Informa: Borja Gregori / Imagen: CEU UCH
Nacho Fuertes es periodista por la Universidad CEU Cardenal Herrera y actualmente trabaja en Europa Press, en la delegación de Valencia. En su trayectoria profesional ha sido el encargado de cierre en Europa Press y, actualmente, se ocupa de la información política cubriendo Les Corts y todo cuanto acontece en la ciudad de Valencia, principalmente.
¿Qué desafíos enfrentasteis al cubrir las inundaciones y sus consecuencias en tiempo real?
Diría que tres. La información que llegaba, sobre todo en las primeras horas, era en cuentagotas y tenías que contrastarlo todo con personas que, desde allí, iban informando en unas condiciones técnicas, pésimas. También, hay que destacar el drama humano y personal de la situación, porque, al fin y al cabo, es una catástrofe que afecta a personas y los testimonios, las víctimas, los familiares de las víctimas, son personas. Por último, no hay olvidar que era una tragedia que iba ocurriendo a tiempo real. Esto quiere decir que una información que te llegaba a una hora determinada, a la media hora ya había caducado.
¿Cómo fue el trato con las personas afectadas los primeros días?
Me acuerdo de esos días que íbamos por la calle y la gente, con todas las casas destrozadas, salía a preguntar. Primero porque querían hablar y pedir ayuda, ya que en los primeros días la ayuda no llegaba y querían hacer ese llamamiento para que la ayuda les llegará. Pero ellos, los afectados han sido ejemplares con nosotros porque han tenido la entereza para contarte lo que había pasado. Es muy complicado, en esas circunstancias, mantenerte sin derrumbarte.
Entonces, ¿dirías que lo emocional ha sido lo peor?
Si. El gestionar eso ha sido uno de los aspectos más complicados a la hora de llevarlo. Tú ibas, hacías entrevistas al hermano de un conocido. No es algo que haya pasado lejos, ha sucedido en Valencia. Tras el trabajo, te vuelves a tu burbuja de la ciudad y hasta el día siguiente. Entonces, el gestionarlo emocionalmente fue lo más difícil.
«iniciativas como los programas especiales son fundamentales para poder aplicar todos los conocimientos que te enseñan en clase y ponerlos en práctica»
¿Cómo fue vivirlo desde el ámbito profesional?
Emocionalmente es muy complicado, porque es una catástrofe que afecta a personas cercanas. Es inevitable ponerse en el lugar y verte reflejado en las personas a las que en un momento dado les estás entrevistando porque viven a pocos kilómetros tuyo. Desde el punto de vista emocional y personal es muy duro y no es sencillo mantener esa profesionalidad, rígida. Al final, las historias te conmueven, te pones en el lugar de esa persona que está sufriendo esta tragedia. Los dramas humanos, las historias personales, tienes que ser profesional a la hora de contarlo y hacerlo llegar a gente que no está en esta ciudad, que está en otros sitios y que tiene que saber lo que está ocurriendo.
¿Cómo valora el trabajo colaborativo entre periodistas, voluntarios y afectados durante las inundaciones de la DANA?
El trabajo colaborativo ha sido fundamental. Muchas veces los profesionales de la información que íbamos a las zonas afectadas, sobre todo los primeros días, complementábamos la labor de los voluntarios. Éramos como una extensión de todos los voluntarios porque en algunos casos nos preguntaban si podíamos conseguir agua, aceite o medicamentos. En otros casos, hemos transportado esos materiales a otros pueblos porque vivían familiares.
¿Cómo se gestiona la presión emocional al cubrir una crisis que afectó, tan profundamente, a las poblaciones cercanas a la capital?
Ibas a los diferentes pueblos por la mañana y, por la tarde, a redacción. Era, así, todos los días. Las primeras semanas era una carga emocional, brutal. En la vida he sentido eso. Me ha costado compaginarlo todo porque era complicado y no iba todos los días. No me quiero imaginar a los compañeros que tenían que ir todos los días, sobre todo las primeras semanas, porque ahora la situación se va normalizando, pero no tiene nada que ver con los primeros días después del 29 de octubre. De hecho, cada día que volvían desde allí venían emocionalmente destrozados al ver tanta miseria personal, humana, de personas destrozadas, de personas que no sabían dónde estaban sus familiares, si estaban vivos, si no estaban vivos, que habían perdido el coche, que habían perdido toda la casa.
Tú estuviste en la primera iniciativa de los especiales de Navidad en la CEU UCH. ¿Es importante impulsar este tipo de iniciativas entre el alumnado con el fin de que adquieran experiencia profesional?
Las iniciativas siempre vienen bien al alumno. Siempre me han inculcado, desde la universidad, que el ir a la universidad no es solo ir a clase y más en una carrera como la nuestra, el periodismo. Aprovechar los medios propios que proporciona el CEU como puede ser un simulacro real, en un entorno real, con un programa real que se podría emitir en cualquier televisión no es algo que se pueda hacer con cinco personas ni con diez. Es un equipo, relativamente grande, en el que todo el mundo tiene que saber su función, tiene que estar involucrado, tiene que haber una cierta jerarquía, organización, porque es una cadena. Este tipo de iniciativas como los programas especiales son fundamentales para poder aplicar todos los conocimientos que te enseñan en clase y ponerlos en práctica, incluso antes de ponerlos en práctica en la vida real. Iniciativas así, además de divertirte, sirven para aprender una barbaridad y te sirven para que en un futuro puedas hacer -algo parecido- en tu lugar de trabajo.
«para ejercer el periodismo hay que ser profesional y humano»
Este año hemos querido rendir homenaje a las víctimas y voluntarios de la Dana. Desde tu experiencia, ¿cuál crees que es la clave para formar a los futuros periodistas en la cobertura de catástrofes naturales como la DANA u otras catástrofes como puede ser el incendio de Campanar?
Ojalá solo hubiera una clave, porque entonces tendríamos la varita mágica. Digamos que para todo lo que son catástrofes naturales no hay ningún manual de instrucciones. Son cosas extraordinarias que no ocurren todos los días ni todos los años. Hay que seguir las pautas profesionales y el ser profesional en el trabajo y, en este caso, hay tener en cuenta que las víctimas son personas como tú y que tú podrías ser uno de ellos. Dentro de tu profesionalidad, tienes que ser capaz de contar lo que está pasando porque tiene un interés noticioso, pero al mismo tiempo hay que ser consciente de que son hechos mayores donde hay víctimas mortales o personas que su vida cambiará por esta circunstancia.
Finalmente, ¿qué consejo le darías a un joven futuro periodista?
El primero y principal, es que debe ser una buena persona. A partir de ahí, hay que ser profesional y tener humanidad, sobre todo, en casos de catástrofes. Tener humanidad es algo principal, porque es lo básico. Luego, evidentemente, y en otro plano está la experiencia. Tener cierta experiencia te hace que llegues a un lugar donde haya ocurrido una catástrofe y sepas cómo actuar. Pero, fundamentalmente, para ejercer el periodismo hay que ser profesional y humano.