Información e imágenes: Andrés Yago
La feria del automóvil cierra su cita un año más con gran afluencia de valencianos y numerosos compradores. Desde el 3 al 6 de diciembre ha tenido lugar el gran evento automovilístico que se celebra en la Feria de Valencia. Una ocasión marcada por el escaso stock entre los comerciantes y la petición del pasaporte COVID, no ha defraudado respecto a las ventas.
La feria se ha dividido entre dos áreas temáticas. Una, la Feria del Automóvil más pura, en la que cualquier cliente puede acercarse a ver las novedades de las marcas. Y en la segunda en la que se ha podido disfrutar de una zona de coches clásicos y deportivos, así como tunning. El pabellón de coches clásicos ha sido una gran fiesta, no solo por lo bonito de este tipo de coches, sino por el rugir de los motores, desde coches hasta karts, pasando por mecánicos y marcas de componentes. Todo esto ha hecho que hubiera una gran afluencia de público visitando esta zona.
Según nos comentaba un comercial que lleva asistiendo quince años a este evento, el drástico bajón que han sufrido las ventas durante el año ha marcado esta edición. “Ha sido muy difícil conseguir coches para traer al stand, ya que el stock es muy bajo”, añadió. En ediciones anteriores era muy común ver largas colas esperando a que un comercial pudiera realizar la compra del vehículo, lo que quiere decir la facilidad con la que se encontraban coches a buenos precios y la predisposición de los visitantes para llevar a cabo este tipo de transacciones.
A pesar del retraso en la fabricación de coches y del poco stock, los que han pasado por la feria afirmaron sentir ansiedad por si el aumento de precio va a conllevar su evolución a corto o medio plazo y, como consecuencia, verse forzados a comprar ya. Según estimaciones de algunos concesionarios presentes en la feria, los mejores cálculos prevén que se vuelva a la normalidad hacia el segundo semestre del año 2022 dependiendo de la evolución de la inflación y variación de los precios.
La situación de la economía, que no solo afecta a este sector, mantiene a gran parte de la población indecisa ante como seguirá comportándose durante los próximos meses. Más allá de los coches y las compraventas, los visitantes también han podido disfrutar de los food trucks que se encontraban en el hall del recinto, en una edición más que asegura, por la implantación del pasaporte Covid, que se repetirá el próximo año acogiendo a miles de clientes potenciales que seguirán necesitando un vehículo.
