‘As Bestas’ arrasa con nueve premios Goya en una gala donde se recordó a Saura, Villaronga y Lola Flores

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Crónica de Francisco Javier Alfonso / Imágenes: @PremiosGoya

Sin duda los Goya este año han pasado por muchos imprevistos. El día anterior a la celebración de la gala falleció el director y cineasta Carlos Saura, una de las figuras más importantes del cine español y, casualidad de la vida, Goya de honor en esta 37º Edición de los Premios Goya. Por ello, era de esperar que la gala tuviese muchos momentos de homenaje al director recientemente fallecido. Aunque tampoco ha sido el único homenaje en la misma, ya que han sido constantes las alusiones hacia el recientemente fallecido Agustí Villaronga tan arriesgado como inolvidable.

Carlos Saura, una emotiva despedida

La Gala de los Goya comenzó, saltandose el guión inicial con el homenaje a Sarua en la voz de una de las actrices más importantes, Carmen Maura. Una persona que ha sabido rendir tributo a Carlos Saura hablando desde el corazón y entregando a la familia del director el Goya de honor. Maura no dudó de compartir ante la audiencia y sus compañeros su experiencia como actriz en “Ay Carmela” y los momentos más sentimentales y desternillantes con el cineasta. Sin embargo, los presentadores Clara Lago y Antonio de la Torre, no han sabido llevar bien la despedida, simplemente recitaron vagamente unos versos de Machado y hablaron, constantemente, sobre su carrera o falta de nominaciones. Por el contrario, Fernando Esteso, en una pequeña aparición para anunciar uno de los galardones ha sabido perfectamente transmitir sus respetos hacia el también fallecido Agustí Villaronga. Intervenciones con guiños constante a las películas de Saura, entre discurso y discurso. También hubo tiempo para el recuerdo a la Faraona, Lola Flores, cuyo centenario de su nacimiento se conmemora este año y que quedó en el recuerdo emocionado de su hija Lolita sobre el escenario en la Gala de los Goya de este año.

As bestas, la triunfadora de la noche

La clara ganadora y más esperable de la gala, fue la película ‘As Bestas’ un filme dirigido por Rodrigo Sorogoyen que ha vuelto a ganar el Goya al mejor director. La película se ha llevado nueve premios (mejor película, actor, guion, dirección, sonido, actor de reparto, música, montaje y fotografía). El actor protagonista recayó en el francés Denis Ménochet, con experiencia en películas como ‘Malditos bastardos’ de Tarantino. También se celebró la victoria de Luis Zahera como actor de reparto por su interpretación en la misma película, lde de Sorogoyen. Nueve premios para ‘As Bestas’ que destaca el retrato de una Galicia muy salvaje, convirtiendo la historia en, prácticamente, un western.

Otra de las también muy galardonadas fue ‘Modelo 77’ que logró los premios de dirección artística, vestuario, dirección de producción, efectos especiales y maquillaje. Laura Galán se llevó el Goya por mejor actriz revelación, por la muy aclamada cinta ‘Cerdita’ y el de Mejor actriz protagonista, de reparto y dirección novel lo ganó ‘Cinco lobitos’, una interesante película sobre la maternidad, en la que la actriz Susi Sánchez fue galardonada como mejor actriz de reparto y protagonizó un discurso sobre el nuevo papel de la mujer en pleno siglo XXI. Destacó también el auge de las animaciones españolas, llevándose el premio ‘Unicorn wars’ una crítica bélica en forma de osos de peluche y colorines. El goya internacional fue para la actriz francesa Juliette Binoche quien, siguiendo la estela de Cate Blanchett, fue de las más aclamadas de la noche al recibir el premio.

Una gala vestida de negro

Si algo quedó claro en los premios es que se respeta y recuerda a los dos cineastas fallecidos, Saura y Villaronga. Un respeto que se pudo ver en los estilismos de la alfombra azul con diseños como los que lució Penélope Cruz o Carlos Cuevas, Miguel Herrán e incluso el extravagante Eduardo Casanova que lucieron el riguoroso negro.

No se pudo decir esto de todos los presentes. Aunque sí que hubo elegancia por parte de Belén Cuesta, Cristina Castaño y la deslumbrante Nieves Álvarez. Tampoco faltaron vestuarios orginales y atrevidos como el de Aldo Comas con un traje que podría estar pintado por un niño de cinco años e Ingrid García-Jonsson, cuyo vestido fluorescente y con flecos se veía desde cualquier distancia lejana.

La 37ª Edición de los Premios Goya fue una gala con la mirada en el recuerdo por los que ya no están. Uno de los mejores discursos, sin duda, fue el del presidente de la academia, Fernando Méndez Leite, quien explicó que los Goya no son solo una ceremonia, sino una forma de impulsar otras actividades, talentos o trabajos. Defendiendo cada una de las expresiones del cine, ya sea en el ámbito comercial, independiente o experimental, cada una ayuda a formar y renovarse lo que conocemos por industria. Una intervención que concluyó con un llamamiento a la clase política para volver a llamar con propiedad a las películas.