Esperanza Luque / 2º Periodismo
Raúl Micó es un paratriatleta valenciano que padece Acondroplasia, trastorno en los cartílagos que produce el enanismo, sobre todo en las extremidades. Mide 1,27 metros y tiene 35 años. Con 20 empezó a hacer deporte. “Comencé entonces por salud y por perder peso”, comentó.
Micó aclaró que al principio realizaba running y que fue entonces cuando conoció al equipo de Club Avant El Cantero de Letur Triatló y Paratriatló, actualmente fusionado con el Club Deportivo Moncada. “Hoy por hoy, de lo que estoy más orgulloso es de pertenecer a la Escuela de Paratriatlón para niños y jóvenes con discapacidad”, apuntó el paratriatleta.
Desde ese momento, se inició en el mundo del triatlón. «Aunque nunca pensé que haría uno de media distancia, en 2015 fue el primero”. Micó subrayó que este año se ha fijado participar en el Campeonato de España del mismo recorrido: “Me gustaría alguna vez hacer un Ironman completo”.
El Ironman es la prueba más exigente del triatlón. Consta de 3,86 km de natación, 180 km de ciclismo y 42,2 km de carrera a pie. La carrera tiene un tiempo límite de 17 horas y un tiempo promedio de 12 horas. El deportista destacó que durante la semana tiene el tiempo más limitado para entrenar y que es el sábado y el domingo cuando hace salidas más largas “a ritmos un poco más suaves”. Además, añadió que constantemente intenta “montar el puzzle” para poder compaginar todo esto con la familia y el trabajo, entre otros.
Desde hace un tiempo, el Club Avant-Moncada también colabora con niños con discapacidad para que practiquen este deporte. El paratriatleta aclaró que una de las mayores satisfacciones para él era ver que la situación de estos se normalizaba y que cada vez menos gente se sorprendía de ver a un joven discapacitado participando. “Estos niños tienen un afán de superación increíble y son muy agradecidos”, comentó emocionado Micó. En cuando al entrenamiento, tienen dos sesiones de natación a la semana y el fin de semana hacen una de carrera a pie y ciclismo. Raúl Micó subrayó que lo único que necesitan es material extra como triciclos.
El paratriatleta, que realizó recientemente la conferencia de clausura del 13º Congreso de Estudiantes de la UCH-CEU en la que relataba su experiencia, puntualizó que la Acondroplasia se ha convertido en su mejor virtud, dado que ha conocido a gente que le ha enseñado “los valores importantes de la vida”. “Me siento muy orgulloso de ser quien soy y de medir 1,27 metros”.
Según confesó, los deportistas discapacitados pueden tener el mismo reto que cualquier otro, dado que al final todo se resume en la constancia. “Para mí la constancia y el saber que si trabajo duro al final voy a conseguir lo que me proponga, tiene mucha importancia”, anunció.
Raúl Micó valoró que la gente que practica deporte “está más viva”, además de que le encanta compartir esta experiencia con sus amigos y familia, ya que sus primos y hermano también hacen triatlón. Por otro lado, recalcó que deporte y discapacidad van de la mano ya que una de las formas de tratar esto segundo es ejercitando el cuerpo.