Enrique Bocanegra: «Philby es un icono de toda una época»

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José Ramón Alba / 1º Periodismo

“La carrera de un agente doble dura entre cinco y diez años, Philby aguantó durante treinta años hasta convertirse en todo un icono”. Así valora Enrique Bocanegra la figura del protagonista de su libro Un espía en la trinchera, quien siendo miembro de la inteligencia británica logró trabajar para los servicios secretos soviéticos sin ser descubierto.

Comunista de convicción, entre sus logros como espía en tierras españolas quedará para el recuerdo que fue condecorado hasta por el propio dictador Francisco Franco, quien obviamente en ese momento desconocía sus marxistas ideales.
El escritor presentó su obra el pasado 29 de junio en la Sala Ámbito Cultural del Corte Inglés de la calle Colón de València. El Decano de Comunicación de la UCH-CEU, Elías Durán, acompañó al periodista sevillano en la presentación del libro, galardonado con el premio Comillas en el año 2016. En el mismo se narran las peripecias de este espía inglés, captado por la inteligencia soviética, durante la Guerra Civil española.
“Hasta hace siete años no sabía quién era Kim Philby”, afirmaba el propio escritor, quien reconoció que se empezó a fijar en este personaje tras leer otras obras donde aparecía como personaje secundario. Fue el carácter de ‘Kim’, como era conocido aunque su verdadero nombre era Harold Adrian, y su pasión, las que le llevaron a desarrollar en profundidad su historia en un paisaje tan próximo a los españoles como es la Guerra Civil.
Asimismo, Bocanegra describe a Philby como “un personaje romántico, un espía seductor, encantador de serpientes”, y a la vez una persona “que disfrutaba manipulando por el propio poder que ejercía sobre los demás”. También remarca su osadía a la hora de estar trabajando para los comunistas infiltrado en la España de los años treinta, en lo que definió como “la boca del lobo”. Sin embargo, esta experiencia le valió para ser posteriormente reclutado por el MI6 inglés.
Elías Durán analizó el libro y su contexto histórico, y explicó que Kim Philby representa a la perfección toda una generación de europeos que se entregó al comunismo como respuesta a las crisis políticas y económicas que vivían sus países.
Además considera que “se analizan muy bien las fases del Komintern”, como las luchas internas entre trotskistas y estalinistas, además de mostrar los últimos vestigios del leninismo original. Del mismo modo el decano de Comunicación quiso destacar una serie de páginas en las que se muestra “el manual del perfecto espía”.
Pero sin lugar a dudas, lo que más llama la atención del protagonista de Un espía en la trinchera es cómo a pesar de ser un chico de alto nivel social inglés, sus fuertes convicciones le llevan a participar activamente en la causa comunista. Así acaba siendo corresponsal del ‘The Times’, como un conducto para mandar mensajes de consigna a la inteligencia soviética, llegando incluso a ser condecorado por Franco con méritos nacionales en la Guerra.
“Si lees el primer capítulo no podrás parar”, indicó Durán quien relató también que a partir de Philby “se ve el proceso de destrucción de la Unión Soviética y cómo se corrompe el idealismo”. Y aventuró a señalar que en “dos o tres años” seguramente el libro será llevado a la gran pantalla del cine.

Investigación
Respecto al proceso de creación del libro, Enrique Bocanegra recordó que investigó previamente en los archivos de ‘The Times’, para obtener datos. El paso importante en esta fase de documentación fue cuando compró su autobiografía en Nueva York y leyó la frase de Kim: “Yo me forjé contra la Alemania de Hitler y la España de Franco”. Esta parte que hace referencia directa el dictador, censurada en la versión en español, es quizás la que mejor se refleja en su obra. Aunque el autor reconoce que en aquel momento “no tenía idea de escribir un libro” pero sí curiosidad por el personaje.
En ese momento se fue a visitar a Patrick Seale, para quien “Philby fue el acontecimiento de su carrera”, según afirma el escritor. El periodista inglés le confesó que le “emocionaba que tantos años después fuera alguien de España para preguntarle por aquel hombre que había conocido en Beirut”. En dicho encuentro le deja ver una maleta con las notas de Philby que incluía 200 folios de su estancia en España. “Estaba lleno de nombres y teléfonos de gente de los años 60”, recuerda Bocanegra, escritor y también coordinador cultural en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Aunque no volvió a ver nunca más a Seale, ya que éste falleció poco después, el autor tuvo tiempo para recopilar todo el material necesario. La historia de Un espía en la trinchera comenzaba a rodar.