Además de constancia, rigor, avidez por la cultura, pero, sobre todo, trabajo en equipo. Si no, que se lo pregunten a Yerai Gómez. Este alumni de Publicidad del CEU, integrante del nuevo equipo de creativos de MRM//McCann España, es uno de los culpables de los numerosos premios internacionales, algunos históricos, con los que se ha alzado la agencia este año. Apasionado de los anuncios y las historias, considera que lo mejor de dedicarse a esto es conocer todos los días a personas que le ayudan a crecer, como hicieron sus profesores y compañeros durante su etapa universitaria.

¿Es casual que fiches por una agencia y, menos de un año después, todos los rankings la consideren la más creativa de España?

(Risas) No, he ayudado, pero no he sido yo solo. En los nueve meses que llevo en MRM//McCann, junto con los tres compañeros con los que trabajaba en VCCP Madrid y al equipo de aquí, nos ha dado tiempo a ganar en Cannes el sexto Grand Prix de la historia de España en el festival, el primer Grand Prix en Content, además de un oro y dos platas, con una pieza para Banco Santander.

Además, nos hemos traído el único oro español en los Clio de EEUU, y en El Sol de este año recogimos dos oros, cuatro platas y tres bronces repartidos entre la misma campaña del Santander y otra para la DGT.

Y, efectivamente, entre todos los miembros de este equipo,  donde ninguno superamos los treinta años, hemos convertido a MRM//McCann en la agencia más creativa de España este año. Estamos contentos.

En los nueve meses que llevamos en MRM//McCann nos ha dado tiempo a ganar, entre otros, el sexto Grand Prix de la historia de España en cannes y el primer Grand Prix en Content

No es para menos… ¿Cómo has llegado hasta aquí? Cuéntanos el camino.

En 2011 terminé Publicidad y RR. PP en el CEU de Elche. En octubre de ese mismo año ingresé becado en la Miami Ad School de Madrid.

En mayo de 2012 tuve la suerte de ganar el Cannes Young Lions español, y, junto a mi dupla, representamos a España en la categoría «Jóvenes creativos» del festival de Cannes.

Cinco meses después, ingresé en la Miami Ad School de Berlín, para terminar haciendo un internship en la agencia Saatchi & Saatchi Berlín.

En 2013 me trasladé a VCCP Madrid, donde estuve 3 años y medio. Allí conocí a mi dupla, Sergio Villarrubia, y juntos trabajamos para marcas como Windows, Bankia, Génesis, Unicef y Worten, entre otros. Cerré esa etapa con buena presencia en festivales a nivel internacional. Remarcables, un bronce en Cannes en 2015 y cuatro soles de oro en El Sol en 2016.

Premios en Cannes para el alumni del CEU y su equipo

Viendo estos resultados, está claro que acertaste al encaminar tus pasos al ámbito creativo. ¿Por qué lo hiciste?

Puse el foco en la creatividad creo que por tendencia natural. Ya de niño me sentía a gusto en el terreno de la ficción: me inventaba historias y las contaba.

El problema era que, en esas historias, el protagonista solía ser yo, y de tanto contarlas, me las terminaba creyendo. Imagíname con 10 años defendiendo en el patio del colegio que mi abuelo era el hijo de un rey, nada menos. Hoy, 20 años después, sigo contando historias que, como diría Javier Cercas, siguen siendo mentiras, en tanto en cuanto son ficción, pero que sirven para contar verdades, que en publicidad no son otras que los beneficios del producto.

Valoro la formación humana que recibí en el CEU. Me considero una persona mejor tras haber estado allí cinco años

(Arriba, dos de las campañas multipremiadas)

¿Pensabas, mientras estudiabas la carrera, que te dedicarías a la creatividad?

Nunca tuve dudas al respecto. Decidí que haría anuncios cuando cumplí 16 años, un par de años antes de empezar la carrera, y un año antes de terminarla hice mi primera campaña profesional. He de decir que el cliente era yo mismo. Montaba unas fiestas con unos colegas y las anunciamos con una campaña de 4 vídeos que me ayudaron a hacer un buen grupo de amigos y amigas. Estoy orgulloso de ese trabajo, lo recuerdo con cariño. Se pueden ver aquí:

(Arriba, trabajos de Yerai Gómez de su época universitaria)

Y creo que he acertado. Me dedico a hacer anuncios porque me lo paso bien haciéndolos, y porque me pagan por hacerlos.

¿Qué es lo que más te apasiona de tu profesión?

La gente con la que me encuentro por el camino.

