Una entrevista de Silvia Gris / Imágenes: Silvia Gris
Aurora Arroyo es una restauradora y empresaria valenciana con veintisiete años de experiencia marcados por su dedicación al arte y al patrimonio. Licenciada en Bellas Artes y especializada en Conservación y Restauración, ha acumulado una gran cantidad de certificados y obtuvo el premio Bancaja en 2007 gracias a la restauración de un camarín. Su carrera despegó en el auge de la recuperación patrimonial en Valencia participando en proyectos como el Palacio del Marqués de Dos Aguas o Torres de Serrano. Su esfuerzo incansable refleja su pasión por preservar la historia.
¿Cuál diría que es la importancia de conservar el patrimonio y qué puede ocurrir si no se vela por su preservación?
Para mí es fundamental conservar el patrimonio porque es el testigo de lo que ha pasado y lo que futuras generaciones pueden conocer. Es importante preservar el pasado porque le da a la zona, ciudad o pueblo, su identidad cultural, su esencia. Todo le da carácter al lugar y se debe proteger, hay leyes para ello, por ejemplo, la ley de patrimonio. Hay muchos edificios BIC (Bien de Interés Cultural) que están protegidos y no se puede actuar si desde Conselleria no te autorizan. Estamos obligados a conservarlo y esas leyes hacen hincapié en la preservación de monumentos, esculturas, libros, etc.
Estas leyes también abarcarán aspectos sobre el intrusismo.
Claro. Estas leyes lo que están diciendo es que, por ejemplo, tienen que actuar sólo profesionales y al intrusismo no le dejan tocar la obra. Cuando es algo oficial y se conceden subvenciones, este no cabe. Tenemos una asociación en Madrid que se llama ACRE y ayuda a denunciar estos casos, aunque no es el mío porque me mantengo al margen. Ellos modifican ciertos puntos para que así nosotros tengamos cabida. El colegio que está en la facultad de Bellas Artes y solo está enfocado hacia profesores de dibujo, pintura y demás, lo que significa que nosotros estamos desamparados y, por eso, nos hemos inscrito en esta asociación.
Sin embargo, ahora Restauración es un grado que sí se puede estudiar en la universidad.
Ahora sí. Debe de haber algo que no cuadró porque cuando pusieron las asignaturas de restauración dentro de Bellas Artes debieron pensar que también había pinceles, colores y dijeron: «Restauración”. Antes estábamos todos juntos, teníamos tres años comunes y con solo los dos últimos años de especialidad salíamos al mercado y ¡no sabíamos nada! No tiene nada que ver Bellas Artes con Restauración. Yo me metí en esa disciplina porque era lo que más me gustaba en este mundo. En aquella época te enfocaban para que tú fueras un artista o un profesor. A mí no me gustaba dar clases, pero es muy complicado vivir de la pintura y en tercero cogí la asignatura optativa de restauración y dije: Aquí hay demasiada libertad, voy a aprender. Cuando construyes, después puedes deconstruir, pero si te enseñan a deconstruir, realmente no tienes una buena base para pintar
«Es importante preservar el pasado porque guarda la identidad cultural, la esencia, de un pueblo, de una zona»
¿Se siente artista?
Cuando estás en el mundo de la restauración te dicen que no eres un artista, sino que eres un técnico, como un médico que cuida a un paciente, un restaurador cura o rehabilita. Nosotros seríamos como los dermatólogos, recuperamos la piel; la policromía, los dorados.
¿Se puede reconocer ha sido restaurada una obra a simple vista?
Está prohibidísimo firmar, no puedes hacer nada. Eso sí, siempre tenemos que dejar un informe. Sin embargo, el ojo del restaurador se da cuenta de cuando ha intervenido un profesional. En un museo te obligan a que sea fácilmente reconocible. Hay varios criterios de reintegración, uno de ellos es el ilusionista donde no se diferencia nada. Si es así, el restaurador no se da cuenta, pero si utilizas una lampara ultravioleta sabes perfectamente dónde se ha actuado. Es un trabajo muy minucioso.
Los restauradores mantienen un perfil bajo ante los medios de comunicación. ¿Cree que los medios deberían involucrarse más en comunicar sobre el mundo de la restauración y la conservación?
¡Tenemos que estar en el anonimato! Hay muchos profesionales que escriben y publican, pero esto no es así. Muchas veces parece que no se sepa bien qué es conservar o restaurar. Conservar es cuando no tocas la pieza, fijarse en que el habitáculo tenga unas condiciones propias, que haya temperatura y humedad constante, que esté limpio. Restaurar es cuando se actúa sobre la obra. Hay muchas veces en las que los medios de comunicación piensan que es lo mismo.
¿Podría considerarse la restauración como la gran olvidada del Arte?
Desde mi punto de vista sí. La gente no tiene idea de los pasos que hay que seguir. Por ejemplo, en esta sociedad ni se les pasa por la cabeza su importancia. Para ellos lo más rápido es rascar una pintura mural y volverla a pintar imitando el mismo dibujo ¡eso es lo más lógico! Depende también del valor, pero da igual, ¡aunque tenga cinco años esa pintura mural o ese grafiti! Si eso no se conserva dentro de ochenta o cien años nunca será una antigüedad o nunca representará lo que se hace ahora.
Por lo que cuenta es un trabajo exigente y sacrificado.
Los restauradores somos todoterreno. Lo mismo estamos arriba de un andamio a diez metros de altura que en un zócalo tumbados en el suelo con humedad. Yo he pasado por todos los estados y es duro; en la obra los albañiles pasan frío y calor, nosotros también. Hay veces que te gusta tú profesión y todo lo demás te da igual, pero conforme pasan los años cada vez eres más crítica y decides qué trabajo escoger. Yo no tengo hijos y me dedico, en cuerpo y alma, a mi trabajo incluso los fines de semana. Resulta muy sacrificado. ¿Me gusta? Sí, pero a la larga te preguntas si compensa. Pero has de ser consecuente y responsable con lo que eliges. Cuando hagas cualquier cosa tiene que ser vocacional.
«La IA nos puede ayudar en la labor de búsqueda, pero que nos suplante en nuestro trabajo es imposible»
¿El desarrollo de la Inteligencia Artificial está ampliando la posibilidad de su utilización en esta especialidad?
Hay personas que ya están investigando. Lo importante de mi profesión es que necesitas mucha sensibilidad. La IA nos puede ayudar en la labor de búsqueda, pero que nos suplante en nuestro trabajo es imposible.
Dejando de lado lo artificial y ya para finalizar, actualmente con la DANA los restauradores tienen una gran labor por delante. En sus redes ha compartido fotos de un trono de la Semana Santa de Paiporta.
Es un caso que me ha pasado a mí. En 2020 restauré un trono de Semana Santa para Paiporta, Sant Jordi. El otro día la señora que me contactó en su día y me dijo: «Aurora, nos hemos encontrado el chasis, no ha quedado nada”. La pobre estaba rota de dolor. Le dije: No se preocupe, esto es historia, tenemos documentación y fotografías, en un futuro ya se rehará todo siendo lo más fidedigno a lo que hubo. Voy a intentar buscar alguna subvención, porque para agosto les gustaría que ese trono estuviera recuperado, pero les da igual que no sea como el de antes.