El profesor de la CEU-UCH Samuel Asensio explica las aplicaciones clínicas de esta técnica diagnóstica, que ha sido empleada en distintas investigaciones de esta Universidad sobre la actividad cerebral en casos de abuso de alcohol o consumo de cocaína

El profesor de la CEU-UCH Samuel Asensio, durante su intervención en el ciclo de divulgación científica CEU Descubre.
El profesor de la CEU-UCH Samuel Asensio, durante su intervención en el ciclo de divulgación científica CEU Descubre.

Samuel Asensio, profesor investigador del Departamento de Ciencias Biomédicas de la CEU-UCH ha participado en el ciclo de divulgación científica CEU Descubre. Ante estudiantes del Grado en Enfermería, Fisioterapia y de otras titulaciones de las Facultades de Ciencias de la Salud y Veterinaria, el profesor Asensio ha destacado los avances que para la investigación sobre la actividad cerebral ha supuesto la técnica de la resonancia magnética funcional. “Esta técnica diagnóstica es la menos invasiva y la más eficaz para conocer las partes del cerebro que se activan ante determinadas tareas como cuando nos movemos, hablamos, vemos imágenes, realizamos acciones cognitivas o cuando sentimos distintas emociones, lo que multiplica sus aplicaciones clínicas en distintos ámbitos de las neurociencias”, ha destacado el profesor Asensio.

La resonancia magnética funcional (RMf) ha permitido rebatir la idea de que cada una de estas funciones activa únicamente un área concreta del cerebro: “En realidad lo que se produce es una activación de varias regiones cerebrales interconectadas y en relación, más que la activación de una sola área”. Esta activación requiere un mayor aporte de oxígeno en las áreas del cerebro que trabajan, por lo que “la RMf mide el cambio hemodinámico que se registra en distintas zonas del cerebro cuando realizamos una determinada función y posteriormente, se genera un mapa de activación”, señala Samuel Asensio. Funciones como el habla, el reconocimiento de rostros o de objetos, nuestra actividad motora, tareas cognitivas complejas, las reacciones emocionales… pueden estudiarse a través de estos mapas.

ceu-descubre-resonancia-samuel-asensio-2Aplicaciones clínicas

Gracias a la superposición de estos mapas con las imágenes anatómicas del cerebro, los neurocirujanos pueden planificar la mejor estrategia para extirpar un tumor o predecir si habrá funciones cerebrales que se puedan ver afectadas tras la intervención”, destaca el profesor de la CEU-UCH. En el caso de pacientes con daño cerebral, se puede monitorizar su rehabilitación a medida que se reducen las áreas que necesita activar para realizar cada función, como hablar o realizar algunos movimientos.

Pero entre las aplicaciones clínicas más novedosas, el profesor Asensio ha destacado el neurofeedback, mediante el cual un paciente puede aprender a reducir la actividad cerebral que le provoca un dolor neuropático, es decir, un dolor que no responde a una causa patológica real. “El cerebro es plástico y se puede entrenar, por ejemplo mediante el neurofeedback, pero también es perezoso y tiende a automatizar procesos”.

Actividad cerebral y consumo de drogas

El profesor Asensio también ha explicado los estudios realizados en la CEU-UCH empleando la RMf. El primero permitió analizar las alteraciones cerebrales asociadas a la falta de control de impulsos de personas que abusan del alcohol. “Descubrimos que no solo el alcohol es responsable de las alteraciones cerebrales, sino que una mayor impulsividad previa hace a estas personas más propensas a abusar del alcohol”, destaca Samuel Asensio.

En el caso de las personas adictas a la cocaína, la RMf ha permitido a los investigadores de la CEU-UCH demostrar que, ante una sucesión de imágenes seleccionadas, “estas personas adictas prestan menor atención a los estímulos placenteros, mientras que las imágenes relacionadas con el consumo de drogas les resultan muy motivantes: la patología de estas personas es su incapacidad de inhibir la respuesta para rechazar el consumo y que tienen una atención sesgada, que sólo se activa ante los estímulos relacionados con la cocaína”.

Tras la charla, el profesor Enric Poch, coordinador del ciclo de divulgación científica CEU Descubre, ha emplazado a los asistentes a las nuevas sesiones de este ciclo, que se programarán a partir del próximo curso, para seguir descubriendo las investigaciones en distintos ámbitos científicos que desarrollan tanto los profesores de la CEU-UCH, como otros expertos invitados por la relevancia de sus estudios.

 

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