Rosa Sanmartín: “Si la vida te trata bien no tienes derecho a ser un desagradecido con la vida”

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Informa Alfonso Sanfeliu / Imágenes: Nou Editorial

La escritora y doctora en Filología Hispánica Rosa Sanmartín publica en Nou Editorial su nueva novela, ‘Un brindis por el desamor’. Una historia romántica, alegre y divertida donde la protagonista vuelve a ser una mujer independiente que debe hacer frente a la difícil disyuntiva de elegir entre el amor a su pareja renunciando a su proyecto profesional o bien apostar por caminos diferentes en busca de la realización profesional. Sanmartín habló de todo ello para EL ROTATIVO.

Rosa, ha publicado su tercera novela ‘Un brindis por el desamor’, ¿cómo es esta nueva historia?

Es una novela más desenfadada que las anteriores y, como digo siempre, para leer y para bailar. Las anteriores novelas son muy intimistas, muy personales, más rotas y esta es diferente a lo que había hecho con anterioridad. En esta también hay una evolución del personaje femenino, con mucha reflexión, pero es una novela más desenfadada.

Dónde se siente más cómoda, ¿en una novela intimista o en este tipo de novela más positiva?

Creo que soy más de tragedia que de comedia, pero me apetecía hacer algo alegre que no fuera tan pesimista o intimista, aunque yo vivo por el drama y me siento más cómoda en él. No obstante, me lo he pasado muy bien escribiendo esta novela y como tiene un punto de reflexión, pues estoy contenta.

La historia es una historia de desamor.

El título es ‘Un brindis por el desamor’ y si lo piensas es un título duro porque es un posicionamiento ante la vida. La historia arranca con una ruptura muy triste porque se produce al tener que elegir entre el amor o el trabajo y eso es una decisión muy complicada que la tienen que asumir los dos personajes principales, pero, sobre todo, la protagonista. Es un inicio muy duro, pero bueno, si va tan mal al principio, peor no puede ir, al final hay esperanza.

¿Tan complicado es aunar amor y trabajo?

En general creo que es complicado aunar amor y todo lo demás. La vida, en sí misma, es bastante complicada. En este caso, eran dos personas que habían conseguido, después de mucho esfuerzo y constancia, los trabajos que querían, pero, uno de ellos, Philippe no está tan contento como parece y le surge la oportunidad de lograr el trabajo que tanto ha soñado. Angélica, por su parte, tiene el trabajo que también ha soñado y comienza a trabajar en un proyecto que le ofrecen después de muchos años de becaria. La disyuntiva surge en ese punto, ¿quién renuncia a vivir su proyecto profesional? Y entra en juego otra variable: ¿Qué importancia tiene la relación? Ahí surgen las preguntas en torno a la salud que tiene la relación, en qué punto se encuentra, cómo está la pareja y por qué se rompe al final.

Aunque parte de una ruptura, la historia también cuenta el camino de redescubrimiento que vie la protagonista.

Ángela, la protagonista, había tenido una vida cómoda y sin apreturas, con una infancia fácil y tiene a su mejor amigo que la trata como una hermana. Llega un momento en el que aparece un chico en el instituto y se enamora, hacen juntos la carrera y se van a Londres, a la aventura y trabajar, con todo a favor. De pronto, la vida le para y surge el problema que le lleva a volver a un punto en el que todo es nuevo y en el que tiene que decidir si dejarlo todo y seguir al que cree que es el amor de su vida o no hacerlo, y es ahí cuando tiene que decidir y descubrir quién es ella como persona. Es una situación muy interesante porque se tiene que plantear qué hacer ante la disyuntiva de manera que, al final, lo que ella quiere hace es brindar por el desamor.

¿Hay algo de autobiografía en esta nueva novela?

No hay nada autobiográfico.

¿Angélica no es usted?

Angélica no soy yo, nunca soy mis protagonistas. Es verdad que siempre hay algo tuyo en cada personaje y en cada novela, porque es imposible evitarlo ya que el escritor escribe desde su inconsciente y siempre deja entrever su bagaje, lo que le rodea, lo que ha visto o vivido, pero nunca he pensado en crear un personaje que sea autobiográfico o en el que me vea reflejada. Probablemente, quien me conoce será capaz de descubrir algunos rasgos en alguno de mis personajes o en alguna acción o situación, pero no creo personajes que sean autobiográficos.

¿Por qué escogió Londres como el escenario principal de la historia?

