Informa: Andreina Pietri / Imágenes: CEU UCH
El Decano de la facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación, José Amiguet, participó en el programa Germans Vingau en una entrevista realizada por nuestra compañera Lucía Gutiérrez en la que Amiguet profundizó en el papel de la Universidad ante las consecuencias de la Dana y el movimiento solidario que se impulsó por parte de los alumnos para ayudar en la zona cero de la catástrofe.
José Manuel, ante una catástrofe de esta magnitud, las medidas que se llevaron a cabo desde la universidad, ¿fueron iniciativa del equipo de dirección o surgieron como respuesta a las inquietudes que plantearon los alumnos?
Un poco las dos cosa. Todo el mundo intenta poner lo mejor de sí mismos y hubo propuestas por parte de los estudiantes y también desde la visión de la dirección. En un primer momento, lo importante fue pensar y poner las manos; luego, poner el corazón en las labores que se estaban haciendo; y, finalmente, el momento clave para nosotros, poner la cabeza, emplear lo mejor que cada uno tiene al servicio de los demás.
La respuesta de la comunidad universitaria, ¿superó las expectativas que tenía la institución?
Totalmente. En esa fase de las manos, el autobús que se organizó se llenaba a toda velocidad porque era, absolutamente, impresionante las ganas que se tenían de ayudar. Cada vez que se solicitaban donaciones se desbordaba el almacén, así que llegó un punto en que había que poner orden. Los estudiantes han demostrado una capacidad de compromiso única muy por encima de las expectativas.
Desde la universidad, ¿cómo valora que los estudiantes hayan puesto en valor el factor humano de poner a la persona por encima de todo?
Lógicamente, estamos orgullosos, aunque no sorprendidos. No se trata de una generación de cristal ni nada similar; la gente joven es igual de capaz que cualquier otra, pero tendemos a etiquetar a todo el mundo. Sin embargo, la realidad demuestra que las generaciones son más complejas y ricas de lo que solemos asumir. Esta es una generación distinta y mi generación, en su momento, no se habría volcado de la misma manera. La sobre-comunicación actual genera una sobre-energía que los impulsa. No es sorprendente, porque sabíamos que a nuestros alumnos les mueve una actitud solidaria.
¿Cuáles son las iniciativas, a medio y largo plazo, que se plantean desde la facultad y que se están llevando a término?
En nuestra facultad estamos trabajando en un proyecto para enero y febrero: escuelas de campaña destinadas a acompañar a los niños en la pérdida de la continuidad académica y, al mismo tiempo, brindar apoyo a los padres. Además, ha surgido una iniciativa para crear un espacio audiovisual web informativo que permita dar testimonio de esta etapa y que en el futuro pueda ser recordada. Otra de las iniciativas es un proyecto que tiene como objetivo el desarrollo comercial y la generación de riqueza de las pequeñas empresas, gestionado por alumnos de publicidad y empresas.
¿Qué mensaje quiere lanzar a todos los voluntarios que han participado en las iniciativas de la universidad?
Como decano quiero transmitir un mensaje de agradecimiento y expresar el orgullo que siento por la comunidad a la que represento. Este orgullo es aún mayor al ser antiguo alumno, lo que me permite sentir una conexión especial con este lugar, ahora rejuvenecido por la actitud de trabajo y compromiso de nuestros estudiantes. Es inspirador ver cómo dedican su tiempo y esfuerzo sin esperar una nota o una remuneración económica a cambio. Uno hace lo que cree que tiene que hacer sin esperar nada a cambio, ellos actúan, simplemente, porque saben que es lo que hay que hacer, con un sentido profundo de responsabilidad y entrega desinteresada.
¿Puede detallar cuáles son esas medidas que se han emprendido desde la Universidad para apoyar a aquellos estudiantes que han sufrido la Dana en primera persona?
Hemos otorgado becas especiales a los estudiantes, concedidas, únicamente, a través de una simple carta confiando plenamente en su honestidad, porque sabemos que no van a mentir en momentos de crisis. Este esfuerzo ha representado cientos de miles de euros destinados a apoyar a nuestra comunidad. Además, hemos implementado tecnología con el modelo HyFlex, que permite la continuidad académica mediante internet, asegurándonos de que todos los estudiantes, incluso aquellos con mayores dificultades, puedan seguir con sus clases. Recuerdo especialmente el caso de un estudiante en la zona cero, con quien compartimos un abrazo que simboliza el esfuerzo y el compromiso mutuo en estos tiempos difíciles.