Una crónica de Borja Gregoria / Imágenes: Paula Hernández
“No hi havia a València dos amants com nosaltres”, probablemente sea este uno de los versos más conocido del poeta valenciano, más importante del siglo XX, Vicent Andrés Estellés. Y reconozco que tiene razón. En Valencia no existen dos enamorados como tú y yo. Llueva, truene, haga sol o no, ahí estás tú. Y, pese a que es un amor extraño, confieso que cada día que pasa estoy más enamorado de ti, de tus calles, tus parques, tus monumentos. Eres la mejor novia para un runner, Valencia, como así lo atestiguan que cada vez somos más los que te compartimos y te disfrutamos.
El claro ejemplo lo encontramos en lo rápido que desaparecen los dorsales para la media maratón y para la prueba estrella: la maratón. Este sábado fuimos 8.400 los enamorados al running que disfrutamos por tus calles. Volviste a acogernos en una noche mágica de las pocas que nos quedan con la XI edición de la 15K nocturna.

Los 15.000 metros de la prueba tienen algo especial. No sé si es porque es la única prueba de las muchas carreras que se celebran por tus calles, la que te podemos disfrutar en plena noche. Lo que sí sé con seguridad es que cada edición se supera a sí misma. Una edición más los runners volvimos a alcanzar récord de dorsales, 11.000, en la que es la primera etapa camino al mejor maratón del mundo que acoges en diciembre.
Qué gran experiencia. Objetivo cumplido. Récord en prueba y distancia. Paré el cronómetro en 58 minutos -para los más deportistas y frikis del Gamín que entrenan en zona 2 y se miden el lactato como locos…- a 3: 52 el kilómetro en una carrera que cada año enamora a más valencianos. Una fiesta del runner nocturno a la luz de la luna y de nuestras calles y edificios iluminados, sin duda, eres la capital del running mundial. Un evento deportivo que sirve de encuentro con los viejos conocidos amantes de este deporte que lo siguen a los pies de los principales monumentos como las Torres de Serrano, la puerta del Mar o la Plaza del Ayuntamiento.

Con salida y llegada en la avenida Ingeniero Manuel Soto, los corredores completamos un recorrido prácticamente llano, salvedad hecha con la calle la Paz. Aunque, no fue sencillo. Los fantasmas del pasado asomaron otro septiembre más con dos torceduras en el tobillo izquierdo y un grave pisotón que me hicieron dudar de nuestro encuentro. El temor de otra rotura del quinto metatarsiano rondó en las semanas previas, pero el destino Providencia quiso que no fuera así, y nos vimos, nos encontramos fieles a nuestra cita. Fue una carrera con un gran protagonista indiscutible, el tres veces campeón del mundo de Triatlón perteneciente al Serrano Club, Mario Mola, que logró alzarse con la victoria con un tiempo de 46 minutos y 23 segundos. Y, en la categoría femenina, fue Carlota Rodés quien paró el tiempo en 54 minutos y 24 segundos y se alzó con la victoria.
El tiempo avanza y la próxima parada es este fin de semana, fuera de la Comunitat Valenciana, en la que es la primera carrera lejos de ti. El campeonato de España de Media Maratón en Albacete es la siguiente parada preparatoria para la 42K de Valencia. Será mi tercer maratón, pero eso, será otra historia.