El Fiscal General del Estado defiende una reforma del sistema penal

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Lucía Gómez / 4º Periodismo

El Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, asistió la tarde del pasado lunes al Hotel Palace de València. Ofreció una charla organizada por el Club de Encuentro Manuel Broseta sobre una hipotética reforma del diseño del sistema penal, donde se presenta al fiscal como el nuevo director de la investigación.

José Manuel Maza durante la charla organizada por el Club de Encuentro Manuel Broseta. / Foto: L.G

Maza recordó a los asistentes el motivo de su discurso y rechazó continuar con el análisis político. “Los temas de actualidad son muchos, pero la vida sigue y hay que seguir pensando en el futuro, además de restaurar el presente”, apuntó. En esta mirada hacia el futuro, el responsable defendió un cambio en el sistema penal español, donde el fiscal sea el que investigue y el juez quien lo tutele, con el fin de “agilizar” la lenta justicia, considerada por el responsable “el gran problema de Estado que pudre las instituciones”. Según Maza, si esta situación se prorroga en el tiempo, España entrará en un “deterioro institucional del que costará tiempo recuperarse”.

El nuevo diseño ya cuenta con dos borradores de modificación a sus espaldas, con el objetivo de conducir el sistema penal mixto español hacia un modelo más anglosajón, donde el fiscal se encarga por completo de la investigación. En este sentido, el dirigente lamentó que a día de hoy, una sola persona se encargue de los más de trescientos imputados, y comparó la situación actual con los comienzos del sistema penal, cuando el jurista Alonso Martínez depositó toda su confianza en el juez de instrucción: “Ahora la delincuencia es muy diferente y el juez tiene que estar pendiente de impulsar la investigación, ser imparcial y actuar con distancia”, reconoció.

Por ello, quienes impulsan un cambio del sistema penal completo desde hace más de treinta años, pretenden liberar al juez del trabajo que supone “ser protagonista absoluto y con todos los poderes” para que no sea “el cuello de botella por el que tenga que pasar todo”. Además, para el representante de  la Fiscalía, esta modificación conseguiría educar a la sociedad en la imagen pública favorable de los jueces y de la justicia “ejemplar” de España. El fiscal también promovió una mayor autonomía organizativa, al tiempo que desaprobó que su ministerio no cuente con un presupuesto propio. Maza calificó de “trascendental” el momento actual de la historia y, aunque reconoció que la reforma no se produciría durante su mandato, garantizó que se llevaría a cabo «antes o después».

El abandono progresivo de la figura del juez instructor fue otro de los argumentos a favor del cambio del sistema penal que planteó durante su comparecencia, al explicar que actualmente “son más los fiscales que investigan”. Asimismo, el dirigente mostró su indignación ante el sistema actual que, en su opinión, “recorta en la capacidad de usar las pruebas por parte de los fiscales”.

Por otra parte, el mandatario admitió ser consciente de los reparos que suscita su planteamiento en relación a la dependencia del Ministerio Fiscal respecto del poder Ejecutivo. El jurista rechazó esta opinión al afirmar que desde 2007 en España el fiscal no puede ser destituido «y esa es la máxima garantía» de su autonomía. «La ley no me puede ofrecer un mayor escudo», subrayó. Desde su punto de vista, la Fiscalía «no se merece» que se diga que el fiscal está sometido a otros poderes, pues asumen la línea jerárquica, el principio de imparcialidad y la legalidad.

«¿Han visto que se haya interrumpido algún procedimiento?». De esta forma cuestionó Maza a quienes lo acusan de que la Fiscalía no persigue los delitos de corrupción. Durante su intervención tampoco cuestionó la labor de los jueces españoles, a quienes definió como «muy independientes».

El jurista también contrarió a quienes afirman que es necesario un gran gasto económico para reformar el sistema penal. «Dicen que hace falta mucho dinero pero no es verdad, estoy seguro de que la inversión no es tan grande», señaló. Según su opinión, la solución consistiría en trasladar los medios de un ámbito a otro.