Información e imágenes: Marta Moreno y Ana Muñoz
El aroma inconfundible a papel y tinta ya flota en el aire de los Jardines del Real, donde las hileras de casetas se ofrecen como estanterías a la imaginación. La 60ª Fira del Llibre de València abrió sus puertas el pasado 24 de abril en una celebración en la que miles de historias cobran vida bajo un sol casi primaveral y que se extenderá hasta el 4 de mayo. Un acto de apertura que comenzó con una entrada desde el acceso de la calle Pintor Cavanilles a los Jardines del Real hasta el Espai Caixa Popular, donde autoridades y organizadores se congregaron para celebrar seis décadas de lectura, memoria y resistencia cultural.
El director de la Fira, Manolo Gil, fue el primero en dar la bienvenida a los asistentes, recordando la coincidencia de celebrar el 60º aniversario de la Fira y el 40º en este emplazamiento. “No siempre se cumplen sesenta años, ni se llevan cuarenta celebrando la Fira en Viveros, y, además, vivimos una circunstancia muy especial al inaugurarla tras la DANA”, subrayó Gil, evocando la riada del pasado 29 de octubre y el renacer colectivo del sector del libro . Con voz emocionada, pidió al público: “Venid estos diez días a un programa que hemos preparado con muchísima ilusión”. “Disfrutando de la Fira, encontraréis libros que seguro son eso que buscabais”, añadió.

Manolo Gil, director de la Fira del Llibre de València.
A continuación, tomó la palabra Juan Pedro Font de Mora, presidente del Gremi de Llibrers de València, quien se definió a sí mismo como “un mal lector en público”. Font de Mora celebró el crecimiento de la Fira -que bate récords con 91 expositores y 131 casetas- y destacó la importancia de las librerías independientes y el resto de eslabones de la cadena comercial del libro. Además, señaló la presencia de diez librerías afectadas por la DANA: “Para cinco de estas librerías, la Fira es el primer espacio físico donde podrán vender libros después de las inundaciones y les hemos cedido las casetas de forma gratuita… Tenemos que vender libros y tenemos que comprar libros”.
María Bravo, presidenta de la Fundació Fira del Llibre, continuó el acto remarcando la magnitud del programa cultural: 120 autores invitados por la organización y más de 500 escritores y escritoras en total; más de 1.000 firmas y cerca de 200 actividades que incluyen presentaciones, mesas redondas, recitales poéticos y clubes de lectura, con cerca del 40 % de las actividades programadas en valenciano. Por todo esto, la Fira del Llibre de València está considerada como la segunda Feria del Libro de España en importancia. Para cerrar su intervención, citó a Maria Beneyto, declarada escritora del año 2025 por L’Acadèmia Valenciana de la Llengua: “Ella sabria adormir la ira, acaronar-la, i defensar-se del malson per dur-la tothora al teu costat”. Para Bravo, estos versos son “la gran metáfora de la lectura y, por extensión, de la cultura”.
“Ella sabria adormir la ira, acaronar-la, i defensar-se del malson per dur-la tothora al teu costat”

Carme Manuel Cuenca, pregonera de la 60ª Fira del Llibre de València.
El momento más esperado del acto fue la intervención de la pregonera Carme Manuel Cuenca, catedrática de inglés en el Departamento de Filología Inglesa y Alemana de la Universitat de València. Bajo el título “Los libros, otras voces, otras vidas para vivir”, la filóloga recordó a quienes perdieron la vida en la DANA y al sector editorial que aún resiente sus consecuencias y ofreció un canto a la literatura y la libertad. “Nuestra poesía, nuestra literatura valenciana, está viva, cada día más”, proclamó. Para culminar, lanzó un llamamiento cargado de esperanza y resistencia: “Imaginemos que la única forma de evitar este mundo donde peligra la libertad es continuar con la convicción de que la simple existencia de una criatura con un libro entre las manos, leyendo, pensando, enseñándose, es ahora, como siempre, un acto de rebeldía”.
“Nuestra poesía, nuestra literatura valenciana, está viva, cada día más”
Tras el pregón y los correspondientes discursos oficiales, que contaron con la presencia de el director general de Cultura, Miquel Nadal Tárrega, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de València, José Luis Moreno Maicas, y el diputado de Cultura de la Diputación Provincial de València, Paco Teruel Machí, además de los responsables de los diferentes estamentos de la Fira, la 60ª edición de este evento cobró vida. Las casetas subieron sus persianas y se ofrecieron las primeras novedades literarias: Rosa Montero presentó Animales Difíciles, última entrega de la detective Bruna Husky; Ignacio Peyró desgranó El español que enamoró al mundo, su biografía de Julio Iglesias; y María Oruña compartió con su Club de Lectura El albatros negro. Mientras, la Editorial Bromera celebraba sus cuarenta años de historias y tinta.
“Estar en la Fira ya es un lujo, pero estarlo después del año que hemos vivido, es toda una proeza”
Entre una hilera de casetas, en la 25-26 encontramos a Yolanda Girón, de la Llibreria Bufanúvols de Catarroja, una de las diez librerías anegadas por la Dana. “Esto ha sido como una montaña rusa de emociones. De la noche a la mañana, te encuentras con tu librería arrasada. Entonces, el primer pensamiento es: hay que remontar como sea”, contó Girón, agradecida por la ayuda del Gremi de Llibrers y los voluntarios que limpiaron el fango libro a libro. “Estar en la Fira ya es un lujo, pero estarlo después del año que hemos vivido, es toda una proeza”, confesó. Emocionada, concluyó: “Poder volver a ver libros me da fuerzas para seguir”.

Yolanda Girón, propietaria de Bufanúvols, librería de Catarroja.
Las voces de los visitantes también colorearon la tarde. Paco, maestro jubilado de Granada, confesó que la Fira le recordaba a su colegio Miguel de Cervantes, donde cada 23 de abril celebraban San Jorge y el Día del Libro. Por otro lado, un grupo de amigos, de entre 24 y 26 años, nos explicaron sus razones para acercarse a la Fira: el primero llegó “porque hacía bueno y le parecía un buen plan”, la segunda venía en busca de un ejemplar de Metafísica de de los tubos de Amélie Nothomb tras participar en un club de lectura; y la tercera, animada por la recomendación de la anterior, se decantó por una obra de Mariana Enríquez. Entre risas, coincidieron en su gusto por el papel para poder “subrayar y escribir en el libro”, ya que “es parte de la lectura”, y señalaron cómo plataformas como BookTok han provocado un auténtico “boom” de lectura entre los jóvenes.

Jóvenes asistentes de la Fira del Llibre de València.
“Subrayar y escribir en el libro es parte de la lectura”
Con el sol descendiendo sobre los Jardines del Real, la 60ª Fira del Llibre de València inauguró sus diez días de celebración del libro, la palabra y la solidaridad. Una invitación abierta hasta el 4 de mayo para encontrarse con otros mundos, otras voces y otras vidas, y el firme propósito de no dejar a nadie atrás en este camino que, como dijo la pregonera, es “un acto de rebeldía”.