Jorge Molist: “Con esta novela el lector puede encontrar una historia trepidante que puede competir con Juego de Tronos”

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Jorge Molist Reina Sola

Informa Raquel Granell / Imagen Planeta

El mundo de la cultura está de enhorabuena porque el escritor catalán, Jorge Molist, vuelve a publicar en Editorial Planeta una nueva novela ‘La Reina sola’, una historia real que cambió el destino de España y el poder del mar Mediterráneo. El autor ha querido rescatar en su nueva novela la historia que se desconoce y la define en tres palabras con “amor, odio y venganza”. Inmersa en el siglo XIII y protagonizada por una reina que tuvo el valor de enfrentarse a los tres mayores poderes de la época, incluye tramas y acción con un único objetivo: enganchar al lector.

¿Qué encuentra el lector entre las páginas de la ‘Reina sola’?

El lector encuentra emociones, porque ante todo es una novela de amor, odio, traiciones, de venganzas…, por lo tanto, los personajes son muy importantes y lo que sienten también. Por otra parte, lo que encuentra es una historia trepidante que puede competir con ‘Juego de tronos’, solo que es real en su totalidad y española.

¿Qué es lo que le apasiona de la historia española para escribir sus novelas?

Nosotros tenemos una historia en el Mediterráneo gloriosa y de la cual, prácticamente, nos hemos olvidado, empezando por Constanza y Pedro III, quienes abrieron las puertas del mar Mediterráneo a España, y luego continuó con el imperio español. Hay hazañas posteriores como la del Gran Capitán en tiempos de Fernando el Católico, la conquista de Túnez en tiempos de Carlos V, la batalla de Lepanto… de las cuales nos hemos olvidado. Merece la pena resucitarlo de forma que el lector lo disfrute, se quede enganchado de la novela y crea que es una ficción, aprendiendo a la vez de su propia historia.

¿Cómo fue la decisión de crear ‘La Reina sola’ mientras leía un libro de Sir Steven Runciman?

Efectivamente estaba leyendo un libro de Sir Steven Runciman, historiador británico, que trataba sobre el Mediterráneo. De repente me di cuenta que estaba contando mi propia historia que yo casi desconozco y que resulta fascinante. A partir de este momento consideré que merecía la pena. Para mi sorpresa, este historiador me decía que en nuestro país admiramos a Ricardo Corazón de León, quien salía en las películas como un héroe y sin embargo afirma que era un mal rey. En cambio, nuestros reyes españoles son en este caso los protagonistas de la ‘Reina Sola’, por lo que los desconocidos Constanza y Pedro son relatados como buenos. En ese momento me dije que era bastante injusto, la historia resultaba ser apasionante y, por ello, decidí dedicarme unos años de mi vida a escribir esta novela.

¿Cuál fue la inspiración para escribir esta historia?

La primera inspiración, básicamente es encontrar unos hechos sorprendentes que yo desconocía, y creo que también desconocen un 95% de los lectores aquí en España. Al fin y al cabo, se trata de hechos protagonizados por nuestros antepasados, de los que nos deberíamos sentir orgullosos. Es verdad que no son libros de ‘Juego de Tronos’, no aparecen dragones ni zombis que andan por la nieve, pero yo creo que mantiene la misma intensidad, solo que con hechos reales.

¿Por qué resume la novela en amor, venganza y odio?

Hay dos historias paralelas de amor muy diferentes, por una parte, la historia de Pedro III con Constanza; y por la otra, la de Roger de Lauria, que sin duda fue el mejor almirante que ha existido en España, y su amor prohibido con una mujer perteneciente a la tribu de los almogávares, Súria. Estos eran fieles guerreros que ayudaron a la conquista del Mediterráneo de la Corona de Aragón. El odio está claro, a partir de que Pedro III conquistara Sicilia y se la arrebatara a los franceses, Carlos de Anjou (anterior rey de Sicilia) hizo todo lo posible para acabar con él. Asimismo, también se presencia el odio que se procesa a Constanza con matarla, por Macalda de Scaletta, una mujer excepcional y ambiciosa que quería arrebatarle la corona de Sicilia.

¿Quiénes son los almogávares? ¿Cuál fue su papel fundamental en la historia?

