El Museo de la Seda expone en sus salas una muestra sobre indumentaria tradicional valenciana del siglo XIX

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Redacción ROTATIVO / Imágenes: Museo de la Seda

El Museo de la Seda ha inaugurado una nueva exposición temporal de indumentaria valenciana que podrá ser visitada durante las próximas tres semanas. Esta exposición ha sido posible gracias a la colaboración de Carles Salvador, L’U i Dos, Pilar Higón, Flor d’Aigua y Flor de Cotó que han aportado piezas tradicionales de la indumentaria valenciana del siglo XIX, así como fieles reproducciones con las que el visitante podrá descubrir el gran valor de estos trabajos manuales. La exposición se puede ver en la Sala de la Pometa y la Capilla de San Jerónimo.

El Colegio del Arte Mayor de la Seda ha aprovechado para mostrar algunos de los espolines con los que cuenta en sus fondos, que nunca antes habían sido expuestos. Coincidiendo con la festividad de la Virgen de los Desamparados se han seleccionado unas muestras de tejidos dedicados a la Patrona de Valencia, de gran simbología mariana, como el dibujo de la fuente de la vida, entre otros. Uno de los expositores recoge el laborioso trabajo que supone todo el proceso por el que pasa un espolín desde que se dibuja, se plasma en una raqueta o puesta en carta y, finalmente, se teje.

La Sala de la Fama

Aprovechando la exposición, la Sala de la Fama se puede contemplarse en su máximo esplendor al quedar libre de cualquier expositor instalado en el espacio. Esta sala fue sala de juntas del Colegio del Arte Mayor de la Seda hasta el siglo XX y, en ella, se encuentra una joya de la cerámica valenciana del siglo XVIII que se realizó en la prestigiosa fábrica de Vicente Navarro.

Es una sala única por el mensaje que transmite, la celebración de la seda valenciana en su máximo esplendor y el Colegio del Arte Mayor de la Seda como artífice y garante de su éxito. La figura central es una alegoría de la diosa Fama, que representa la relevancia internacional de las sedas valencianas. Con sus atributos, alas y trompetas, difunde sus virtudes por los cuatro continentes conocidos en esa época: África, representada con leones; Asia con elefantes, América con caimanes y Europa con caballos.

En el techo se encuentra un fresco, obra del prestigioso pintor José Vergara, que representa a San Jerónimo penitente. Rodeando la escena, junto a un marco de rocalla, hay una filacteria o banda con la siguiente inscripción: “Ni por pobre ni por rico, ni por propinquo ni extraño, ni por conocido o no, declines el recto juicio”.