Información e imágenes: Gonzalo Escrig
El ex embajador de España ante la OTAN, Javier Rupérez, analizó este miércoles en la Universidad CEU Cardenal Herrera las consecuencias que está teniendo la invasión de Rusia a Ucrania en el marco de las relaciones internacionales. En este sentido, el diplomático afirmó con contundencia: “lo que ha hecho Rusia con Ucrania es un crimen de guerra, y eso convierte a Putin en un criminal de guerra. […] Para poder resolver la guerra de Ucrania es necesario que creemos nuestros propios juicios de Núremberg para castigar a Putin”. Actualmente, según Rupérez, es necesario plantearnos que viene después del conflicto Rusia-Ucrania. ¿Cómo va a acabar esto? ¿Cómo buscamos la paz? ¿Cuál es el precio que estamos dispuestos a pagar por lograr la paz? Estas cuestiones “son las que debemos plantearnos ahora, si queremos recuperar el orden internacional”, afirmó el ex senador.
El político participó en un acto organizado por la institución universitaria y por la ACdP de Valencia, celebrado en el palacio de la Colomina y presidido por el rector de la universidad CEU-UCH, Vicente Navarro de Luján, donde reflexionó sobre la violación del orden internacional por parte del presidente ruso Vladímir Putin desde un punto de vista ético y geopolítico. En sus palabras de apertura, el rector de la CEU UCH destacó del profesor Rupérez su trayectoria personal y profesional incidiendo en el carácter del político quien, a juicio de Navarro de Luján: “sustenta su vida sobre el diálogo, ya que pertenece a la generación del consenso”.
El ex embajador comenzó su intervención con una mirada detallada al pasado de Europa y los efectos de la primera guerra mundial. A su entender, el intento del ex primer ministro de Inglaterra, Neville Chamberlain, de mantener la paz con Adolf Hitler entregándole la región de los Sudetes de Checoslovaquia fue uno de los principales detonantes de la segunda guerra mundial. “Queriendo consagrar la paz, consagró la guerra”, afirmó.
Actualmente, según Rupérez, estamos viviendo la misma situación, pues la inacción de Estados Unidos y el resto de países en 2014 con la invasión rusa de Crimea, fortaleció la posición estratégica de Putin y, tal y como sucedió con Hitler, le dio carta blanca para hacer “cualquier cosa”. El ex senador también analizó el cambio territorial tras la caída del muro de Berlín y la desaparición de la Unión Soviética a principios de los años 90. A su juicio, el hecho de que Rusia no tenga fronteras naturales la empuja a protegerse en demasía. No obstante, la tensa relación entre Rusia y Ucrania únicamente puede entenderse desde un punto de vista cultural. “Hay una serie de pseudo ideólogos que mantienen la idea de que Rusia está siendo maltratada por el resto del mundo”, aseguró Rupérez. La historia de Ucrania se ha tergiversado hasta el punto de que Rusia afirma tener derecho natural sobre ella, sin embargo, tal y como señaló el ex embajador, “la idea de que Rusia tiene un derecho natural a invadir Ucrania no está escrita en ninguna parte. Si miramos en la historia, nos daremos cuenta de que Ucrania ha sido de todo el mundo”, concluyó.