Era gente que nació y creció en la reconquista española. Aprovechando el estado de guerra abandonaban los lugares donde prácticamente ejercían de siervos o esclavos de los nobles y buscaban su fortuna con las armas luchando. Realmente ellos vivían de lo que ganaban y cuando no tenían, comían hierbas del monte, así sobrevivían. Esta gente cuando Pedro III, el protagonista de la novela, decide emprender su audaz aventura en el Mediterráneo, se apuntan con el beneplácito de todo el mundo. Realmente cogieron fama, sorprendiendo y atemorizando a la gente. Poseían un grito de guerra que decía: Aragó, Aragó aur, aur, desperta, ferro!

¿Cómo se fija en Constanza para construir el relato? ¿Por qué ella como protagonista?

Vivió una situación muy delicada, ya que la llama su marido para ir a Sicilia por una promesa que parecía imposible: vengar a su padre, al que habían matado los franceses, y devolverle su reino. Así pues, la coronan como reina de Sicilia y Pedro se marcha a Burdeos afirmando que es un hombre de honor y que el asesino del padre de Constanza (Carlos de Anjou) le ha retado a un duelo. Al irse, Pedro deja a Constanza en una situación apurada, sin experiencia de gobierno y criada en un ambiente religioso, es decir, no se había manchado nunca las manos, con lo que ella le dice a su marido: “¿Cómo quieres que gobierne yo aquí si hay que cortar cabezas?”. Al principio resulta ser insegura, pero luego evoluciona y Constanza se convierte en una mujer con recursos hasta llegar a ser una gran reina. De ahí el nombre de la ‘Reina sola’ de la novela. Tenía que defender sola la vida de sus hijos, la suya propia y la de los sicilianos, así que resulto ser valiente.

Jorge Molist Reina Sola

¿Cómo juegas con su antagonista Macalda de Scaletta?

Hay una relación en la cual en un principio Constanza quiere estar bien con ella, porque Macalda es la mujer del justiciero del reino que había nombrado Pedro, quien controlaba los ejércitos de la isla, al igual que Roger de Lauria era almirante y controlaba la flota. Sin embargo, Macalda consideraba que la reina debía ser ella. Era baronesa, una mujer muy inteligente, campeona de ajedrez… y hasta en la revuelta que tuvieron con los franceses se manchó las manos de sangre. También era una seductora y enamoraba a todos los hombres que se proponía, con deseos de poder para que reinar Sicilia en lugar de Constanza. En toda la novela hay un pulso importante entre ambas.

Por otro lado ¿cómo construyes a Súria, la mujer almogávar?

En la época existieron muchas Súrias, mujeres guerreras que defendieron y lucharon con mucho valor, derrotando a los asaltantes que les atacaban. No aparece una descripción de los almogávares en las crónicas, ya que la gente de pueblo no suele salir. Realmente hubo muchas Súrias, lo que sucede es que no ha quedado ningún nombre de almogávar por escrito, pero sabemos sus hazañas o lo que hicieron las mujeres. La construí de esta forma porque sí existía, pero no está relatada en las crónicas. A los almogávares los describen como grupo, no como individuo.

En cuanto a los personajes reales, ¿cuál es el trabajo de estudio de sus rasgos tanto físicos como personales? ¿Cómo los recrea?

Con los datos que he ido encontrando. He tenido la fortuna que hay tres grandes crónicas contemporáneas a los hechos. Al fin y al cabo, se trata de explicar sobre lo ocurrido, aparte de lo que los historiadores modernos reflejan en otras crónicas, por eso he tenido muchos elementos. Hasta el propio Dante Alighieri en la ‘Divina Comedia’ habla de Pedro, su mujer y sus hijos. Parece ser que le impresionó lo que hicieron en el Mediterráneo. Así pues, también aparecen escritos los antagonistas: el rey de Francia, Carlos de Anjou y el Papa, aunque Alighieri no habla bien de ellos. Estas cosas extraordinarias no me las he inventado yo, sino que han existido de verdad. Dante, que tenía veinte años cuando la escribió y ya daba a conocer sus dos puntos de vista.

¿Es verdad que centra el relato en el papel que tuvo la mujer?

Si es cierto que hay varias mujeres, pero tres en concreto de personalidades muy potentes. Las mujeres se llevan la parte mayoritaria en ‘La reina sola’. Eso que dicen que no contaban en la Edad Media no es así. Macalda de Scaletta existió tal y como se relata, Constanza (la reina sola) también, y Súria igual. Son personalidades muy distintas entre ellas, pero muy destacadas en la época. Los cronistas de la época tendían a perderlas entre las páginas, aunque lleven las riendas del asunto.

