Rafa Alberola: “La industria del cine es un mundo con doble cara en el que detrás de tanto glamour hay también muchísima precariedad”

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Informa Marc Grancha / Imágenes: Cinema Jove

El Teatro Principal de Valencia acogió este domingo la tercera jornada de la 35ª Edición del Cinema Jove con la proyección del cuarto pase de cortometrajes del festival. Una sesión en la que se pudo disfrutar de obras como la de ‘Arenal’ de Rafael Alberola, quien, al acabar el pase, tuvo la deferencia de hablar para ‘El Rotativo’ y contarnos en primera persona el mensaje que ha querido transmitir en su último trabajo.

 ‘Arenal’ cuenta la historia de dos amigos adolescentes que pasan el mes de agosto en Madrid pero no se pueden ver. “La idea principal está basada en experiencias propias tanto mías como de los propios actores. Es una historia verídica que les ocurrió a los dos chicos protagonistas el pasado verano, ya que, aparte de ser amigos en el corto, también lo son fuera del filme”, comentó Alberola.

La amistad es el hilo conductor de la trama de ‘Arenal’ donde se pueden ver sentimientos que son muy universales y que son el ancla a la hora de transmitir y narrar ideas. El director justifica la sencillez del corto con la “poca obviedad” del mismo, ya que, según él, “esa sencillez es la que muchas veces hace que puedas llegar a la gente de una manera mucho más cercana y poder conectar con el público, porque, ¿quién no echa de menos a un amigo en un momento determinado de su vida?”.

El creador es, además director, guionista, un hecho que le ha permitido trabajar la historia durante el proceso de pre-producción de una manera fácil, debido a que la amistad real de los dos actores –Gonzalo Herrero y Juan Arango– en la vida real, les ha permitido una mayor flexibilidad para trabajar el texto. “La inspiración para comenzar a escribir el guión me la dieron los propios chicos cuando una noche empezaron a mandarse mensajes a través de los ‘stories’ de la plataforma digital ‘Instagram’. Y así fue como pasó que vi cómo los dos amigos iban confluyendo juntos en diferentes puntos de Madrid y se comunicaban a través de la app, lo que me inspiró para escribir ‘Arenal’, afirmó, “lo primero que pensé fue que con aquella pequeña drama-historia a través de una red social, se podía hacer una producción, pues viví aquella experiencia como una película”.

Para Alberola la amistad, “es un sentimiento muy puro que tiende a salvarnos en muchas ocasiones, es uno de los tipos de amor más importantes que hay, por no decirte el que más, al menos para mí. Siempre se dice que los amigos son la familia que eliges. Para mí los amigos son todo. Incluso me atrevería a decir que el sentimiento de amistad está por encima del sentimiento de familia”. Prueba de esa amistad es que todo su equipo de trabajo está formado por amigos suyos con quienes dice que está muy a gusto trabajando ya que, para él, “poder trabajar con mi gente me ayuda a que se creen unas sinergias muy fuertes. Me gustaría seguir trabajando con mis amigos durante mucho tiempo más”, afirmó sonriente.

Junto a la amistad en ‘Arenal’ también hay espacio para la soledad, sentimiento que para el propio Alberola es algo innato de los seres humanos. De hecho, a lo largo de su carrera como director y guionista ha intentado que la soledad estuviese presente en todos y cada uno de sus trabajos, aunque no quiere que sea la idea principal con la que se quede el espectador cuando esté visualizando algunas de sus producciones. Y es que este sentimiento, “es algo sensorial e íntimo, presente durante mi etapa de la adolescencia”, como él afirmó.

Una vida dedicada al audiovisual

Profesor, guionista, director y productor son algunos de los adjetivos que se le atribuyen a Rafael Alberola, aunque no le acompañaron desde sus comienzos en el mundo de la comunicación, ya que, en su inicio, el propio cineasta reveló que su pasión “era y es la escritura, por eso decidí estudiar el Grado en Periodismo. Unos estudios que abandoné en el tercer año cuando descubrí que el cine se podía estudiar, y me fui directo”, destacó.

La Escuela de Cinematografía y Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM) fue la cuna del propio artista, donde dio sus primeros pasos por el mundo del cine siendo el lugar en el que descubrió que lo que realmente le apasionaba era escribir, pero escribir guiones. Ese cambió le benefició de manera muy positiva, teniendo la oportunidad de impartir clase sobre guionización en la propia ECAM al tiempo que se convertía en propietario de la productora Vermut Films con la que hace realidad la mayoría de sus obras.

El triunfo de su último corto y de los anteriores, lo atribuye a que “de alguna manera estoy consiguiendo lo que yo quería transmitir con el corto, que era hacer un filme muy clásico y que no lo pareciera para nada y que además apelara a lo más elemental de las personas. Quería que pareciera inaccesible, pero que luego no lo fuera (inaccesible me refiero)», confesó.

El lugar que ocupa en el mundo del audiovisual es, según él, “a base de cabezonería y esfuerzo”, actitud que anima a que tengan todos los jóvenes que quieran estar en el mundo del audiovisual, “que no paren de hacer proyectos, a pesar de que la industria del cine es un mundo con doble cara en el que detrás de tanto glamour hay también muchísima precariedad, un claro reflejo de la situación económica y política que vivimos en la actualidad en estos tiempos de incertidumbre en nuestro país y en todo el mundo”, apuntaba.

Sus reflexiones últimas apelaron directamente al espectador y a los amantes del cine invitándoles a descubrir la grandeza y la belleza de nuestro audiovisual patrio: me parece muy triste y me gustaría que cambiase el tópico que tenemos los ciudadanos de este país de decir ‘cómo es una película española, no la voy a ver’… Me parece un poco triste que mucha gente diga eso sobre nuestra industria, cuando en los últimos años, y sobre todo en el último año a pesar de las circunstancias, se han hecho grandes producciones como ‘Las Niñas’ de Pilar Palomero o ‘El Año del Descubrimiento’ de Luis López Carrasco”, afirmó. Una crítica agridulce a la industria de la cinematografía española que maridó con una reflexión para esperanza “esto también pasará y conseguiremos quitarnos la etiqueta Made in Spain que nosotros mismos nos hemos puesto, cuando lo que tenemos que hacer es estar orgullosos de las grandes producciones que albergamos en nuestra filmografía”, concluyó.