Elegí Londres porque he estado en Londres, la conozco y me gusta el ambiente de gran ciudad de negocios que acoge una diversidad de culturas y nacionalidades y también por lo sombrío que tiene ya que es una ciudad gris, oscura, triste, también es una ciudad a la que viaja mucha gente joven que ha terminado sus estudios. Londres me ha dado muchos recursos para escribir la historia ya que me sugería muchas escenas que daban pie a lo que quería contar.

¿Qué papel juega en la novela la música, la soledad, el baile…?

Me apetecía mucho que, más allá de los personajes, los espacios o entornos adquiriesen entidad propia, hasta el punto de convertirse en un personaje más en la novela. Y ese es el caso de la música que tiene un papel determinante. Por ejemplo, la primera canción que suena en la novela es ‘Stand by me’ y lo hace en el momento de la ruptura, de manera que la música envuelve cada ambiente y cada momento de la protagonista hasta convertirse en un personaje propio que le acompaña y la recoloca en el sitio y el momento que vive. El paisaje es otro de los elementos de la novela que es importante y que también se convierte en un personaje más.

La historia, a pesar de partir del desamor, ¿se puede considerar un canto a la esperanza?

Es un canto a la esperanza. Pese a todo lo pesimista que soy, soy muy optimista. Intento dejar una puerta o una grieta por la que se pueda escapar el personaje. Igual que vienes de una infancia y un pasado concreto al que agarrarte, también tienes un futuro que buscar en el que encontrar la felicidad.

¿Su pesimismo es vital o es que la vida le ha tratado mal?

No, al revés. Es un pesimismo realista. A mí la vida me ha tratado bastante bien, en eso me parezco a la protagonista. Pero no es cuestión de suerte sino de mucho trabajo, dedicación y responsabilidad, aunque también influye la suerte, en algunos momentos. A veces nos toca la carta de la suerte y sale todo de cara y otras buscas esa carta y no sale, produciéndose la injusticia. Hay mucha gente a la no le sale la carta buena y tampoco se le arregla la situación, pero también hay gente que no hace nada y todo le sale de cara, todo es suerte de la buena. Solamente hay que mirar la sociedad y pienso que como sociedad hemos fracasado. En ese sentido, soy muy pesimista y a veces digo que escribo para quitarme la pena que tengo dentro, pero, al mismo tiempo, soy una persona muy optimista y sé hasta dónde puedo dar y llegar. Sé que no voy a salvar el mundo, pero intento ser lo más feliz posible porque creo que, cuando has tenido suerte, está muy feo ser desagradecido a la vida. Si la vida te trata bien no tienes derecho a ser un desagradecido con la vida y si todo es tan bonito, quizás no debo regodearme en ese mal que tengo momentáneamente.

¿Por qué cree que lo hemos hecho mal como sociedad?

Solo hace falta abrir los informativos y ver lo que pasa. Ves el telediario y no puede ser. Por ejemplo, con la pandemia se nos dijo aquello de que íbamos a salir más fuertes y no ha sido cierto, hemos salido igual o peor y se ha visto el egoísmo humano hasta límites insospechados. Otro ejemplo es la guerra en Ucrania y otras muchas guerras que todavía hay y que nadie recuerda. Ahora mismo, ves a tu vecino caerse al suelo y no lo recoges… todo son síntomas de que algo nos está pasando como individuos y como sociedad.

Usted viene del mundo académico, ¿cuándo decidió escribir novelas?

He estado mucho tiempo trabajando en la universidad y he escrito ensayos, artículos de investigación, la tesis doctoral, por lo que he escrito mucho e incluso he impartido clases de teatro y de escritura, pero nunca había pensado en escribir novelas. No era mi idea escribir novelas. Todo surge cuando algunos de los primeros textos que escribí los envié a concursos y gané alguno y ahí es cuando comencé a ver que era posible escribir novelas y que las leyeran, que les gustasen al lector y al público. Ahí fue cuando comencé a convencerme de que podría escribir novela. Pero todo ha sido una evolución progresiva. La novela ‘No te fíes’ es una novela escrita seis manos que me sirvió como ejercicio para descubrir cómo se crean los personajes, los espacios, después me llamaron para dar conferencias sobre Machado, me propusieron escribir una obra de teatro sobre él junto a Inma Garí, al final, todo me empujaba hacia la escritura y así me di cuenta de que era lo que quería hacer. Si me dicen hace siete años que iba a escribir novelas e iba dar conferencias, charlas, talleres, no lo hubiera creído, pero al final estoy aquí.

Finalmente, ¿está preparando una nueva novela?

Sí, estoy en una novela nueva y tengo varios proyectos entre los cuales hay una obra de teatro que quiero transformar en novela. Me gustaría seguir por este camino y ojalá pueda.