¿Cómo es el trabajo de documentación para llegar a publicar incluso mapas o ilustraciones sobre algo en concreto?

Para mí es muy agradable, lo disfruto y quiero comunicar a los lectores el placer que he sentido. Con los comentarios que he recibido parece que lo he conseguido. Primero está la parte de los historiadores modernos, como el inglés Runciman, pero también existen historiadores extranjeros, sicilianos o las tres crónicas de España, en las que puedes percibir y sobre todo transmitir la autenticidad a la novela. En cuanto a los mapas, entre libros y Google hoy en día, puedes ir reconstruyendo la historia porque no ha cambiado mucho la costa. También se contrasta con algún mapa de la época, aunque si no se cuenta con la oportunidad, se han escogido los mapas de un siglo posterior de la ciudad en concreto. Es un trabajo laborioso, pero apasionante.

¿Se inspiras viajando a los lugares de la novela? ¿Cómo imagina el pasado situándote en ellos?

Sí que creo que hay que ir al lugar y sentir la vibración, porque creo que los lugares conservan el paso de quienes han estado allí. Solo tienes que colocarte mentalmente en la época y dentro del personaje. Hay lugares fabulosos en Palermo, como la Capilla Palatina, en la que te pones de rodillas en el banco y sientes la emoción. En concreto en ‘La reina sola’ sale Malta, Sicilia, el sur de Italia, Nápoles… He estado por allí aparte de en los lugares de nuestro país. La verdad es que necesito verlo y por eso voy, me activa. Generalmente llevo ya algo pensado con antelación, pero viajar y situarme en el lugar me ayuda a redondearlo todo.

Jorge Molist Reina Sola

¿Cuánto tiempo le ha supuesto escribir la novela desde que surgió la idea?

La primera vez que leí el texto de Sir Steven Runciman sería hace unos ocho años, pero entre medias he escrito otra novela. ‘La reina sola’ me ha llevado unos tres años, entonces me he estado informando sobre la época durante mucho tiempo. Si el tiempo está bien empleado, para mí es un orgullo, y más si los lectores aprenden sobre sus antepasados y lo que llegamos a ser en el Mediterráneo. Está olvidado y es una pena.

¿Cómo cree que hubiera sido el destino si los acontecimientos no hubieran surgido así?

España se hubiera quedado en un extremo de Europa. Tuvo la fortuna de descubrir América y eso le permitió abrirse otros caminos. De no haber salido al Mediterráneo hubiera sido un país empobrecido en un rincón, pero llegamos hasta Grecia y conquistamos gran parte del norte de África, Sicilia y el sur de Italia. Sobre todo, nuestros comerciantes llegaban hasta Alejandría y esto fue posible gracias a la presencia militar de la corona de Aragón y España.

¿Qué es aquello que le une a las novelas históricas, ya sea las suyas o las de otros autores?

Leo todo tipo de novela, pero la historia me atrae particularmente. Me gusta saber qué es lo que ocurrió. De pequeño me crie en Barcelona, muy cerca del barrio gótico. Delante de mi colegio había un hospital viejo de unos quinientos años y me surgió la curiosidad de saber sobre esos edificios y quienes habían vivido ahí. Me viene de pequeño el interés por el pasado y nuestros antepasados, pero también me gustan los thrillers y las películas de suspense y acción.

¿A qué tipo de lector le recomienda la lectura, qué le diría?

A todos. Ahora que existen las redes sociales me sorprenden cosas muy agradables. Hoy mismo una chica me ha dicho que no le gustaba la historia, pero luego tuvo un profesor de historia que le recomendó mis novelas y ahora gracias a nosotros dos es una apasionada de este género. Lo importante es que sea una buena novela que te atrape, no importa tanto la etiqueta que lleve, sino lo tanto que te seduzca, es lo que busco. Yo tampoco escribo todo lo que sé de historia, no me gusta agobiar al lector, lo que quiero es que se enganche. El marco histórico está bien construido, pero no pierdo de vista que no soy un historiador, sino un escritor. Un escritor que pretende llegar al máximo publico posible y que se lo pase bien.