Información e imágenes: Arantxa Ferrari
La Universidad CEU Cardenal Herrera, a través de su Área de Carreras Profesionales y en colaboración con la Facultad de Humanidades organizó, recientemente, un encuentro con el mejor docente de educación primaria de España, Francesc Nogales, quien reflexionó en torno a “La educación no necesita influencers, si no referentes”. Un encuentro dirigido a profesores del Colegio CEU San Pablo Valencia y a estudiantes del Grado de Enseñanza Primaria e Infantil con el objetivo de descubrir cual es el modelo de docente que demanda el futuro y cómo debe ser su relación con los alumnos de ahora.
Nogales inició el encuentro exponiendo el problema del método en cómo los aspirantes se daban a conocer y explicó que el problema actual se encuentra en que los futuros profesores ponen demasiado énfasis en sus perfiles de LinkedIn en vez de, por ejemplo, explicar sus formas de dar clase por medio de la grabación de un video para luego ser compartido en un QR. “Creo que debería ser obligatorio que los jefes de práctica les pidan a sus alumnos videos dictando una asignatura para que se den cuenta de los errores cometidos para una mejora”, así como incidió en la necesidad de que los candidatos a profesores busquen “algo que los represente”, como pueden ser los idiomas.
El encuentro, interactivo con loa asistentes, sirvió para conocer el grado de implicación de los docentes en sus redes sociales, por ejemplo, Instagram, descurbiendo el llamado ‘El efecto Instagram’ que, a juicio de Nogales, “nubla a los futuros maestros”. Según el docente, esto consiste en el hecho de que los profesores se inspiran de las actividades para clase propuestas por estos perfiles de docentes en redes sociales, pero que, cuando implementan dichas actividades nunca les sale igual. Nogales mencionó que la dificultad se encuentra en que los docentes no han compartido el proceso del proyecto, sólo imágenes y videos, con lo que resulta complicado que el metodo docente nuevo se desarrolle como así lo expone el docente influencer. Ante ello, la solución, a su entender, “está en diseñar la programación previa a la realización de la actividad, lo cual sirve para coger las ideas con mayor cuidado”.
Durante su intervención, Nogales también destacó la importancia de dedicar tiempo y esfuerzo al alumno, “si son veinticinco alumnos por aula y veinticinco horas a la semana, finalmente es una hora por alumno, y es muy poco tiempo”, además aseguró que jugar con ellos es una manera de interacción que puede ser un motor de cambio en la vida cotidiana del estudiante: “Los alumnos saben que llegarán y tendrán ese momentito en donde serán escuchados”.
«perder la confianza que había sido puesta en el docente es lo peor que le puede suceder a un profe”
Junto a las reflexiones que compartió Nogales con los asistentes, el encuentro tuvo momentos para desarrollar dinámicas con el objetivo de que los asistentes se diesen cuenta de las ocasiones en las que se aplaude al alumno o no les dice que no han actuado correctamente, lo cual los lastima y lleva a perder la confianza que había sido puesta en el docente, lo que tildó como, “lo peor que le puede suceder a un profe”. Asimismo, en el transcurso del encuentro también se abordó la importancia de tener en cuenta la opinión de los alumnos para realizar actividades de clase. El profesor Nogales compartió su experiencia apuntando que para su desempeño tiene una programación prestablecida para la enseñanza, para los conocimientos previos o la enseñanza a la antigua, pero reconoce que se olvida de las metodologías activas para llevar a cabo una clase dinámica, para lo cual dijo que debe tener en cuenta los puntos de vista de los alumnos. En ese sentido, hizo énfasis en la necesidad de dar voz y atención a esos alumnos más tímidos o discretos que se hacen invisibles, que cuyas opiniones también son importantes.
Nogales aprovechó su intervención para reflexionar junto a los asistentes en torno al concepto de autoridad del docente, cuya definición, según él, «consiste en el respeto mutuo entre alumno y profesor”. En este sentido, hizo referencia a la confusión que, en ocasiones, se produce entre autoridad y obediencia, aclarando que ambos conceptos son independientes, uno del otro: “En infantil te van a respetar porque eres senior, juegas con ellos dentro y fuera del aula”, aunque, para él, “la autoridad se gana en un equilibrio con el respeto”, afirmó.
Entre las múltiples cuestiones abordadas, el docente también se detuvo en el miedo hacia los niños, padres e inspectores que, actualmente, ha aflorado entre los docentes, un hecho que es la consecuencia del marco previo o las referencias que hacen otros maestros sobre los alumnos y que, a su juicio, “no hay que enmarcarlos porque cada niño es un mundo”. Para poder desarrollar una relación de confianza con alumnos y padres y vencer ese temor, Nogales apuntó que lo mejor es, “gestionar una buena comunicación con la familia y formar un lazo de confianza para que se les pueda decir qué cosas hacen o dejan de hacer bien sus hijos”. Asimismo, al respecto de la relación profesor e inspector es recomendable ver a este último “como personas con un cargo burocrático”.
Finalmente, y en relación al reconocimiento logrado como mejor docente de España, Nogales destacó que el reconocimiento viene dado gracias a la propuesta de sus alumnos y sus respectivas familias, pero que él no es mejor docente que todos los presentes y añadió que hay un peligro en los individuos que desean premios para sus proyectos, pero pierden el sentido de su trabajo “porque el propósito es la mejoría y aprendizaje del alumno, el reconocimiento es la consecuencia de las acciones pero, nunca, el objetivo”. La última reflexión que compartió con el auditorio en torno a la educación, el docente afirmó que es un camino “donde todos se tienen que ayudar y en el que se debe conectar con las vivencias del niño y, sobre todo, hacerlo con empatía para que, cada día, merezca la pena”.