Lo bueno de esta industria es que cualquiera que tenga una tendencia intelectual, hacia cualquier lugar, tiene cabida. No importa si se es músico, escritor, ilustrador, historiador o biólogo. Solo basta con ser curioso, y la gente curiosa tiene cosas que contar y que enseñar.

Desde que trabajo en publicidad me han recomendado los mejores libros, las mejores películas, los mejores bares… Es muy gratificante coincidir todos los días con gente que te hace crecer.

Lo que más me apasiona de mi profesión es la gente con la que me encuentro por el camino, la que te hace crecer

¿Incluyes a tus profesores y compañeros del CEU entre esta gente? ¿Qué recuerdas especialmente de esta época?

Por supuesto. De mi paso por el CEU recuerdo, sobre todo, a los amigos que hice allí. Son pocos, y son para siempre.

También valoro la formación humana que recibí. Me considero una persona mejor tras haber estado allí cinco años.

Y las charlas «Beyond the line» de 2010. Aquello fue una apuesta brutal por exponer a todo el mundo la calidad de la creatividad española, y a mí me sirvió para saber a dónde me tenía que dirigir. Recuerdo ver pasar por allí a Pablo Alzugaray, a Herráiz y Soto, a Gonzalo Figari, Daniel Solana, Ángel Centenera, a Vizcaíno… Fue realmente inspirador, y fue ese el momento en que decidí que, fuera como fuera, tenía que hacer cosas como las que me estaban contando. Animo al CEU a que continúe organizándolas.

También doy clases en la escuela de creatividad TAG, de Madrid, y pongo en práctica modelos docentes de profesores del CEU que me parecieron admirables

¿Qué te ha aportado tu antigua universidad en el plano profesional?

Además de trabajar como creativo en agencia, soy docente en la escuela de creatividad TAG, de Madrid, y pongo en práctica modelos docentes de profesores que me parecieron admirables.

Destacar los de Antonio Zardoya, Jordi Pérez, Antonio López, César Casimiro, Rosa García, Miguel Ors, Asun Serrano, Mavi Álvarez, Linda Palfreeman y Fernando Olabe. Fueron gente que, de diferentes formas, captaron mi atención, y creo que eso es clave a la hora de enseñar. Aprovecho esta entrevista para darles las gracias.

El joven creativo considera que el trabajo en equipo es clave para alcanzar el éxito en su profesión

Con tu trayectoria, toca una de consejos. ¿Qué mensaje te gustaría dar a los estudiantes de Publicidad?

Recomendaría que no creyeran que con acabar una carrera y un máster es suficiente. Han de devorar cultura en cualquier forma de expresión. Han de leer libros, cómics, ver series, películas, ir a exposiciones, entender el arte, conocer la historia, escuchar música, viajar, ser unos frikis de cualquier campo…

La creación de ideas originales es el resultado de la unión improbable de referencias propias. Sin referencias, no hay nada. Y la vida de estudiante es lo suficientemente relajada como para afrontar una ingesta de cultura amplia durante los años de carrera. Después, todo es más difícil.

A LOS ESTUDIANTES LES RECOMIENDO QUE SEAN ÁVIDOS CONSUMIDORES DE CONTENIDOS, Y PREGUNTAR. ES UNA INDUSTRIA PARTICULAR QUE PUEDE CONVERTIRSE EN COMPLICADA SI NO SE DAN LOS PASOS ADECUADOS

¿Alguna clave más?

Además de ser ávidos consumidores de contenidos de todo tipo, la formación es clave.

Por otro lado, preguntar. Es una industria particular que puede convertirse en complicada si no se dan los pasos adecuados, y los que estamos dentro podemos echar una mano.

Y, por último, intentar convencer en casa de que, por una temporada, currar sin cobrar puede ser una buena manera de meter el pie, siempre y cuando esa situación no se alargue demasiado, claro.

Estos consejos seguro que son útiles para los futuros publicistas.

No quiero sonar pretencioso, pero yo creo que sí. Por eso me encantaría que nos llamaran con más frecuencia desde el CEU a los antiguos alumnos que estamos en el mundo laboral para contar a los chavales que vienen cómo está la vaina ahí fuera.

Sin poder evitarlo, puede darse una desconexión entre la realidad de la facultad y lo que está por venir una vez terminada la carrera.

Salimos como corderitos creyendo que el mundo está esperando a que les enseñemos nuestra titulación para darnos 1000 pavos al mes, y no es así. No estaría de más que los que llevamos algo de recorrido intentáramos advertir de lo que viene, y guiar en lo que podamos.

Pues apuntado queda, y que esto sea un ‘hasta pronto’. Muchas gracias, Yerai.

A vosotros.

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