad religiosa y la persecución que sufren los cristianos en una conferencia del ciclo de conferencias Dies Academicus
El responsable de la Ayuda a la Iglesia Necesitada en la zona de Levante, Dominik Kustra, ha participado en el ciclo de conferencias del Dies Academicus, organizado por el Servicio de Pastoral de la Universidad CEU Cardenal Herrera, que dirige el capellán José Francisco Castelló. En su intervención, Kustra ha analizado la importancia de la libertad religiosa y el aumento de la persecución que sufren actualmente los católicos en algunos países como China, Pakistán o Marruecos.
Para el representante de Ayuda a la Iglesia Necesitada la persecución religiosa está creciendo actualmente, de hecho,“hay millones de cristianos que arriesgan sus vidas por bautizar a sus hijos o por escuchar misa”. Dominik Kustra ha calificado está persecución como “mucho más dura” que la persecución provocada por motivos políticos “porque con ella creces y llevas el odio a otras religiones en la sangre”. En cambio, Kustra ha explicado que en la persecución política “hay una esperanza al cambio” y ha añadido que son los mismos partidos los que modifican sus ideas. En este sentido ha explicado el caso del sistema comunista basado, según el representante de Ayuda a la Iglesia Necesitada, “en el engaño y la mentira” y ha añadido que este fue el motivo por el que “ni los propios dirigente creyeron en lo que dijeron”.
El caso de los países musulmanes
Domink Kustra ha explicado la labor que Ayuda a la Iglesia Necesitada realiza y que últimamente se está concentrando en los países musulmanes. Y es para Kustra “a veces nos somos conscientes del odio que nos tienen los musulmanes radicales”. “Tenemos que ser conscientes del Islam y de su peligro, pero al mismo tiempo tenemos que tener cariño y respecto a estas personas”, ha añadido Dominio Kustra. En su análisis sobre los países musulmanes, Kustra ha explicado el caso de Marruecos en el que los sacerdotes tienen una labor meramente “presencial” y en la que “la Iglesia no puede realizar actividad de la vida pastoral, se dedica básicamente a atender a los extranjeros”, ha concluido
