Un equipo investigador de la Facultad de Veterinaria de la CEU UCH asesora a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en la elaboración de su Plan de Vigilancia y Control de esta zoonosis

La fiebre Q es una importante zoonosis causada por la bacteria Coxiella burnetii. Como en tantas otras zoonosis, los veterinarios son la principal barrera para evitar que esta infección llegue a las personas. Por ello, hace un año se constituyó un equipo de trabajo en la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera (UCH CEU), coordinado por el profesor Ángel Gómez Martín, con el objetivo de avanzar en la lucha contra la fiebre Q.

Los últimos datos del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III indican que en España se notificaron un total de 404 casos de fiebre Q en humanos por cada 100.000 habitantes, aunque en la Comunidad Valenciana son menos: 10 casos por cada 100.000.

Según explica el profesor Ángel Gómez, “en la especie humana, esta enfermedad causa picos de fiebre que recuerdan mucho a los de brucelosis o fiebres de Malta. No obstante, también puede cursar con neumonías, endocarditis, hepatitis o abortos, pudiendo producirse uno o varios síntomas a la vez en una persona infectada. En las explotaciones ganaderas afectadas, la fiebre Q causa abortos en los brotes clínicos, que suponen importantes pérdidas”.

Dentro de la epidemiología de la fiebre Q, el ciclo silvestre de la enfermedad involucra a una gran diversidad de especies animales, como ungulados silvestres, aves o micromamíferos. En este ciclo también pueden intervenir las garrapatas, que actúan como vector de la enfermedad, transmitiendo esta infección a través de su picadura. No obstante, para el ser humano, la transmisión a través de la picadura de garrapatas no parece tener una especial relevancia, aunque sí es posible, siendo la transmisión aerógena la más relevante para la especie humana.

Asesoramiento a la Junta

“Todas estas peculiaridades epidemiológicas motivan una gran dificultad a la hora de establecer programas de vigilancia y control por parte de los diferentes colectivos veterinarios”, según señala el profesor Ángel Gómez. El País Vasco fue una comunidad pionera, estableciendo el Programa de Vigilancia y Control de la fiebre Q en Euskadi en 2018, actualizado en 2020. Por otro lado, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Comunidad Valenciana, publicó la Orden 24/2021, de 23 de diciembre, por la que se establece el Programa de Vigilancia y Control ante sospecha y confirmación de la fiebre Q en explotaciones ganaderas en esta comunidad autónoma. Tras estas dos regulaciones, durante el último trimestre de 2022, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha tiene previsto publicar su Plan de Vigilancia y Control de fiebre Q para la comunidad castellano-manchega, que ha contado con el asesoramiento científico del equipo de trabajo constituido en la UCH CEU.  

Un equipo liderado por el profesor Ángel Gómez Martín, investigador principal del Grupo de Investigación Agentes Microbiológicos Asociados a la Reproducción Animal (ProVaginBIO) de la UCH-CEU, que está integrado por los profesores de la CEU UCH Jesús Gomis Almendro, del Grupo ProVaginBIO, y Juan José Quereda Torres, investigador Ramón y Cajal y responsable del Grupo de Investigación en Patógenos Intracelulares. También forma parte del equipo Antonio Contreras de Vera, catedrático del Departamento de Sanidad Animal de la Universidad de Murcia. En este marco, la veterinaria Raquel Toledo Perona, está desarrollando su tesis doctoral en la CEU Escuela Internacional de Doctorado (CEINDO), gracias al contrato predoctoral CEU/Banco Santander del que es beneficiaria, y a un contrato de I+D+i con la multinacional CEVA Santé Animale.

Compromiso con la ganadería

La tesis doctoral de Raquel Toledo trata de avanzar en el estudio epidemiológico de la fiebre Q, abordar el impacto reproductivo en los rumiantes, así como mejorar las estrategias de control y prevención de la enfermedad. Según destaca Raquel Toledo, “durante este primer año hemos obtenido una gran experiencia en la situación epidemiológica de la enfermedad en España, recabando las inquietudes y necesidades del sector ganadero. También se han obtenido los primeros resultados preliminares científicos, que han sido y serán comunicados en diferentes foros o congresos internacionales durante 2022”.

A ello se le han sumado diversas charlas de difusión, como la llevada a cabo en colaboración con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para escuchar la opinión del sector ganadero sobre el futuro programa de control y vigilancia en esta Comunidad Autónoma. Según los integrantes de este equipo de trabajo, se pretende con esta línea de investigación seguir reforzando y avanzar hacia la excelencia sanitaria del sector ganadero español que, como recuerdan, está en la vanguardia a nivel internacional en exportación de productos de calidad y seguridad alimentaria.

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